El castillo de Balmoral es la residencia principal, pero no la única
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El complejo de Balmoral, al descubierto: así es la matrioska veraniega de Carlos III
La vasta finca de 20.000 hectáreas alberga mucho más que el castillo principal
El hermoso castillo de Balmoral, situado en Aberdeenshire, Escocia, es conocido por ser el lugar donde la realeza británica pasa sus veranos, disfrutando de la tranquilidad y belleza del paisaje. Pero más allá del majestuoso castillo, la finca de Balmoral alberga otras fascinantes residencias que merecen ser descubiertas.
Desde 1852, el castillo ha sido una residencia escocesa de la familia real, adquirido por el Príncipe Alberto para la Reina Victoria. Esta propiedad, ubicada en el corazón del Parque Nacional Cairngorms, ha sido un refugio querido por generaciones de royals. La Reina Isabel II pasó muchos veranos de su vida aquí y también fue donde falleció a los 96 años.
Balmoral también tiene un lugar especial en la historia moderna de la realeza. Fue uno de los destinos elegidos por la Princesa Diana y el Príncipe Carlos para su luna de miel. La joven pareja disfrutó de la tranquilidad y la belleza natural de la finca, alejados del escrutinio público.
A pesar de su apariencia clásica, el castillo de Balmoral no ha sido inmune a los avances tecnológicos. Isabel II, siempre práctica, mandó instalar un ascensor para facilitar el acceso a los diferentes pisos del castillo. Esta mejora moderna se mezcla con la decoración tradicional que ha permanecido casi intacta desde la época de la reina Victoria, manteniendo el encanto y la elegancia del siglo XIX.
La finca de Balmoral abarca unas impresionantes 20.000 hectáreas, con terrenos repartidos en Balmoral, Birkhall, Glen Doll, y Corgarff. Pero, ¿sabías que hay más que solo el castillo en esta vasta propiedad?
La Reina Isabel II, junto a Felipe de Edimburgo y dos de sus hijos
Birkhall, la residencia privada del Rey
Construida en 1715, Birkhall es una joya oculta en la finca de Balmoral. Esta residencia privada del Rey Carlos III en Escocia fue originalmente comprada por el Príncipe Alberto para su hijo, aunque terminó convirtiéndose en una encantadora casa de invitados.
Hoy en día, es uno de los refugios favoritos de Carlos III y la Reina Camila. Birkhall mantiene su decoración victoriana, ofreciendo una atmósfera de encanto antiguo combinado con modernas comodidades, como el ascensor instalado por Isabel II. Además, Birkhall fue el escenario perfecto para la luna de miel de Carlos y Camila en abril de 2005.
En Birkhall, los Reyes pasaron su luna de miel
Glen Doll, naturaleza en estado puro
Otra de las propiedades notables dentro de la finca es Glen Doll. Este territorio es conocido por sus paisajes impresionantes y su biodiversidad. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza, ofreciendo rutas de senderismo que permiten explorar las colinas y bosques escoceses en su máxima expresión.
La inmensidad del paisaje de Glen Doll
Corgarff, historia y aventura
Corgarff es una adición encantadora a la finca de Balmoral, con sus 2.940 hectáreas llenas de historia y aventura. El castillo de Corgarff, que data del siglo XVI, es famoso por su distintivo muro perimetral en forma de estrella.
El castillo de Corgarff, uno de los más encantadores
Este castillo ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ahora es una atracción turística que ofrece una ventana al pasado. Los visitantes pueden explorar su interior y sumergirse en la historia que envuelve a este lugar emblemático.
