La olvidada participación de la División Azul en la Segunda Guerra Mundial
El 23 de agosto de 1939 fue firmado el pacto Ribbentrop-Molotov o germano-soviético, por el cual ambos países no se agredirían mutuamente. El pacto se firmó nueve días antes de estallar la Segunda Guerra Mundial. El 22 de junio de 1941 el Ejército alemán rompió el pacto al iniciar la invasión de la URSS. El 24 de junio de 1941 el ministro de Asuntos Exteriores español, Ramón Serrano Suñer, anunció que España participaría al lado del ejército alemán, para lucha contra el comunismo.
La División Azul fue la 250ª División de Infantería de la Wehrmacht. La formaron más de 45.000 soldados. Al principio mayoritariamente formada por miembros de FET y de las JONS –requetés y Falange Española– conocida como voluntariado azul y con la incorporación de militares al ir avanzando el conflicto. Cataluña y País Vasco quedaron por debajo del cupo establecido de voluntarios.
En el frente los voluntarios españoles se ganaron la confianza de los alemanes. No concedían concesiones a los reveses. Sabían resistir e improvisar. A finales de 1942 las bajas de la División Azul eran de 1.400 hombres. En octubre de 1943 parte de las tropas regresaron a España. Quedaron ahí alrededor de 2.300 hombres. La División pasó a llamarse Legión Azul. Las bajas totales de la campaña en Rusia ascendieron a 25.500 soldados. De ellos algo más de 5.000 fallecieron. Sobre la División azul escribe Carlos Caballero Jurado…
«La División Azul fue un grano de arena en la montaña que era el frente ruso, con un enorme despliegue alemán. En este sentido la unidad española tuvo escasa incidencia, como cualquier otra división de infantería… La gente cree que los ejércitos del Tercer Reich están compuestos por poderosas Panzer divisiones de enorme movilidad. Es falso. La gran mayoría de los infantes se mueven a pie. El hecho de que la División Azul no tuviera tanques no significa que los alemanes no confiaran en ella, es que la gran mayoría de sus formaciones militares tampoco los tenían».
Desde el campamento de instrucción, los divisionarios dormían en los caminos, después de marchas de 40 y 50 kilómetros diarios, cargando con un equipo de 40 kilos. A todos aquellos voluntarios que participaron en la campaña de Moscú se les entregó una medalla llamada Invierno en el Este, conocida popularmente como Carne congelada. Como ejemplo del porqué de ese nombre hay que comentar que, en el lago Ilnen, los divisionarios, llegaron a soportar unas temperaturas de 51º bajo cero.
Una de las peores batallas en las que lucharon fue la de Krasny Bor, localidad a 20 kilómetros de San Petersburgo. Unos 5.900 voluntarios hicieron frente, con armas ligeras, a 44.000 soviéticos con 700 piezas de artillería. El resultado fue 3.162 bajas, de ellas 2.127 muertos. Por parte soviética, estos tuvieron 13.500 muertos y entre .2000 y 5.000 heridos. Los rusos no pudieron mantener aquella posición y, al día siguiente, con el contraataque de la División Azul, los soviéticos perdieron unos 10.000 hombres. Ese día 300 voluntarios cayeron prisioneros y fueron destinados a un gulag siberiano. Pocos sobrevivieron. Los que consiguieron hacerlo, regresaron al puerto de Barcelona en el barco Semíramis, 2 de abril de 1954. De ellos, estos son los nombres de los catalanes que regresaron con vida: Gonzalo Alarcón Mateo, Salvador Bueno Gimeno, Juan Cabré Cabré, Juan Cano Morales, Martín Febrero Lozano, Mario Floretach Costa, José García García, Pedro Llompart Beimasar, Daniel Massip Márquez, Victoriano Aixalá Costa, Fausto Gras Gelet, Germán Gurgiu, Juan Carles y Juan López.
