Sale a la luz el motivo por el que Harry y Meghan se casaron tan pronto
No fue solo un acto impulsivo de amor, sino una decisión urgente, motivada por una presión personal relacionada directamente con la exactriz
La historia de amor entre el príncipe Harry y Meghan Markle siempre ha estado rodeada de misterio y especulaciones, pero ahora, un medio alemán ha revelado la verdadera razón detrás de su apresurada boda. Según el diario Bunte, el matrimonio de los duques de Sussex no fue solo un acto impulsivo de amor, sino una decisión urgente, motivada por una presión personal relacionada directamente con Meghan.
Echando la vista atrás, la rapidez con la que avanzó su relación desde que comenzaron en 2016 sorprendió a todos. En 2017, apenas un año después de conocerse, ya estaban comprometidos, y en 2018 celebraron una boda de cuento de hadas. Sin embargo, lo que parecía una historia de amor perfecta oculta una razón mucho más compleja detrás de esa rapidez. Según el medio alemán Bunte, Meghan tenía 34 años en ese momento, y como explica la experta real Tina Brown, el «reloj biológico» de la actriz estadounidense estaba corriendo.
Este factor fue crucial para Harry, quien, decidido a formar una familia sin perder tiempo, no permitió que las dudas de su hermano, el Príncipe Guillermo, lo detuvieran. A pesar de las preocupaciones de Guillermo, que temía que Meghan no pudiera adaptarse tan rápidamente a la vida dentro de la familia real, Harry estaba convencido de que debía casarse cuanto antes para asegurarse un futuro con Meghan, quien a su edad quería consolidar su vida familiar.
La duquesa de Sussex fue madre por primera vez a los 37 años, cuando dio a luz a su hijo Archie Harrison Mountbatten-Windsor el 6 de mayo de 2019. Su segundo hijo llegó tres años después, cuando, a los 40 años, tuvo a su hija Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, nacida el 4 de junio de 2021. Los dos niños son los protagonistas del Christmas de esta Navidad 2024.
Boda histórica
La boda de Harry y Meghan, celebrada el 19 de mayo de 2018, fue un evento histórico, no solo por la rapidez con la que ocurrió, sino también por lo que representaba. Meghan, una mujer de raza mixta, divorciada y actriz estadounidense, se convirtió en la primera en su tipo en casarse con un miembro de la familia real británica. La ceremonia tuvo lugar en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, un lugar cargado de historia y tradición. La boda fue vista por millones de personas en todo el mundo, quienes se emocionaron con la mezcla de lo tradicional y lo moderno, como la interpretación de Stand By Me por un coro de gospel.
Sin embargo, la realidad que vivieron los duques de Sussex después de la boda estuvo lejos de la perfección que mostraba la ceremonia. La presión mediática fue feroz, con la exactriz convertida en el blanco constante de ataques y críticas, lo que hizo insostenible la relación de la pareja con los medios. Este acoso llevó a Harry y Meghan a tomar la radical decisión de alejarse de sus roles en la familia real en 2020. En busca de una vida más tranquila y tomando el control de sus carreras y salud mental, se mudaron a California.
En cuanto al compromiso, Harry le pidió matrimonio a Meghan en noviembre de 2017, en una propuesta íntima en la cocina de su residencia en Nottingham Cottage, dentro de los terrenos del Palacio de Kensington. La propuesta fue sencilla pero emotiva: estaban cocinando pollo cuando Harry se arrodilló frente a Meghan. Según relató el príncipe, Meghan estaba tan emocionada que no dejó que él terminara la pregunta y dijo rápidamente «sí». Fue un momento especial y privado, con Harry entregándole un anillo con un diamante de Botsuana y dos piedras más pequeñas, un tributo a la fallecida madre de Harry, Diana de Gales.