Los orígenes del automovilismo militar en España
Puede situarse el comienzo del automovilismo en el seno del Ejército español en las postrimerías del siglo XIX. Al comienzo la Guerra del Rif, en 1909, se utilizarían por vez primera camiones en un conflicto bélico
Allá por el año 1879, la Junta Superior Facultativa de Artillería comunicaba al Mando y al Estado Mayor Central del Ejército la conveniencia de adquirir locomotoras de carretera a vapor para el transporte de piezas de artillería de costa. Así, en el año 1980 se adquirieron dos locomóviles, conocidos también como «locomotoras de carretera», que fueron puestos a disposición de las unidades de Artillería. Se trataba de dos tractores Aveling & Porter Modelo 1871 con una potencia de 8 CV. Uno de estos vehículos fue destinado a la Fábrica de Artillería de Trubia y otro a la Maestranza de Artillería de Cádiz.
Años más tarde, en los albores del siglo XX, la Comisión de Experiencias, Proyectos y Comprobación del Material de Guerra del Arma de Artillería, comenzó a profundizar en el estudio de la aplicación militar de los automóviles. Estos ingenios empezaban a ser considerados complementos indispensables para cualquier ejército moderno. Por tanto, desde el año 1905 la Sección de Artillería del Ministerio de la Guerra comenzó a adquirir vehículos para su análisis y evaluación.
Estos ingenios empezaban a ser considerados complementos indispensables para cualquier ejército moderno
Algo antes, en 1903, había sido creado el servicio de Automovilismo Rápido Militar como parte del Servicio de Transmisiones de Ingenieros del Ejército. Se creó asimismo la Escuela de Mecánicos Automovilistas del Ejército, dependiendo las dos nuevas unidades del Regimiento Mixto de Ingenieros número 2. Ese mismo año, el capitán de Caballería Luis María de Carvajal y Melgarejo, duque de Aveyro, marqués de Puerto Seguro y conde de Cabrillas, donó al Ejército un automóvil Peugeot Phaeton fabricado en Francia en 1898. Este vehículo se convirtió en el primero de combustión interna a disposición del Ejército español.
En junio de 1906 el automovilismo militar pasó a depender del Centro Electrotécnico y de Comunicaciones Militares (CEYC), unidad que había sido creada en noviembre de 1904. Por tanto, este centro puede considerarse la cuna del automovilismo militar en España.
Vehículos de transporte en el Protectorado
El 6 de agosto de 1909, habiendo ya dado comienzo las operaciones militares enmarcadas en la Guerra del Rif (1909-1927), la Comandancia de Artillería de Melilla comenzó a utilizar un camión S.A.G. de 40 CV cuya capacidad de transporte era de 4000 kg. Aunque inicialmente existieron ciertas reticencias en cuanto a los servicios que este vehículo podría prestar, su utilidad fue pronto reconocida.
Un segundo camión de la misma marca llegó a Melilla el 29 de agosto y comenzó a ser utilizado de forma inmediata. Poco después, Alfonso XIII dispuso el envío de dos vehículos de la marca Delahaye de 28 CV y con capacidad de transporte de 1000 kg., además de un camión que podía cargar 2500 kg. También se incorporaron a la Sección Automovilista dos camiones de las marcas Schneider y Daimler, ambos con una potencia de 40 CV y con capacidad de transportar 4.000 kg. De esta forma, la primera unidad automovilista del Ejército español contaba en sus inicios con seis vehículos con una capacidad total de transporte superior a las 20 toneladas.
La llegada de los camiones blindados
Sin embargo, desde que comenzó su utilización en el Protectorado era patente la necesidad de que los vehículos de transporte ofreciesen alguna protección al personal, puesto que eran continuamente hostilizados por el enemigo. Era manifiesta la necesidad de disponer de vehículos con el blindaje suficiente como para hacer frente al fuego de fusilería, permitiendo de esta forma el transporte de personal y pertrechos en condiciones de seguridad.
Es en este contexto en el en junio de 1910 que llega a España el primer camión blindado, un Schneider-Brillié modelo 1909. Este vehículo, fue asignado a la Escuela de Automovilismo de Artillería. Tras un periodo de pruebas, llegó a Melilla el 17 de enero de 1912. En septiembre de 1911 se adquirió un segundo camión blindado.
El Centro Electrónico y de Comunicaciones Militares
En 1921 se crearon destacamentos del CEYC en Ceuta y Melilla, que el año siguiente fueron aumentados a Grupos Mixtos de Radiotelegrafía y Automovilismo permanente y semipermanente, además de una compañía independiente en Larache. El Grupo de Melilla estaba compuesto por tres compañías y en él estaba integrada la sección de camiones protegidos. Estas unidades participaron en numerosos hechos de armas durante la campaña en el Protectorado español de Marruecos.
Este centro puede considerarse la cuna del automovilismo militar en España
Entre 1927 y 1931 el CEYC se denominó Regimiento de Radiotelegrafía y Automovilismo, para convertirse en el Centro de Transmisiones y Estudios Tácticos de Ingenieros hasta 1939. Es claro que fue en 1931 cuando la unidad dejó de encargarse del automovilismo militar. Después de muchos cambios de denominación, desde el año 2005 la unidad se denomina Regimiento de Transmisiones número 22. Es por este motivo por el cual en nuestros días esta unidad ostenta la Medalla Militar Colectiva que fue concedida al CEYC en septiembre de 1925.