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28 de septiembre de 2024

Una campesina comprando una indulgencia

Una campesina comprando una indulgencia

Picotazos de historia

El primer documento impreso por Gutenberg no fue la Biblia, sino una indulgencia en 1454

La aparición de documentos de indulgencias generales para cualquier persona como recompensa por obras meritorias empiezan a surgir en el siglo XI

El Diccionario de la Real Academia Española da como segunda definición de la palabra indulgencia la siguiente respuesta: «remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por medio de la Iglesia». La aparición de documentos de indulgencias generales para cualquier persona como recompensa por obras meritorias empiezan a surgir en el siglo XI. La idea se basaba en el llamado «tesoro de la Iglesia», basada en la comunión de ésta con los santos.

Les explico. Los méritos alcanzados por estos suponían una riqueza en gracia. Un tesoro del que disponía la Iglesia para aliviar las penas temporales –¡Ojo! Nunca perdonar los pecados– de los pecados confesados y perdonados. El sistema se consolidó jurídicamente y fue ganando popularidad, y es que entonces todo el mundo aspiraba a ahorrase, en todo lo posible, el desagradable trámite del purgatorio. Será en el siglo XIV, ya plenamente asentado y admitido el sistema de indulgencias plenarias, que surgió la posibilidad de conseguir la remisión de un tiempo de Purgatorio –vamos, una indulgencia– a cambio de una oblatio, esto es: una ofrenda económica destinada a alguna obra de la Iglesia, en concreto.

El 12 de abril de 1451 (dos años antes de la caída de Constantinopla a manos de los turcos), el Papa Nicolás V autorizó la venta de indulgencias cuyos beneficios se destinarían a la defensa del reino de Chipre, baluarte de la cristiandad contra el avance turco. El beneficiario era el rey Juan II de Chipre que, a su vez, nombró a un noble chipriota llamado Paulinus Zappe como comisario de la ejecución de producción y venta de las mismas. La indulgencia tenía validez del 1 de mayo de 1454 hasta el 30 de abril de 1455. Todas las adquiridas fuera de ese plazo de tiempo no tenían validez alguna en el «tesoro de la Iglesia».

En el verano de 1453 Zappe presentó la bula papal al arzobispo de la ciudad de Mainz, quien retraso casi un año la autorización para la venta de la dicha indulgencia en su jurisdicción. En el verano siguiente Zappe contactó con un joven orfebre que estaba desarrollando una idea que podía ser revolucionaria. Hasta entonces las indulgencias se hacían a mano, una a una. A veces en pergamino, otras sobre vitela (mucho más cara) y otras sobre papel. A veces se tallaba el texto entero en una plancha de madera, dejando un espacio en blanco para el nombre del comprador, y se imprimían copias; la plancha de madera se deterioraba rápidamente y la calidad de la impresión se resentía por ello.

Gutenberg imprimió un texto que recogía el texto de la indulgencia dejando un hueco donde poder escribir con tinta el nombre del adquiriente y la fecha

Además, entonces no se podía competir con los elegantes trazos hechos por un buen pendolista. Eso si, las planchas de madera permitían más copias, en menos tiempo y más baratas que las de los pendolistas. Y a un precio mucho más asequible. Como les estaba explicando antes, Zappe se puso en contacto con un chaval despejado que tenía una idea –un tal Gutenberg– sobre la impresión y que estaba desarrollando un sistema nuevo basado en tipos móviles. Y le encargó la impresión de la Indulgencia.

El primer documento impreso con sistema de impresión de tipos móviles –la imprenta ya se conocía de mucho antes– es la indulgencia vendida en la ciudad de Erfurt, a bastante distancia de Mainz, el 22 de octubre de 1454. Esta indulgencia, vendida a nombre de Margaretha Kremer y su hijo Johann –y es que Gutenberg imprimió un texto de 31 líneas, que recogían el texto de la indulgencia, dejando un hueco entre las líneas 18 y 21 donde poder escribir con tinta el nombre del adquiriente y la fecha– se considera la primera impresión conocida de Gutenberg. Como la indulgencia fue impresa en Mainz se razona que debió ser impresas varios días antes de la fecha que aparece en la indulgencia de la señora Kremer.

Ya ven ustedes. El primer documento impreso por Gutenberg no fue su famosa Biblia: fue la indulgencia para ayudar al rey de Chipre (que acabaría perdiendo su reino a manos de los turcos) y la señora Kremer, pensando comprar un poco de tiempo de descuento en el Purgatorio, adquirió, para sí y su hijo Johann, un lugar en la historia. El próximo día les hablaré acerca de la famosa Biblia de Gutenberg. Que también tiene miga la historia.

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