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Jimmy Giménez-Arnau durante una entrevista con Europa Press, a 24 de abril de 2007, en Madrid (España).

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24/4/2007

Jimmy Giménez-Arnau durante una entrevista con Europa Press, a 24 de abril de 2007, en MadridEuropa Press

Cómo se reparten las herencias cuando un padre no se habla con su hija

Jimmy Giménez-Arnau falleció este martes y su única hija Leticia no pasó por el tanatorio puesto que rompieron su relación cuando ella tenía 12 años

La muerte de Jimmy Giménez-Arnau, a los 80 años, deja para el recuerdo sus extravagantes intervenciones en los platós. En una de sus últimas apariciones televisivas, durante la promoción de Ni que fuimos Shhh, sus colaboradores se unieron para rendir homenaje a un hombre que, como bien dijo María Patiño, «ha ganado muchísimo dinero», dejando un legado que va mucho más allá de lo material.

Su ascenso a la fama comenzó de manera espectacular con su matrimonio con la nieta de Franco, una exclusiva que le reportó un millón de pesetas—la primera boda vendida a una revista del corazón. Este evento marcó el inicio de una nueva era en su vida, sobre todo tras su divorcio de Merry Martínez-Bordiú, que le llevó a escribir su primer bestseller sobre su tiempo en la familia del caudillo. Jimmy no solo se limitó a ser un rostro conocido en la televisión; se convirtió en un personaje omnipresente. Periodista, tertuliano, columnista y hasta cineasta con su película Cocaína en 1980, su pluma y su carisma le abrieron puertas en todos los medios. Sin embargo, Kiko Hernández no dudó en señalar que «ha ganado mucho dinero, pero no era un gran ahorrador; si tenía que gastar, gastaba», un estilo de vida que, como se ha revelado, ha dejado su herencia en un estado de incertidumbre.

Merry y Jimmy

Merry Martínez-Bordiú y Jimmy Giménez-Arnau

Jimmy Giménez-Arnau falleció sin poseer ningún tipo de propiedad inmobiliaria. En el registro solo constan tres sociedades a su nombre, las cuales han permanecido inactivas durante años y no generarán beneficios para sus herederos. Estas sociedades son: ‘Gladkat S.L.’, que se dedicaba a la promoción y prestación de servicios artísticos; ‘Librevision S.L.’, que realizaba funciones similares, incluyendo la explotación inmobiliaria; y ‘Libertad Visual 333 S.L.’, que abarcaba la preparación y montaje de espectáculos.

Dado que no tiene propiedades y sus sociedades no están operativas, la herencia del televisivo se limitará, esencialmente, a la cantidad que tenga en sus cuentas bancarias, cuya cifra se desconoce. Además, su legado literario podría ser significativo; sus herederos podrían percibir entre un 5% y un 18% de las ventas de sus más de 14 obras, dependiendo de los acuerdos con las editoriales.

Sandra Salgado during burial of Jimmy Gimenez Arnau in Madrid on Wednesday, 18 September 2024.

Su viuda Sandra Salgado, en el tanatorio de Jimmy Giménez-ArnauGTRES

Así, el futuro legado de Jimmy se convierte en un tema complejo. A nivel legal, su esposa, Sandra Salgado, y su hija, Leticia, son las únicas herederas legítimas. Sin embargo, la relación entre padre e hija ha estado marcada por años de distanciamiento, lo que deja en el aire la posibilidad de que Leticia reciba su parte de la herencia.

El periodista deseaba que su herencia se repartiera equitativamente entre su esposa y su hija. Además, la posibilidad de que haya incluido a otras personas en su testamento es cuestionada, especialmente considerando que también había roto lazos con sus hermanos hace años. En definitiva, el legado de Jimmy se presenta como un intrincado entramado de emociones y decisiones legales que aún está por resolverse.

Entonces, ¿cómo queda el reparto de la herencia de Jimmy Giménez-Arnau al no tener relación con su hija? Hemos hablado con abogados especializados en sucesiones y herencias para saber cómo se reparte, la legítima, la parte obligatoria que corresponde a los hijos, y la posibilidad de desheredar.

Raúl Rodríguez Jiménez, abogado experto en sucesiones en Madrid, con despacho en Plaza de Castilla, nos explica dos escenarios posibles, dependiendo de si Jimmy tiene o no testamento. Si existe testamento, la herencia se divide en tres partes. Primero, hay un tercio de libre disposición, que Jimmy puede dejar a quien quiera. Luego, tenemos un tercio de mejora, que también se lo puede dejar a quien desee, pero solo si es un descendiente, como un hijo o un nieto. Por último, está el tercio de legítima, que la ley obliga a destinar a los herederos forzosos, y en este caso, teniendo una hija, le correspondería a ella. Es decir, si hay testamento, Leticia (su hija) recibiría dos tercios de la herencia, o incluso todo, dependiendo de lo que él decida. La viuda, Sandra, solo recibiría el usufructo de un tercio, es decir, derechos limitados sobre ese tercio.

Raúl también plantea otro escenario: si Jimmy no deja testamento. Si Jimmy no deja testamento, la herencia se distribuye según las leyes de sucesión. En este caso, su hija heredaría casi todo, mientras que Sandra, la viuda, solo tendría el usufructo de un tercio de la herencia. Ahora, si Jimmy deja un testamento y decide no dejarle nada a Sandra, ella no recibiría nada.

Desheredar a un hijo

Ahora bien, cabe la posibilidad de que Jimmy haya desheredado a su hija. Sin embargo, Neus Rodríguez, abogada de familia en Marbella, nos aclara que no es un proceso tan sencillo. Aunque Jimmy no tenga una buena relación con ella, para excluirla de la herencia debe justificarlo con una causa expresa en el testamento, y esta debe estar recogida en el Código Civil. Neus explica que solo se puede desheredar si se cumplen causas muy específicas, como que la hija haya cometido un delito contra Jimmy o haya sido negligente en su cuidado cuando él lo necesitaba, por ejemplo. Además, no basta con simplemente omitirla en el testamento; es necesario especificar claramente la razón.

En resumen, aunque el periodista no tenga relación con su hija, si no la deshereda de manera adecuada, ella será quien herede la mayor parte de la herencia. Si hay testamento, le corresponderán dos tercios, y si no lo hay, prácticamente todo, salvo la pequeña parte que le toque a su mujer por la cuota viudal, si así lo decide el difunto.

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