Voluntarios catalanes
Por lo que se refiere a los voluntarios catalanes en la División Azul, se buscó que fueran sólo miembros de Falange española. Cuando carlistas de Lérida y Manresa se presentaron como voluntarios, fueron rechazados. Esto fue en un primer momento, cuando se veía que no se llegaba al cupo impuesto por el gobierno, no sólo se aceptaron miembros del Requeté, sino que fueron soldados. Estos últimos no eran voluntarios, sino obligados por sus superiores.
El teniente coronel de Monteys, jefe de reclutamiento en Barcelona, exigía que todos los voluntarios presentaran su afiliación a Falange Española o certificado de licencia por haber prestado servicio con las fuerzas nacionales durante la Guerra Civil. Al final 1.200 voluntarios de la IV Región Militar fueron declarados aptos para formar parte de la División Azul. A estos hay que añadir los de Gerona, de los cuales hablaremos posteriormente. El cupo para Cataluña era de 2.021 voluntarios. Para completar el cupo, se incluyeron voluntarios de Valencia y Alicante.
Para vestir a aquellos voluntarios se utilizó material encontrado, después de finalizar la Guerra Civil en el Hospital de San Pablo de Barcelona. En concreto 8.500 guerreras, 6.500 pantalones tipo noruego, 11.300 pares de calcetines, 4.500 pares de guantes de lana, 560 pares de guantes de cuero, 430 pares de botas claveteadas, 400 pares de botas altas negras, 345 pares de botas marrones, 8.000 juegos de cubierto de aluminio y 23.000 gorras de lana de tipo pasamontañas.
Del cupo establecido de 2.201 voluntarios, 1.758 eran soldados, 193 suboficiales y personal de oficio del ejército y 70 jefes y oficiales. El primer muerto barcelonés en Rusia fue Tiburcio Borrás Batista. El periódico Solidaridad Nacional, 16 de noviembre de 1941, publicó la siguiente nota…
«Tiburcio Borrás Batista, de 21 años de edad, militante del SEU y falangista de cuerpo entero, ha encontrado la muerte, cara al enemigo, en las inhóspitas tierras rusas. Barcelona cuenta como él con un héroe suyo, caído gloriosamente en la lucha contra el comunismo, por el honor y la gloria de la Patria muy querida, y para lograr una Europa mejor y más justa».
De aquellos voluntarios catalanes que fueron capturados en la batalla de Krasny Bor, febrero de 1943 y trasladados a un gulag, tenemos referencia de estos que fallecieron Felipe Bernabé, gulag Charcoff; Castelló, gulag Karaganda; José Justo Fernández García, gulag Rostov; Mayol, gulag Makarino; Joaquín Mayoral Vergel, gulag Cherepoviets; y Trías, gulag Karaganda.
La División Azul se constituyó siguiendo un modelo divisionario alemán. Las fuerzas expedicionarias disponían de:
- Cuartel General: compuesto por el Mando, Estado Mayor, Jefaturas de las diferentes Armas, Servicios y Pagaduría Divisionaria.
- Tres Regimientos de Infantería.
- Un Regimiento de Artillería.
- Un Batallón de Depósito.
- Las Unidades Independientes: grupos de explotación, Grupo de Transmisiones, Grupo Antitanques y Batallón de Zapadores.
- Los servicios Divisionarios: Servicio de Transportes de Veterinaria, Intendencia, Sanidad, Correos, Orden y Policía, y Propaganda.
- Los Servicios de Retaguardia: constituidos por los hospitales de Riga, Vilna, Königsberg, Berlín y Hof. En Hof, además del hospital, había un campamento donde, a partir de la primavera de 1942, se alojó a los sucesivos Batallones en Marcha y a los Batallones de Repatriados. Para atender al personal en tránsito y al que estaba destinado en los Servicios de Retaguardia, se estableció en Hof una Representación de la División. También había Representaciones en Berlín, Königsberg, Riga y Vilna.
La División Azul se disolvió el 7 de octubre de 1943. Regresaron la segunda quincena de diciembre. El 17 de noviembre de 1943 se creó la Legión Española de Voluntarios (Legión Azul), formada por uno 15.000 hombres, de ellos 2.000 voluntarios españoles. Esta unidad se disolvió el 12 de abril de 1944.