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Hamburgo tras el bombardeo de 1943

Hamburgo tras el bombardeo de 1943

Gomorra, la operación aliada que bombardeó Hamburgo y costó la vida de 50.000 alemanes

«La meta de los ataques debe ser golpear la moral de la población civil enemiga y, en especial, la de las clases trabajadoras… Si no puedes golpear las fábricas, golpea a los obreros», dijo Harris, conocido como «Bomber Harris»

En la conocida como Operación Gomorra, del 24 de julio al 3 de agosto de 1943, unas 50.000 personas fallecieron; 300.000 edificios, viviendas y comercios quedaron destruidos; como consecuencia del bombardeo de la RAF, al mando del mariscal Sir Arthur Harris, sobre la ciudad de Hamburgo. «La meta de los ataques debe ser golpear la moral de la población civil enemiga y, en especial, la de las clases trabajadoras… Si no puedes golpear las fábricas, golpea a los obreros», dijo Harris, conocido como «Bomber Harris».

Lancaster sobre Hamburgo, 30/31 de enero de 1943

Lancaster sobre Hamburgo, 30/31 de enero de 1943

Hubo un ensayo de bombardeo en marzo y mayo de 1942, cuando la RAF destruyó las ciudades de Lübeck y Colonia. Posteriormente, 6 de junio de 1944, tuvo lugar la Operación Overlord o batalla de Normandía. A finales de julio de 1943 hubo cinco ataques nocturnos llevados a cabo por la RAF y dos diurnos por la USAAF sobre Hamburgo.

El primer bombardeo se llevó a cabo la noche del 24 al 25 de julio de 1943. Esa noche, 791 bombarderos de la RAF sobrevolaron Hamburgo. El objetivo era St. Nikolai-Kirche, en el centro de la ciudad. Los bombarderos dejaron caer 2.000 toneladas en bombas. Las circunstancias atmosféricas, unido a las bombas, crearon unas circunstancias excepcionales. Un inusual ambiente seco y tibio para la calor de la época, se juntó con la alta concentración de bombas caídas en St. Nikolai-Kirche y los barrios de Hoheluft, Reimsbüttel y Altona, junto con la imposibilidad de apagar los incendios.

El tornado de fuego que crearon las bombas, con vientos de 240 km/h provocaron una temperatura cercana a los 800 °C, quemando más de 21 km² de la ciudad. El asfalto se derritió y quemó; las piedras estallaban por la calor. Aquella tormenta de fuego provocó que desapareciera el oxígeno. Muchas de las personas que estaban en los refugios o en búnker no murieron por el impacto de las bombas, fallecieron ahogados por falta de oxígeno. En aquel primer bombardeo murieron alrededor de 20.000 personas.

El segundo bombardeo lo realizó la USAAF la tarde del 25 de julio. Se desplazaron 40 aviones. Destruyeron varios barcos y se bombardeó una empresa de tratamiento de aceites minerales.

Bombarderos Halifax del Mando de Bombardeo sobre un blanco en la Europa ocupada

Bombarderos Halifax del Mando de Bombardeo sobre un blanco en la Europa ocupada

El tercer bombardeo también lo efectuó la USAAF la tarde del 26 de julio. Los 71 aparatos que se desplazaron volvieron a bombardear el puerto y la central eléctrica de Neuhof. Fallecieron 150 civiles. El cuarto bombardeo lo llevo a cabo 6 aviones de Havilland DH 98 Mosquito de la RAF, la noche del 26 al 27 de julio, que molestó y puso el miedo en la gente, que por los destrozos que provocaron.

