El baile de Alcaraz y Barbora Krejcikova en la cena de campeones de Wimbledon

Pocos minutos después de firmar su segunda victoria en Wimbledon, a Carlos Alcaraz le preguntaron por sus dotes para el baile, durante una entrevista, en plena pista central del All England Club. Bromeó y dijo que lo intentaría. «Seguro que podría ser mejor, intentaré hacerlo lo mejor posible». No se le dio nada mal, tal y como demostró por la noche durante un elegante vals en el Wimbledon Ball, con la vencedora femenina Barbora Krejcikova.

El tenista murciano estaba elegantísimo con un elegante esmoquin con pajarita firmado por Louis Vuitton, firma de lujo de la que es embajador. A ritmo de Dance the night de Dua Lipa, se atrevieron a dar alguna vuelta, algo que provocó los aplausos de los que allí estaban presentes. La fiesta, celebrada en el Raffles London at The OWO Hotel, se retrasó una hora, por lo que comenzó a las 22 horas –las 23 horas en Alemania– y el tenista pudo ver la final de la Eurocopa con su familia y en la casa que tiene alquilada cerca de All England Club.

El famoso baile es ya una tradición que se inició en 1977, coincidiendo con el centenario del torneo. Siempre resultaba atractivo ver a los reyes de tenis, con sus mejores galas, en un acto que cuenta con glamur y excelencia deportiva. Con el paso de los años, dejó de celebrarse y en la última ocasión en la que los campeones de los cuadros individual femenino e individual masculino habían abierto la velada bailando fue en 2015, cuando Serena Williams y Novak Djokovic danzaron con Night Fever de los Bee Gees.

Este lunes, una vez que Alcaraz se haya hecho la tradicional foto con el trofeo de Wimbledon, regresará a España para poder celebrar su triunfo primero en Madrid, donde se unirá en Cibeles a la celebración de la Selección Española a partir de las 20 horas, y luego en su casa, en Murcia, donde podrá descansar unos días antes de los Juegos Olímpicos de París.