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26 de agosto de 2024

Los «Príncipes de la Torre»

Los «Príncipes de la Torre»

El gran misterio sin resolver de la Guerra de las Dos Rosas, el verdadero 'Juego de Tronos'

En verano de 1483, dos niños fueron vistos por última vez en los jardines de la Torre de Londres. Eran Eduardo V y su hermano Ricardo, los últimos herederos de la Casa de York, que se disputaba el trono inglés con los Lancaster

La Guerra de las Dos Rosas, una guerra civil interna que enfrentó a las casas York y Lancaster por el control del trono de Inglaterra es uno de los acontecimientos más conocidos de su historia, y últimamente está de actualidad. Puede que esto último se deba a varias anécdotas y misteriosos acontecimientos históricos que sucedieron durante el conflicto, algunos de los cuales continúan sin resolver.

Nos ubicamos en el año 1483. La Guerra de las Dos Rosas lleva en marcha desde 1455, enfrentando a dos ramas provenientes de un mismo tronco familiar, capitaneadas inicialmente por Juan de Gante, patriarca Lancaster y portador de la rosa roja, y Edmundo de Langley, jefe de los York y representante de la rosa blanca. Ambos eran hijos del rey Eduardo III, el último gran representante de la dinastía Plantagenet que había gobernado sobre Inglaterra desde mediados del siglo XII.

Arrancando las rosas rojas y blancas en los jardines de la Iglesia del Temple, por Henry Payne

Arrancando las rosas rojas y blancas en los jardines de la Iglesia del Temple, por Henry Payne

Tras la muerte del padre, y de su primogénito y por tanto heredero legítimo, ambos hermanos movilizaron a sus casas, a sus caballeros leales y se enzarzaron en una lucha intermitente que perduró hasta finales de siglo. Un par de generaciones habían nacido y crecido ya condicionadas por esta realidad, y este fue el caso de los jóvenes príncipes Eduardo y Ricardo. Ambos son fruto del matrimonio entre Eduardo IV e Isabel Woodville, los primeros York en lograr establecerse en el trono, y los únicos cuyo reinado sería estable y pacífico durante estos años.

Este enlace, que tiene lugar en 1464, fue breve puesto que Eduardo IV fallece inesperadamente en abril de 1483. Su hijo mayor, también llamado Eduardo, tenía apenas 12 años cuando esto ocurrió. En cuanto enfermó, el rey añadió varios anexos a su testamento indicando que nombraba a su hermano menor, Ricardo duque de Gloucester, como Lord Protector del reino. Esta figura, típica de la época feudal y moderna inglesa, designaba a un encargado de gestionar y dirigir el reino durante un periodo de transición, garantizando el restablecimiento pacífico del poder.

El primer movimiento de Gloucester en este contexto fue apresurarse a declarar su lealtad al nuevo rey, su sobrino Eduardo, con quien se desplazó a la capital para poner en marcha los preparativos de su coronación. Como era típico en ese momento, el futuro rey fue trasladado a unas dependencias reales dentro de la Torre de Londres, en espera de la próxima ceremonia.

Este fue el momento que el Lord Protector aprovechó para llevar a cabo un «golpe de Estado», con el apoyo de numerosos caballeros y figuras relevantes de la nobleza. Su argumento principal: la ilegitimidad de sus sobrinos, quienes habrían nacido fruto de un enlace inválido, puesto que el rey Eduardo IV se habría casado con Isabel teniendo un acuerdo matrimonial ya establecido con otra mujer. Es así como el Lord Protector abandona su papel y es coronado como legítimo y nuevo rey de Inglaterra bajo el nombre de Ricardo III en junio, apenas dos meses después de la muerte de su hermano.

Eduardo V (derecha) y su hermano Ricardo (izquierda), los Príncipes de la Torre, por John Everett Millais

Eduardo V (derecha) y su hermano Ricardo (izquierda), los Príncipes de la Torre, por John Everett Millais

Y ¿qué ocurre con los jóvenes príncipes? El pequeño Ricardo se unió a su hermano dentro de la Torre y ambos empezaron a ser vistos cada vez con menos frecuencia a finales de este mismo año, hasta que sus apariciones públicas cesaron por completo. Empieza a haber rumores de la muerte del mayor a causa de una misteriosa enfermedad e incluso hay un intento de golpe de Estado en el nombre de Eduardo, quien habría ascendido al trono con el nombre de Eduardo V de Inglaterra.

Hoy en día sigue siendo un completo enigma lo que ocurrió en el siglo XV con estos dos niños, ninguno de los cuales logró llegar a la adolescencia. Lo que nos cuenta la tradición, y la leyenda, es que ambos fueron emparedados vivos en la Torre, donde su tío los dejó para que murieran y eliminar así cualquier posible intento de que le arrebataran el poder.

A lo largo de los siglos siguientes se encontraron hasta cuatro cuerpos dentro de las paredes de distintas dependencias reales. Dos en la Torre y dos en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, aunque no se ha realizado prueba alguna para esclarecer si pertenecen verdaderamente a los desaparecidos príncipes. Los restos de la Torre se han enterrado en la Abadía de Westminster, asumiendo que se trata de ambos hermanos, a quienes la historia ha elegido recordar como «los Príncipes de la Torre».

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