En aquel ataque, 739 bombarderos sobrevolaron Hamburgo. El objetivo eran los barrios al este del centro de la ciudad

El quinto ataque mortífero, como el primero, lo llevó a cabo la RAF la noche del 27 al 28 de julio de 1943. En aquel ataque, 739 bombarderos sobrevolaron Hamburgo. El objetivo eran los barrios al este del centro de la ciudad. Como en el primer bombardeo, la temperatura climatológica era muy calurosa y seca. Se produjo una tormenta ígnea, con lenguas de fuego de 800 °C y viento de 250 km/h. en algunos puntos las llamas alcanzaron una altura de 2.000 metros. Como en el caso anterior, hubo un efecto de desaparición del oxígeno. Aquella noche quedaron destruidos los barrios de Rotheusburgsort, Hammerbrook, Borgfelde, Hamm, Eilbek, Hohenfelde, Barmbek y Wandsbek. En aquel ataque fallecieron alrededor de 30.000 civiles. Se contabilizaron unos 120.000 heridos.

El sexto bombardeo tuvo lugar la noche del 29 al 30 de julio de 1943. Aquel día sobrevoló Hamburgo 726 bombardeos de la RAF. En aquella ocasión se lanzaron bombas sobre los barrios de Barmbek, Uhlenhorst y Winterhude. A diferencia de los otros bombardeos, en esta ocasión no hubo tormenta de fuego. Se cuantificaron unos 1.000 muertos.

Imagen de la incursión nocturna de la RAF del 24/25 de julio de 1943

Imagen de la incursión nocturna de la RAF del 24/25 de julio de 1943

El séptimo y último bombardeo se produjo la noche del 2 al 3 de agosto. La RAF envió 740 bombarderos. Atacaron indiscriminadamente. Se incendió la Ópera de Hamburgo, pero no se contabilizaron bajas.

Aunque había sido un plan, con la aprobación de Stalin, para desestabilizar a Hitler, las consecuencias no gustaron a todo el mundo

En aquellos bombardeos se utilizaron bombas incendiarias. Aunque había sido un plan, con la aprobación de Stalin, para desestabilizar a Hitler, las consecuencias no gustaron a todo el mundo. Hasta ese momento Stalingrado había caído en febrero, se había perdido África; los Panzer peleaban en Kusk, Italia estaba a punto de ser invadida. Con lo cual, aquellos bombardeos tenían que ser claves para darle la vuelta a la guerra.

Decíamos que las consecuencias no gustaron a todos el mundo. También dejó secuelas. El escritor alemán, autor de Austerlitz, W.G. Sebald escribió que «la sensación de humillación nacional sin parangón sentida por millones [de alemanes] durante los últimos años de la guerra nunca encontró expresión verbal de verdad, y aquellos directamente afectados por la experiencia ni la compartieron entre sí ni la transmitieron a la siguiente generación».

Y el filósofo A.C. Grayling, en Among the Dead Cities, reflexionaba diciendo «clara e inequívocamente tenía como objetivo la población civil de una gran ciudad, que fue bombardeada de noche para conseguir su fin, descrito gráficamente en las palabras de sir Arthur Harris [comandante británico de la Operación Gomorra] de 'aplastar al Boche [apelativo despectivo aplicado a la población alemana], matar al Boche, aterrorizar al Boche'. Si la Operación Gomorra ya fue un acto inmoral, cuánto más lo serían Dresde, Hiroshima y Nagasaki».

Para Harris la mejor manera de acabar con la guerra era matar lo máximo posible y de la manera más atroz

Así pues, los bombardeos no fueron un orgullo. Tampoco pertenecer a la sección de la RAF que comandaba el mariscal Sir Arthur Harris. Su Bomber Command tenía un margen de bajas superior al 60 %. El número de muertos, 50.000 personas, supuso que aquel episodio quedara casi olvidado. Por eso se desestimó la entrega de medallas a los miembros del escuadrón de Harris. Para este la mejor manera de acabar con la guerra era matar lo máximo posible y de la manera más atroz.

Para Harris y otros miembros de la RAF los bombardeos eran el mal menor, pues con ellos se acortaría la guerra. Buscaban quebrantar la moral alemana. En total sobrevolaron Hamburgo 3.000 aviones y se lanzaron 9.000 toneladas de bombas. Se destruyeron 250.000 hogares. Aquella tormenta de fuego volvió a repetirse, el 13 de febrero de 1945, sobre la ciudad de Dresde, sobrevolada por 796 bombarderos y con la muerte de 25.000 personas.

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