Cubillo, el 'caudillo' canario que quiso independizar las islas y su asimilación al continente africano

Antonio de León Cubillo Ferreira, natural de San Cristóbal de La Laguna, fue un abogado laboralista más conocido como el director de la independencia canaria. Nacionalista canario, «guanchista» y cercano al comunismo, sus primeros pasos fueron como cofundador de Canarias Libre, un grupo nacionalista creado en 1959 que unió la lucha contra la dictadura franquista y el centralismo con la autodeterminación canaria.

Tras su desarticulación tres años después, el cofundador optó por el exilio. Primero, se estableció en París en donde intentó negociar con Santiago Carrillo el apoyo comunista para la causa canaria. Ante la negativa de éste, se trasladó a Moscú en busca de aliados, otra vez sin éxito.

Instalado en Argel como tercer destino, el 22 de octubre de 1964 Cubillo fundó el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) con el objetivo prioritario de lograr el reconocimiento internacional de Canarias como territorio no autónomo –colonia–. No había sido fortuita esta elección de destino, pues en el contexto de la descolonización africana, la capital argelina se estableció como el centro de decisión y de acogida de miembros exiliados de los «movimientos de liberación nacionales africanos», nomenclatura a la que aspiraba el MPAIAC.

La organización «nacionalista y revolucionaria» recogió que lucharía por la «autodeterminación» e «independencia» para establecer en el «archipiélago africano» una «República Socialista»

El acta fundacional de la organización «nacionalista y revolucionaria» recogió que lucharía por la «autodeterminación» e «independencia» para establecer en el «archipiélago africano» una «República Socialista» que fuera «capaz de representar y manifestar ante los otros pueblos libres del mundo entero, las verdaderas, justas y revolucionarias aspiraciones socialistas del pueblo canario». Al mismo tiempo, la agrupación se desligó del comunismo que había dado la espalda a sus reivindicaciones y recogió sus bases ideológicas en el Libro Blanco, diseñado en este color para que pudiera circular clandestinamente.

Unas Canarias independientes y africanas

Cubillo se erigió como el jefe absoluto del MPAIAC: las decisiones, la voz y la prosa discursiva del movimiento brotaban las decisiones secretario general. Convertido en un 'caudillo' por la causa canaria, durante sus primeros años optó la vía diplomática: en 1968 consiguió el apoyo del Comité de Liberación de la OUA; y en 1970 presentó ante los 24 de las Naciones Unidas la documentación necesaria para abrir un dossier de descolonización.

Asimismo, la Marcha Verde impulsó al nacionalismo canario al demandar la alta inmigración peninsular y la pérdida del mercado saharaui como una falta de atención de la capital a los territorios insulares ante la mirada internacional.

Después la entrega del Sáhara a Marruecos y Mauritania, el gobierno argelino concedió el permiso al líder canario para crear la emisora La Voz de Canarias Libre en 1976. El programa destacó por su atrevida línea discursiva –de fuerte antiespañolismo– y remarcó la gran capacidad oratoria y persuasiva de Cubillo en su mensaje hacia la población canaria para incitarla a una sublevación contra el dominio colonial.

Pero la vía radiofónica no resultó suficiente para el líder canario que, tras la visita del Che Guevara a Argel, decidió aplicar la estrategia de «guerra de las pulgas» aconsejada por el revolucionario cubano. En noviembre de 1976 el MPAIAC inició la fase de la «Propaganda Armada» y se extendió hasta abril de 1978. Su método de actuación fue la colocación de explosivos de escasa intensidad –«petardos»– pero que generaron tensión y miedo en todo el territorio español.

Ese mismo año, Cubillo anunció la creación de las Fuerzas Armadas Guanches (FAG) tras la muerte de uno de sus militantes, Bartolomé García, a manos de las fuerzas policiales. A partir de ese momento la estructura orgánica del MPAIAC se dividió en tres grupos: la Organización Político-Administrativa (OPA); las FAG y los Destacamentos Armados Canarios (DAC), ambos destinados a la lucha callejera y actos reivindicativos.

A lo largo de la Propaganda Armada, se produjeron más de 100 «acciones de guerra». La mayoría de las detonaciones solo causaron daños materiales y heridos leves, pero fue la sombra del MPAIAC la causante del accidente de Los Rodeos en 1977. Tras la detonación de un artefacto en la floristería del Aeropuerto de Las Palmas, el tráfico aéreo de las Islas fue desviado al Aeropuerto de Los Rodeos, que era demasiado pequeño gestionar de forma eficiente el inesperado tránsito aéreo, siendo ésta una de las principales causas del choque entre los dos Boeing 747 y las 587 víctimas resultantes.

La organización terrorista también fue la causante de la muerte del joven artificiero de la Policía Nacional, Rafael Valdenebro Sotelo, al resultar dañado en la desactivación de una bomba en el Banco Vizcaya de La Laguna en 1978.

El ocaso del MPAIAC

El 5 de abril de 1978 mientras Cubillo se disponía a llamar al ascensor de su casa en Argel, un hombre le asestó dos puñaladas, una en la espalda y otra en el abdomen. La lesión en la espalda le causó una paraplejia al líder canario.

Con el director fuera de servicio, comenzó el declive del MPAIAC. Primero, se produjo la deslegitimación internacional del movimiento a manos del gobierno español con la llamada «Operación África». Después, el Comité Ejecutivo Provisional del MPAIAC comunicó la expulsión del secretario general ante: su actitud personalista, su negativa a negociaciones con otros grupos independentistas y su responsabilidad frente a los militantes heridos en los atentados, entre otras acusaciones. A su vez, el grupo anunció su cese de la acción armada.

Ese mismo año se desmanteló el MPAIAC y sus miembros se dispersaron en diferentes grupos como el Partido de Trabajadores Canarios (PTC) y el sindicato CCT. Cubillo perdió el apoyo de Argelia tras la salida de Houari Boumédiène del gobierno y ni sus relaciones con los GRAPO y otros grupos terroristas peninsulares pudieron sobrevivir tras su intento de asesinato. Únicamente contó con el apoyo desde el otro lado del Atlántico del Movimiento Independentista Canario (MIC) con cuna en Venezuela.

El «caudillo canario» volvió de su largo exilio en 1985 y se asentó en su tierra natal. Cubillo volvió a ejercer de abogado laboralista y a su lucha por la autodeterminación canaria le sumó la búsqueda de los responsables de su atentado –al que consideraba «crimen de estado»–. En 2008, líder nacionalista remitió una carta a la ONU para reactivar el proceso de descolonización de las Canarias con fecha de resolución antes del 2010, pero no pudo cumplir su anhelo, pues murió en Tenerife en 2012.