La Operación Compass o la catástrofe italiana de 1941 en el desierto: «Estamos rodeados de prisioneros»

El 10 de junio de 1940 Italia declaró la guerra al Reino Unido de la Gran Bretaña cuatro días después el 7º regimiento de húsares y con apoyo de unidades del primer regimiento de reales tanques (1º RTR, Royal Tank Regiment), cruzó la frontera que separaba Egipto de Libia capturando y desmantelando el fuerte Capuzzo.

Por su parte los italianos concentraron a su 10º Ejército compuesto por cuatro divisiones de infantería y el Grupo Maletti (Raggruppamento) que era una unidad que agrupaba a todas las unidades blindadas (especialmente los tanques de tipo medio M11/39 armados con un cañón de 37 milímetros y dos ametralladoras Breda de 8 milimetros y las tanquetas ligeras L3) en el área de Bardia a Tobruk.

El 10º Ejército, posteriormente reforzado con unidades del 5º Ejército más el Grupo Maretti, estaban bajo las ordenes del mariscal Graziani y formaban una fuerza, más aparente que real, compuesta por: 150.000 soldados, 600 vehículos blindados, 1600 cañones y 331 aviones. Pero como les he dicho, era más tramoya que efectividad ya que la mayor parte de los vehículos y el armamento estaban anticuados, carecían de radios en especial las unidades motorizadas y blindadas, lo que era una grave desventaja. Los sistemas de suministros e intendencia eran deplorables y, además, no andaban sobrados de material ni de suministros.

En septiembre el 10º Ejército, reforzado con todos los elementos motorizados del 5º Ejército, atacó. Quitando el vergonzoso suceso de que el Grupo Maletti se perdió en el desierto, la ofensiva fue un éxito relativo ya que se avanzaron 95 kilómetros, quedando frenado el avance por necesidad de reagrupación y abastecimiento tras la captura de Sidi Barrani.

El ataque inglés solo contaba con suministros para cuatro días por lo que tuvo que aprovisionarse con los depósitos tomados al enemigo

El 10 de diciembre las fuerzas italianas iban a reanudar la ofensiva cuando fueron sorprendidos por la denominada Operación Compass (Brújula). Las fuerzas inglesas eran muy inferiores en el papel: 36.000 soldados, 120 piezas de artillería y 275 tanques. Pero estos últimos eran muy superiores a sus homólogos italianos y las unidades compuestas con tanques de apoyo Mathilda I y II contaban con un blindaje que los hacían prácticamente invulnerables contra cualquier arma de los italianos.

En el primer combate, en el campamento italiano de Nibeiwa, la sorpresa fue absoluta y entre los muertos se contó el propio general Maletti, comandante del campamento y de las fuerzas blindadas.

El ataque inglés solo contaba con suministros para cuatro días por lo que tuvo que aprovisionarse con los depósitos tomados al enemigo, afortunadamente no hubo escasez de estos y no es lo mismo aprovisionar a 150.000 que a 36.000. En diciembre cayeron Sidi Barrani, Sollum y Fuerte Capuzzo y en enero Bardia, Tobruk y Derna.

La primera victoria inglesa en el desierto

Las tropas del mariscal Graziani estaban en retirada en dirección a la Tripolitania, la mitad occidental de Libia. Los británicos tomaron la atrevida decisión de enviar una fuerza por el desierto para cortar la retirada a las fuerzas italianas al sur de Bengasi, impidiendo que estas accedieran a la Via Balbia (carretera estratégica libia).

La fuerza de interceptación, denominada Combe Force por estar bajo el mando del coronel Combe, estaba formada por autos blindados y piezas anticarros, cruzó el desierto a toda velocidad y el 5 de febrero de 1941 ocupó Sidi Saleh, bloqueando la carretera con una fuerza de dos mil soldados. De cerca les seguía la 4ª brigada blindada compuesta por veinte tanques medios tipo Cruiser y treinta y seis carros ligeros. Al día siguiente la fuerza de Combe tomó la estratégica población de Beda Fomm, situada en la carretera Bengasi-Trípoli.

En total se destruyeron 10 divisiones, se tomaron 130.000 prisioneros, se capturaron 180 tanques medios, 120 ligeros y 845 cañones

Es en este lugar, al subir una pequeña colina junto a la ciudad, que los ingleses se dieron de bruces con las unidades de vanguardia del 10º Ejército italiano. Los italianos enviaron al 10º regimiento Bersaglieri y a la brigada blindada Bambi (60 tanques M13/40 y 40 tanquetas L3).

Tras rechazar el ataque del regimiento Bersaglieri, en medio de un combate a corta distancia contra la brigada Bambi, llegaron los refuerzos británicos de la 4ª brigada blindada. La batalla continuó a lo largo de todo el día y el siguiente. Los italianos sabían que si no lograban saltar el cerrojo de Beda Fomm estaban condenados y combatieron con energía y determinación.

Pero sus esfuerzos, cada vez más desesperados, chocaron contra la superioridad técnica y táctica de las fuerzas blindadas del enemigo. A partir del 7 de febrero los italianos empezaron a rendirse en masa. En total se destruyeron 10 divisiones, se tomaron 130.000 prisioneros, se capturaron 180 tanques medios, 120 ligeros y 845 cañones.

Había tal cantidad de prisioneros, y las unidades blindadas no eran las menos adecuadas para vigilarlas, que los ingleses se encontraron desbordados. El soldado Sam Bradshaw del 6º regimiento real de tanques (6ºRTR) escuchó por la radio de su tanque la angustiada llamada de uno de los jefes de escuadrón de su regimiento. «¡Por el amor de Dios, envíen a al infantería, estamos rodeados de prisioneros!»