Hace 100 años en El Debate
8 de febrero de 1923: los turcos amenazan con atacar a los aliados en Esmirna
Los buques de guerra tenían que salir de la ciudad de forma inmediata ante la amenaza de un ataque turco a los aliados
Durante la noche del 7 de febrero los buques de guerra franceses, ingleses e italianos fondeaban Esmirna. El Gobierno turco les daba de plazo hasta las doce de la noche a las fuerzas aliadas para que «abandonasen las aguas territoriales turcas», recogía El Debate, ya que los reglamentos turcos no autorizaban «la presencia en agua jurisdiccionales de barcos de guerra superiores a 1.000 toneladas», añadía el periódico.
En respuesta a este ultimátum, los comandantes aliados contestaron que el asunto debía pasar antes por sus respectivos gobiernos antes de tomar alguna decisión a lo que el gobernador turco respondió que «tenía orden de obligarles a salir si no se conformaban con la petición que se les había hecho de abandonar la población».
Por esta razón los buques aliados en Esmirna habían recibido órdenes de defenderse en caso de que fueran atacados.
Al final de la guerra greco-turca, Esmirna había sido víctima de un gran incendio a los pocos días de la llegada de los militares turcos en 1922 cobrándose la vida de entre 10.000 y 125.000 muertes. Durante el fuego que duró nueve días, unos 400.000 griegos y armenios se concentraron en el muelle para escapar del fuego, pero se vieron obligados a permanecer allí en duras condiciones. Antes de que se produjese este gran incendio, las tropas turcas habían empezado a cometer masacres y atrocidades contra la población griega y armenia de la ciudad.
Una vez terminada la guerra, solo quedaba el reparto de los territorios, algo que se resolvería en el Tratado de Lausana que se firmaría en julio de 1923.