El acuerdo de divorcio de Guardiola: del reparto del patrimonio a la custodia de su hija menor
Después de 30 años de matrimonio y tres hijos, han emprendido caminos por separado
La ruptura de Pep Guardiola y Cristina Serra, después de 30 años de relación, ha acaparado la atención mediática, especialmente por la prominencia de ambos. Según informaron las periodistas Laura Fa y Lorena Vázquez en El Periódico, la decisión de separarse fue tomada de manera «amistosa y cordial». Sin embargo, ya se había especulado sobre una creciente distancia entre ellos debido a sus vidas separadas, con Guardiola en Manchester y Serra en Barcelona. Aunque la separación se produjo en diciembre, la pareja acordó no hacerlo público hasta después de las festividades navideñas, pidiendo a su círculo cercano que se mantuviera discreto sobre su situación personal. En este contexto, la separación plantea varias cuestiones jurídicas, entre las que se destacan el reparto del patrimonio familiar y la custodia de su hija menor, Valentina, quien con 17 años es la hija más joven del matrimonio.
Aunque Valentina aún no ha alcanzado la mayoría de edad, su situación es diferente a la de sus hermanos mayores, quienes ya son adultos independientes. Según lo informado por el Sunday Mirror en 2019, Cristina Serra decidió mudarse de Manchester a Barcelona para enfocarse en su negocio de moda, llevándose consigo a uno de sus hijos. Sin embargo, no se especifica con cuál de ellos se mudó. Es probable que Valentina haya sido la que acompañó a su madre, ya que, siendo la más joven, es la única que aún dependía de sus padres para su convivencia diaria y apoyo emocional. María, de 23 años, y Màrius, de 21, ya eran independientes, con carreras establecidas. Esta diferencia en la dependencia de los hijos puede influir en el acuerdo de custodia de Valentina tras la separación de sus padres, ya que en estos casos, se prioriza el bienestar de los hijos menores.
Una de las propiedades clave en juego es la vivienda adquirida en 2021 en el exclusivo barrio de Pedralbes en Barcelona. Este inmueble fue comprado por la pareja a través de una sociedad patrimonial, lo que complica un poco el proceso de reparto, ya que no está a nombre de los dos directamente, sino de una entidad participada por ambo en régimen de gananciales. La propiedad, cuyo valor rondaría los 10 millones de euros, tiene un terreno de 2.114 metros cuadrados y es considerada una de las más exclusivas de la ciudad. La vivienda fue adquirida pensando en Cristina Serra, quien necesitaba estar en Barcelona debido a sus compromisos empresariales relacionados con su tienda de moda, Serra Claret.
Además del patrimonio personal, otro aspecto importante en la separación de Pep Guardiola y Cristina Serra es la Fundación Guardiola Sala, creada con fines benéficos. Está presidida por Pere Guardiola, hermano de Pep, y sus vocales incluyen a los hermanos Francesca, Olga y Pep Guardiola, así como a Cristina Serra, Laura Guerra, y los hermanos Albert y Manel Estiarte, amigos cercanos de la familia. Dado que la fundación tiene un papel relevante en el ámbito familiar y en diversas iniciativas sociales, su futuro podría ser un punto de conflicto en la separación, especialmente en términos de la estructura y el reparto de las responsabilidades dentro de la misma.
El trabajo de sus hijos
Pep Guardiola y Cristina Serra, conocidos por ser una de las parejas más estables en el mundo del fútbol, se conocieron en 1994 cuando él tenía 23 años y ella 20. Después de muchos años juntos, decidieron casarse en 2014 en una ceremonia íntima en Matadepera, Barcelona. La pareja tiene tres hijos, cada uno con su propio camino y personalidad.
María, la hija mayor, ha hecho carrera como influencer y modelo en Londres. Con más de 900. 000 seguidores en Instagram, trabaja con la agencia BOLD Management y es embajadora de la Fundación Guardiola Sala. Recientemente, se la ha vinculado con el futbolista Dele Alli, aunque no ha confirmado la relación.
Màrius, el mediano, ha preferido llevar una vida más discreta. Es CEO de tres empresas en Manchester, incluyendo una agencia de marketing llamada Lead the Market. A diferencia de su hermana, él mantiene un perfil bajo en redes sociales, con menos de 2.000 seguidores.
Valentina, la mejor, está centrada en sus estudios y prefiere mantener un perfil reservado, aunque ya tiene club de fans.