Irene Montero, una 'pija' que no quiere serlo

Su nombre está irremediablemente unido al de Pablo Iglesias, no sólo porque es su pareja sentimental, y padre de sus tres hijos, sino también porque es su mentor político y quien la alzó a lo más alto de las instituciones de este país.

Tras la ruptura de Sánchez con Podemos, y la salida del Gobierno del vicepresidente Pablo Iglesias, Irene Montero dejó de brillar. Aunque su destino actual como europarlamentaria es un puesto de prestigio y excelentemente remunerado. Y su imagen genera el mismo ruido en redes sociales. Polémicas que ella rápidamente responde a quien le cuestiona.

Sin ir más lejos hace apenas unos días, de nuevo, su manera de vestir generó controversia. Sus zapatillas deportivas crearon una polémica en las redes sociales, cuando se sintió molesta por acusarla de lucir una marca cara. Lo negó y argumentó que era una firma española económica.

Sea como sea, es lo mismo, porque la firma española tiene un logotipo muy similar al modelo caro de zapatillas que usan las pijas madrileñas, y que está de moda. Así que luce zapatillas, de 30 euros o de 190 euros con un diseño muy parecido que se confunde, y es totalmente trendy.

Muy delgada y muy pegada a la última moda, Irene Montero siempre cuida mucho sus looks públicos que destilan un clasicismo renovado que ella no acaba de asumir.

Estilismos polémicos

Sus modelos han evolucionado desde sus comienzos en política en 2015, donde daba la batalla a pie de calle junto al que luego se convirtió en su jefe y su pareja. Ahora usa buenas firmas como Bimani de Laura Corsini o Lady Pipa a la hora de vestir en ocasiones especiales. Típicas del barrio de Salamanca de Madrid.

Montero fue depurando su estilo poco a poco, dejando atrás el desaliño para dar paso al maquillaje, lo tacones, las joyas de diseño y las chaquetas blazer. Unos looks refinados que de alguna manera le permitían encajar mejor en lo que los militantes de Podemos llaman la 'Casta'.

Con motivo de la celebración del Día de la Mujer en 2023, apostó por un conjunto de dos piezas, con pantalón y chaqueta de la firma Joplin Atelier, cuyos precios no son muy asequibles para el ciudadano medio. La americana era de 350 euros y el pantalón, 195 euros, un total de 545 euros. Sin embargo, Montero en esta aparición pública utilizó un servicio de alquiler para adquirir su atuendo.

Una política, cada vez mejor vestida, como si el estilismo perroflauta que tanto les ayudó en sus inicios políticos, ya no fuese con ella, aunque no se atreva a reconocerlo.

Por cierto está en Bruselas ya dispuesta a empezar el nuevo curso con nuevo look. Luce el pelo corto, como Tamara Falcó. Es el peinado de moda para este otoño. Irene Montero está mucho mejor ahora, de pija, sin duda, y aunque le pese.