Picotazos de historia
Kinthup, el agente que fue enviado por el Gobierno británico para desentrañar un misterio del Tíbet en 1880
A finales del siglo XIX se ignoraba esto y todo lo relacionado con el reino del Tíbet, lo que ponía de los nervios al servicio del Estudio Trigonométrico, dedicado a explorar y cartografiar el país
El gran Estudio Trigonométrico de la India tenía como objeto el estudio y medición, bajo planteamientos rigurosamente científicos, del subcontinente indio. En 1870 la gran pregunta que se hacían era si el río Tsangpo era el mismo que desemboca en la bahía de Bengala con el nombre de Bramahputra.
Hoy sabemos que el río Tsangpo nace a los pies del monte Kallas a unos 1700 kilómetros al norte y que discurre paralelo a la cordillera del Himalaya y que cuando llega al extremo oriental del Tíbet, a más de 4000 metros de altitud, el río hace un imprevisible giro de 260º, horadando un profundo cañón, más largo que el cañón del Colorado, atravesando escarpados cordones montañosos para descender abruptamente unos 3000 metros.
Es a la altura del estado indio de Arunachal Pradesh que el Tsangpo empieza a ser llamado Bramahputra (Hijo de Bramah en lengua industaní). Hoy lo sabemos, pero a finales del siglo XIX se ignoraba esto y todo lo relacionado con el reino del Tíbet –misterioso reino que tercamente se empeñaba en permanecer oculto y aislado de los ojos occidentales– lo que ponía de los nervios al servicio del Estudio Trigonométrico y mucho más al Servicio de Inteligencia Militar de Su majestad en la India.
Probar que son el mismo río
Para calmar tal sin vivir, un oficial destinado en el Estudio Trigonométrico (y que colaboraba con la inteligencia militar) desarrolló un proyecto para conseguir información (espiar). Era imposible enviar a un occidental ya que sería inmediatamente identificado como tal y detenido como espía, así que enviarían a autóctonos (nepalíes, sikkineses, hindúes, etc.) debidamente adiestrados para medir distancias y calcular altitudes con el objeto de reunir información que permitiera completar esa zona en blanco que tenían en sus mapas.
A estos voluntarios se les dio el nombre en clave de Pandit o Pande, palabra que significa maestro de escuela en industaní y apellido de la primera persona contratada para tal fin. El encargado de la recluta, entrenamiento y supervisión sería el capitán Henry John Harman. En 1879, el capitán Harman contrató y entrenó a un individuo originario de Sikkin (estado fronterizo con el Tíbet), perteneciente a la etnia Lepcha y que respondía al nombre de Kinthup.
La nueva adquisición probó ser valiosa y persona de recursos por lo que se le organizó una expedición, dentro del Tibet, para probar que el río Tsangpo y Bramahputra eran el mismo. Se le ordenó que llegara al punto más profundo del río Tsangpo y arrojara, en un periodo de varios días, quinientos troncos marcados para comprobar si aparecían en el Bramaputra o en el Golfo de Bengala. Para facilitar el avance de Kinthup se contrataron los servicios de un monje chino que afirmaba conocer la zona y que serviría al agente como guía. ¡Mala elección! El monje resultó ser un caradura de mucho cuidado.
Vendido como esclavo
Al poco de entrar en el Tíbet se lío con la esposa de un posadero y tuvo cuatro meses al pobre Kinthup parado, ya que se negaba a avanzar poniendo todo tipo de excusas. Al final el posadero se enteró de lo que sucedía y tuvieron que salir a la carrera. Un día, mientras estaban alojados en casa de un potentado local, el monje desapareció con todas las posesiones de Kinthup. Este descubrió horrorizado que el monje ladrón y estafador le había vendido como esclavo al dueño de la casa.
Durante más de un año trabajó como esclavo, tras un intento de fuga frustrado, tuvo la fortuna de relatar sus desdichas al abad de un monasterio quien, compadecido, compró al supuesto esclavo por cincuenta rupias. El abad le propuso que trabajara para su monasterio durante tres años para pagar su deuda y Kinthup aceptó encantado y agradecido.
Trabajó eficientemente durante cinco meses. Pasado ese tiempo y como entraban en una época de poca actividad en el monasterio, solicitó al abad autorización para realizar una peregrinación religiosa, excusa para localizar un punto viable en el Tsangpo para llevar a cabo la labor encomendada. El abad le autorizó. Encontró un buen lugar y reunió la cantidad de troncos necesarios.
Luego viajó a Lhasa, la capital del Tíbet, ya que era el único lugar desde el que podría enviar una carta a Harman. Durante el camino se encontró con un compatriota a quien confió el mensaje y volvió al monasterio. Desdichadamente, el capitán Harman había muerto y no hubo constancia en los archivos británicos de que la carta de Kinthup llegara a su destino.
Un informe detallado, pero ignorado
El agente continuó trabajando diligentemente para pagar su deuda. El abad, encantado por la buena disposición de Kinthup, su piedad religiosa y por haber vuelto al monasterio para pagar su deuda, le liberó de su deuda tras dieciocho meses de trabajo. El agente era libre para ir donde quisiera. Kinthup abandonó el monasterio y cumplió su misión arrojando al Tsangpo los troncos durante un periodo de diez días. Desdichadamente, nadie había para comprobarlo. Cumplida su misión hizo a pie el camino de vuelta, llegando a territorio británico en noviembre de 1884. Cuatro años después del inicio de su misión.
Presentó su informe junto con cálculos y mediciones que había realizado en ese tiempo y mapas que dibujó de las zonas donde estuvo
En las oficinas del Gran Estudio Trigonométrico presentó su informe junto con cálculos y mediciones que había realizado en ese tiempo y mapas que dibujó de las zonas donde estuvo. Pero como les mencioné, Harman había muerto, no había constancia del mensaje enviado, nadie comprobó si aparecían los troncos y la información que presentaba era tan detallada que nadie la creyó. Se le consideró un mentiroso y su informe quedó olvidado.
En 1913, el supervisor del Estudio Trigonométrico Henry Treise Morshead (1882 – 1931), quien sería asesinado en misteriosas circunstancias, presentó un informe sobre una expedición que había liderado para investigar la garganta del Tsangpo. Su informe confirmó los datos aportados treinta años antes por el pobre Kinthup.