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Juan Garrido en el Códice Azcatitlan

Juan Garrido, en el Códice Azcatitlan

Juan Garrido, el hispano africano que participó en la conquista de México

Fue el primer negro que pisó América y que contribuyó, como hombre libre y soldado bajo el mando de Hernán Cortés, a conquistar a los aztecas

Hoy en día todo debe estar racializado en los medios de comunicación. Lo vemos en la nueva literatura, videojuegos, películas y series de televisión donde muestran a actores afroamericanos o afroeuropeos interpretando papeles de personajes históricos eminentemente blancos. Entonces uno se pregunta: ¿Acaso no hay historias de negros lo suficientemente interesantes como para llevarlas a las pantallas? La respuesta es sí… Desde la historia de Mansa Musa hasta la de Shaka Zulú y, otros muchos más, hay relatos muy interesantes.

Una de las más interesantes y probablemente desconocidas es la de Juan Garrido. El primer negro que pisó América y que contribuyó, como hombre libre y soldado bajo el mando de Hernán Cortés (sí, el mismo), a conquistar a los aztecas; sin embargo, no solo fue el primer africano en pisar suelo americano, sino que fue la primera persona que cultivó trigo en el nuevo mundo.

En condición de hombre libre

Juan Garrido nació en la costa occidental de África. Su lugar de nacimiento se estima que estaba comprendida entre las regiones del río Congo y la actual Liberia y de joven fue a Portugal, que poseía dominios en estas regiones de África debido a la circunnavegación del continente rumbo a la India. En Portugal se convirtió al cristianismo católico, pasando poco después a los servicios de los Reyes de Castilla y Aragón (Isabel y Fernando) logrando el permiso para ir a América en el año 1510.

No hay que obviar que la afluencia de sirvientes, esclavos y milicianos negros en las tropas de Castilla no era algo excepcional; sobre todo teniendo en cuenta que los sultanatos de la moderna Marruecos dinamizaban todo un mercado de esclavos negros que movía la economía de estos reinos islámicos en el oeste y el este de África.

Garrido llegó a Cuba en condición de hombre libre y participó en la conquista de la isla y las posteriores exploraciones del Caribe que fueron descubriendo la intrincada red de islas y atolones así como la península de Florida, donde se desplazó con Juan Ponce de León hasta que decidió unirse a la partida de Hernán Cortés cuando decidió, sin permiso del Emperador Carlos V, conquistar el Imperio Azteca.

Juan participó en la conquista de México y demostró sus dotes de exploración y combate en la refriega. Durante el avance de Cortés por México el asombro que causaban entre las tribus por sus ropas, físico, caballos y demás fue un aliciente que sirvió a los españoles como guerra psicológica.

Auxiliar negro en el séquito de Hernán Cortés, posiblemente Juan Cortés o Juan Garrido. Códice Durán

Auxiliar negro en el séquito de Hernán Cortés, posiblemente Juan Cortés o Juan Garrido. Códice Durán

Se cuenta que confundieron a Cortés con Qetzalcoatl por diversas razones (el color blanco de su piel, que desembarcó donde el dios juró que volvería, el parecido del morrión con el casco del dios y toda una serie de coincidencias que el extremeño conoció y usó en su beneficio). Pero poco se cuenta del terror que ocasionó Juan Garrido, de raza negra, al ser confundido con Tezcatlipoca, el dios azteca de piel negra. Ambos despertaron una serie de expectativas por su similitud física con la representación de esos dioses que habían afectado de una forma muy profunda el imaginario colectivo de esta nación y que, por ello; daban una ventaja psicológica a los conquistadores.

Pionero en el cultivo del trigo

Garrido, que participó en la toma de Tenochtitlán, colgó su espada y sus botas durante un tiempo dedicándose a la agricultura. Obtuvo lotes de tierras y esclavos que trabajaron sus campos y le hicieron rico, siendo el primer hombre en plantar trigo en América.

Ocupó el cargo de portero del cabildo de la ciudad de 1524 a 1526. En 1528 comenzaron los problemas políticos en el Virreinato de Nueva España y fue apartado del poder por su lealtad a Cortés, pero su capacidad guerrera y espíritu inquieto le hizo hacerse con un lote de nuevos esclavos y partir rumbo a Zacatula a buscar oro, pero fracasó volviendo a Ciudad de México poco después.

Sin embargo, sus ansias de aventuras le harían explorar California, con la expedición de Cortés de 1530. Debido a su experiencia, conocimientos militares y la estima mutua entre ambos, Garrido contó con más esclavos y una posición privilegiada en la expedición a California que, sin embargo, no produjo nada.

El hombre que pisó tres continentes, el conquistador hispanoafricano y hombre libre que conformó uno de los grandes capítulos de la historia española

Garrido, cansado por los años de viajes por mar y tierra (había cruzado el atlántico dos veces desde África a Portugal y desde España a Cuba), sus exploraciones caribeñas bajo el mando del gobernador Diego Velázquez y su aventura en México, California y en las islas del Mar del Sur (Océano Pacífico) pero también de las intrigas políticas en la cúpula del Virreinato. Solicitó por carta al Emperador Carlos V el reconocimiento de sus labores en la conquista de México y una asignación económica por sus servicios a la corona y su lealtad al Marqués del Valle (Hernán Cortés). En la carta habla de sus esfuerzos, logros y padecimientos, así como su situación actual como hombre asentado en Ciudad de México, casado y con tres hijos. Al final la corona reconoció, agradeciéndole todo lo que hizo por el Imperio y asignándole una pensión hasta su muerte.

Garrido murió en México en 1550, tres años después de su querido amigo Hernán Cortés. Es uno de los grandes olvidados de la historia española, acompañante leal de Cortés, que acaparó toda la fama de la conquista. El hombre que pisó tres continentes, el conquistador hispanoafricano y hombre libre que conformó uno de los grandes capítulos de la historia española que por su magnitud ha ensombrecido la intrahistoria y las vidas de película de todos los conquistadores que fueron allá… Desde míseros, harapientos y hambrientos hombres del empobrecido campo español del siglo XV hasta conquistadores que se cambiaron de bando como Gonzalo Guerrero o Juan Guarrido, el primer negro que pisó suelo americano, fue confundido con un dios y se hizo rico todos estos personajes de leyenda fueron reconvertidos en héroes ricos y ennoblecidos.

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