Fundado en 1910
Los Sullivanianos

Los SullivanianosDonna Warshah

Picotazos de historia

El escándalo del Instituto Sullivan o la secta que intentó destruir la familia

El nuevo instituto postulaba que la raíz de todos los problemas y enfermedades mentales estaban relacionados con los vínculos y estructuras del modelo de familia tradicional, por lo que defendían un sistema de comunidad no monógamo

En 1957 Saul B. Newton, un psicoterapeuta norteamericano veterano de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial, se instaló en la ciudad de Nueva York junto con su esposa, la doctora Jane Pearce. Ella había estado trabajando en el Instituto Alarson White, un prestigioso centro especializado en estudios psicológicos, psiquiátricos y de psicoanálisis.

Uno de los fundadores del centro fue el eminente psiquiatra y psicoanalista Harry Slack Sullivan, que elaboró la teoría de las relaciones interpersonales y llevó la psicoterapia, más allá de los límites del psicoanálisis freudiano, al tratamiento de la esquizofrenia. Lamentablemente el matrimonio Newton asimiló una visión muy distorsionada de los trabajos del doctor Sullivan. Como les decía, en 1957 el matrimonio Newton decidió fundar el Instituto Sullivan para la investigación del psicoanálisis en Nueva York.

El nuevo instituto, dentro de la completamente deformada apreciación de las teorías de las relaciones interpersonales de Sullivan, postulaba que la raíz de todos los problemas y enfermedades mentales estaban relacionados con los vínculos y estructuras del modelo de familia tradicional por lo que defendían un sistema de comunidad no monógamo.

En la comunidad que querían crear los pacientes/miembros compartirían habitación con otros miembros del mismo sexo, se fomentarían amistades íntimas de carácter platónico fraternal, la promiscuidad sexual y se desanimarían, cuando no las perseguían directamente, las relaciones de carácter romántico. Uno de sus seguidores fue el artista Jackson Pollock, quien encontró entre los Sullivanianos un filón para ponerle los cuernos a su esposa.

Los Sullivanianos, como pronto empezaron a ser conocidos, debían renunciar y romper con los vínculos de sangre y familia, no reconociendo otra comunidad que la suya propia. Las mujeres deberían solicitar y obtener permiso para poder quedar embarazadas y para ello debían yacer con diferentes miembros para crear ambigüedad e incertidumbre sobre la paternidad biológica del niño. Se sabe que Newton tuvo seis parejas de las que engendró diez hijos de paternidad cierta, los que dejó por ahí sueltos no hay manera de saberlo.

Gran predicamento entre la juventud

Durante las décadas de los sesenta y setenta el instituto Sullivan tuvo gran predicamento entre la juventud, y no solo por el sexo. Las rentas bajas de los pisos propiedad del instituto, las fiestas y las terapias eran otros incentivos. También les hizo muy populares el hecho de que los psicólogos y psicoterapeutas del instituto estaban más que encantados de firmar certificados de «incapacidad o inadecuación psicológica» para los tribunales médicos de las cajas de reclutamiento para la guerra de Vietnam.

En la década de los ochenta el instituto Sullivan –que para entonces se componía de varios miles de miembros profesionalmente muy capacitados, con ingresos altos y viviendo en comunidad en los cientos de pisos distribuidos en Nueva York propiedad del instituto– entró en una fase degenerativa como consecuencia de la paranoia y la obsesión de control por parte de su fundador. Al final estalló todo en un gran escándalo en el que se entremezclaban: explotación económica, abuso sexual, negligencia y abandono parental y muchas más cosas con terribles consecuencias a medio y largo plazo para los miembros, en especial para los niños que se engendraron dentro de la comunidad.

Newton falleció en 1991 a consecuencia de una sepsia y en un avanzado estado de deterioro por Alzheimer. La idea de Newton de que lo peor que se podía hacer era criar a los propios hijos generó enormes problemas de tipo psicológico y de inadaptación para estos mismos niños, muchos de los cuales siguen padeciendo terribles secuelas producto de la educación y el trato recibido. Los posteriores escándalos que surgieron, a medida que se iba haciendo pública la actuación del Instituto Sullivan, también acabaron con una ramificación con pretensiones culturales denominada «Cuarta Pared».

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