23 de junio de 1923: Estados Unidos confiscará todas las bebidas alcohólicas que entren en aguas americanas

El Debate publicaba un artículo con el titular «La ley seca y los barcos» para tratar las controvertidas medidas que Estados Unidos aplicaba para la ilegalización de la fabricación, transporte, importación, exportación y la venta de alcohol para consumo. En esta ocasión, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos notificaba que se había decidido la «confiscación de todas las bebidas alcohólicas dentro de las aguas jurisdiccionales americanas, aunque se encuentren bajo el sello de Gobiernos extranjeros y a bordo de buques extranjeros».

Esto hizo que cinco vapores ingleses: el Berengaria y el Caronia, de la Cunard Line; el Olympic y el Cedrio, de la White Star, y el Lapland, de la Red Star que llevaban licores en cajas selladas por los oficiales de la aduana inglesa e iban rumbo a Inglaterra pasando por Nueva York tuviesen que «apartar los licores» antes de entrar en aguas norteamericanas. «Los oficiales de aduanas americanos han recibido la orden de embargar todos los licores que lleguen a América», indicaba El Debate.

Ante estas noticias, Londres aseguró que la jurisdicción británica cesaba al salir de las aguas territoriales británicas aún para las mercancías selladas con el sello británico. Por consiguiente «si las autoridades norteamericanas embargan los licores sellados por Inglaterra a más de tres millas de la costa británica, el Gobierno inglés no puede actuar y cualquier incidente que ocurra se tendrá que solucionar entre el Gobierno americano y la compañía naviera».

La ley seca entró en vigor el 16 de enero de 1920 y fue derogada en 1933 con la XXI Enmienda de la Constitución norteamericana, terminando oficialmente el 5 de diciembre de ese mismo año.