Malas noticias para Mario Vargas Llosa

Nunca quiso pertenecer a lo que él mismo denominó civilización del espectáculo, pero ocho años de amor junto a la mujer más buscada de la prensa rosa conlleva consecuencias. Mario Vargas Llosa se saltó sus propias normas al lado de Isabel Preysler, pues se contoneó con gracia por los photocalls e incluso, se animó a participar en el documental de la marquesa de Griñón para Netflix. Su privacidad y su vida personal habían quedado ventiladas y por mucho que lo desease, su ruptura con la reina de corazones nunca le iba a devolver al anonimato, puesto que ya había pasado a engrosar la nómina de personajes.

Su familia también sufre cuando en algunas universidades al preguntar quién es Mario contestan «el exnovio de Preysler». Morgana es quizá la que peor ha llevado todo esto, pero su hijo Álvaro, portavoz de la familia, a través de Twitter, no se ha mordido la lengua. Ha salido a arremeter contra la civilización del chisme. Este verano, la salud de Vargas Llosa se ha convertido en objeto de controversia. La prensa insiste en que, a sus 88 años, arrastra una enfermedad más seria de lo que su hijo quiere admitir. Álvaro publicó una foto de su padre en la piscina para acallar bocas.

Su ausencia en ciertas citas imprescindibles en su agenda también son llamativas. Como informaba esta semana El Debate, en exclusiva, a Mario no se le vio este verano en el festival de Salzburgo, al que sí asistieron su exmujer Patricia, su hijo Álvaro y su mujer Nadia, vistos en el hall del hotel Sacher. ¿Dónde estaba el premio Nobel? ¿Por qué no asistió a lo que él denominó como un paraíso años atrás?

En sus últimas imágenes tomadas en Madrid aparece más delgado, con algún problema de movilidad y una chaqueta, a pesar de las altas temperaturas. Se ayuda de un bastón y del brazo de su hijo Gonzalo para caminar. Recordemos que el verano pasado estuvo ingresado por un segundo episodio de covid. Ha dejado de escribir, pero nunca de leer. En los libros encuentra refugio.

Vargas Llosa sí que habría viajado a Marbella para someterse a su habitual reseteo en la clínica Buchinger, donde sigue un intenso programa y una estricta dieta. Y malas noticias, porque Isabel Preysler también pasará en Marbella estos días acompañada de sus amigas, según adelantaba adelantó la periodista Paloma García-Pelayo. Recordemos que su hijo Julio José actúa en Starlite el 30 de agosto. Patricia Llosa y su hijo Álvaro ya han sido grabados paseando por la ciudad malagueña. ¿Coincidirán la familia Vargas Llosa con la familia Preysler Iglesias en algún momento?