La Reina Sofía, en un acto esta semana
El restaurante con huerto propio que ha conquistado a la Reina Sofía en Madrid
Un antiguo convento de clausura en El Pardo alberga Moscatel, especializado en verduras y arroces a la leña
De sobra es conocida la debilidad de la Reina Sofía por las verduras, las frutas, las legumbres y la cocina saludable, en general. La muerte de su padre, Pablo I de Grecia, por un cáncer de estómago, en 1964, le supuso un duro golpe y prometió que no volvería a tomar carne. Una enfermedad que vivieron muy de cerca, tanto ella como su hermana, la Princesa Irene.
Doña Sofía sigue una dieta ovolactovegetariana y el pasado fin de semana, se dejó ver en el restaurante Moscatel, en El Pardo. Concretamente, alojado en el edificio que hasta hace cuatro años fue Convento de Clausura de las Concepcionistas Franciscanas, después de que en 1859 la Reina Isabel II se lo donase.
El restaurante cuenta con un huerto de una hectárea, donde cultivan todo tipo de hortalizas para abastecer su carta con ensaladas, parrilladas de verduras, alcachofas o un dúo de espárragos blancos y verdes con ajetes. También otras propuestas como unos puerros de la vega del Jarama «Rivas Km 0» a la brasa con crema de queso brie y crujiente de bacon.
La Reina almorzó acompañada de su cuñada, la Infanta Margarita, y su marido Carlos Zurita, sus sobrinos Alfonso y María, y el hijo de esta, Carlitos. El restaurante abrió hace unos meses, aunque no era la primera vez que la Reina Sofía degustaba las especialidades del local, puesto que es cliente habitual y ya se publicó que la pasada Navidad almorzó allí.
Ensalada de Moscatel
Al frente de los fogones de Moscatel se encuentra Carlos Ruiz, artífice de la segunda mejor ensaladilla rusa de Madrid, en el concurso 2023 de la Asociación de Cocineros y Reposteros. En la carta la prepara con ventresca casera de atún rojo. Para abrir boca, también proponen gildas, mejillones gallegos en escabeche casero, salpicón de marisco, croquetas de carabinero o buñuelos de queso Idiazábal.
El otro pilar de Moscatel, además de las verduras, son sus arroces elaborados con leña de olivo en llauna, una bandeja de acero rectangular, que se coloca sobre su gran parrilla, ubicada junto a la zona de la terraza y que está a la vista de todo el que tenga curiosidad por ver lo que se está preparando en ella, ya sean los arroces, las carnes, pescados o las hortalizas. El ticket medio del comensal ronda los 60 euros.
Arroz de montaña, con conejo, morcilla y setas,
El encanto de Moscatel se extiende en sus zonas exteriores, donde por el lateral del huerto y entre sus frutales se encuentra una parra centenaria de uva moscatel.
En cuanto a la decoración, el restaurante no mantiene nada de su pasado como convento y presenta estilo rústico con aire campestre. Dispone de diferentes áreas, que pueden adaptarse y privatizarse para acoger celebraciones. El interior ofrece una sala grande con barra central en la entrada, un porche amplio cubierto por una pérgola y un espacio de terraza en la misma planta del huerto. Así como una sala privada para disfrutar de las comidas en un ambiente más personal. A la Reina Sofía, en cambio, le gusta ocupar una mesa normal con el resto de clientes. Sabe el cariño que siente la gente hacia ella.
