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Louis Zborowski conduciendo el Chitty Bang Bang 1 en Brooklands

Louis Zborowski conduciendo el Chitty Bang Bang 1 en Brooklands

Picotazos de historia

Las tres vidas del Chitty Bang Bang, el coche que inventó Louis Zborowski para batir récords de velocidad

Louis Vorow Zborovski fue un magnífico ingeniero y un piloto de coches de carreras de primera. En los establos de su mansión construiría y diseñaría él mismo cuatro coches

El conde Louis Vorow Zborowski (1895 – 1924) no fue conde en absoluto. Él mismo se hacía llamar así porque, según afirmaba, «le sentaba bien». Pero fue un magnífico ingeniero y un piloto de coches de carreras de primera. Como miembro de la riquísima familia Astor por parte de su madre, heredó a los dieciséis años de edad una fortuna calculada en unos once millones de libras, entre propiedades, valores y efectivo. Fue el gran promotor de la marca de automóviles Aston Martin.

Zborovski construyó en los establos de su mansión –Higham Park, en el condado de Kent. Reino Unido– cuatro coches de carreras diseñados por él mismo. El primero de ellos, que tenía un motor de avión Maybach de más de 23 litros lo bautizó, muy informalmente, como Chitty Bang Bang. El motivo de tan curioso nombre se lo llevó a la tumba pero en vida lo encontraba divertidísimo. Tanto que los siguientes modelos diseñados por él se llamaron igual con la diferencia de un número que indicaba el modelo.

El coche original de la clásica película familiar "Chitty Chitty Bang Bang" se subastará el mes que viene por hasta dos millones de dólares

El coche original de la clásica película familiar «Chitty Chitty Bang Bang» se subastará el mes que viene por hasta dos millones de dólaresGTRES

El último de estos, el Chitty Bang Bang 4 tenía un motor de avión tipo Liberty de 27 litros y doce cilindros en V. Este modelo nunca llegó a probarlo pues el intrépido piloto se salió de la carretera mientras participaba en el Gran Premio de Monza y chocó contra un árbol. Falleció al instante. Tenía 29 años de edad.

John Godfrey Parry-Thomas (1884 – 1927) fue un brillante ingeniero que hizo fortuna como ingeniero jefe de la empresa de motores Leyland durante la Primera Guerra Mundial. Terminado el conflicto descubrió su afición, que escaló a la categoría de pasión, como diseñador y conductor de coches de carreras y de alta velocidad.

Parry-Thomas enfocó el coche no para participar en carreras, sino para batir récords de alta velocidad

En 1924 adquirió de la testamentaria del conde finado el Chitty Bang Bang 4 por la ridícula cifra de 120 libras y procedió a hacerle algunas modificaciones. Parry-Thomas enfocó el coche no para participar en carreras, sino para batir récords de alta velocidad. Rediseñó los pistones del motor para obtener una mayor eficiencia y le instaló cuatro carburadores Zenith. Para transmitir la potencia a las ruedas motrices utilizó cadenas externas protegidas con un carenado.

Louis Zborowski en el Gran Premio de Francia de 1922

Louis Zborowski en el Gran Premio de Francia de 1922

Parry-Thomas además alteró el chasis del coche dotándolo de una línea más aerodinámica. El resultado, rebautizado como «Babs» –el porqué es otro misterio–, fue un triunfo ya que en la primera prueba realizada en abril de 1926 estableció un nuevo récord de velocidad con un registro de 273,6 km/h. El 3 de marzo de 1927, intentando establecer un nuevo récord de velocidad en las playas de Pendine Sands (Gales), Parry -Thomas perdió el control del bólido que pilotaba y murió en el subsiguiente accidente.

Tras el informe perital, el coche fue condenado a ser enterrado en el lugar en el que encontró la muerte el desdichado ingeniero. Creo que es un caso único en el mundo del automovilismo.

La restauración del legendario coche

En 1968 el mecánico y especialista en restauración de coches Owen Wyn Owen consiguió las autorizaciones de los herederos del fallecido Parry-Thomas y de las autoridades militares, ya que esa zona había pasado al ejército que había instalado una base de cohetes.

Por medio de fotografías antiguas se localizó el área aproximada y con detectores de metal localizaron el punto exacto donde estaba enterrado el pobre Chitty/Babs. La intención de Owen era la de restaurar el coche y exhibirlo en un museo. Cuando encontraron los restos, de lo que hay abundante documentación gráfica, descubrieron que si bien el chasis estaba afectado por la corrosión, las piezas mecánicas habían sido protegidas contra el salitre gracias a un providencial baño de aluminio que habían recibido.

Jamás volvería a alcanzar, ni de lejos, las fantásticas velocidades previas al accidente

La restauración del coche, en su día muy polémica y no solo por el hecho de tratarse de un coche «condenado», fue laboriosa. A principios del año 1970 el Chitty Bang Bang 4 alcanzó los 145 km/h en la primera prueba que realizó tras su «resurrección». Jamás volvería a alcanzar, ni de lejos, las fantásticas velocidades previas al accidente.

Siendo un niño Ian Fleming, el autor de las novelas de James Bond, vio correr al conde Zborovski y a sus Chitty Bang Bang. Encariñado con ese recuerdo de la infancia, escribió tres novelas sobre un coche con ese nombre y que jamás vería editadas. Albert Broccoli, productor de las películas de James Bond, adquirió los derechos y encargó al escritor Roald Dalh un guion basado en las novelas. El resultado fue la película de 1968, protagonizada por Dick Van Dyke, Chitty Chitty Bang Bang.

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