Picotazos de historia
De cómo el maestro de interrogatorios nazi dejó huella permanente en el parque Disney de Orlando
Esta fantasía arquitectónica se inspiró en modelos tan dispares como el castillo de Neuschwanstein, el Chateaux de Chambord del Loira francés o nuestro Alcázar de Segovia
En 1967 la Walt Disney Company inició la construcción del que sería el más famoso de sus parques, así como el complejo hotelero o resort que daría servicio al enorme flujo de visitantes que se le calculaba. Fuertemente basado en el original –construido en Anaheim, estado de California, y al que bautizaron como Disneyland– este nuevo parque fue bautizado como Reino Mágico (Magic Kingdom en inglés) y fue construido junto al lago Buena Vista, próximo a la ciudad de Orlando, en el estado norteamericano de Florida.
Actualmente es el parque temático más famoso del mundo con más de veinte millones de visitantes a año. El parque Reino Mágico tiene 48 atracciones diferentes distribuidas en siete áreas temáticas. Una de las áreas temáticas es la denominada Tierra o Mundo de Fantasía (Fantasyland) que se centra en el mundo de los cuentos y, en especial, en los de la Cenicienta y Peter Pan. Esta área se subdivide en tres zonas: el Patio o Patio de Armas (Courtyard) que está diseñado para recordarnos una aldea o pueblo de Alemania, el Bosque Encantado y el Libro de Cuentos del Circo donde podrán encontrar a los personajes de los cuentos más clásicos. Y si buscan a Dumbo, aquí lo encontraran.
La atracción principal del Patio de Armas es el castillo de Cenicienta. Esta fantasía arquitectónica se inspiró en modelos tan dispares como el castillo de Neuschwanstein (mandado construir por Luis II de Baviera, el rey loco a quien pusieron a caldo por el gasto y hoy Baviera vive gracias a sus locuras), el Chateaux de Chambord del Loira francés o nuestro Alcázar de Segovia cuyos tejados de pizarra fueron una aportación de Felipe II tras su viaje a Flandes.
El resultado de la imaginación de los diseñadores de Disney fue una fantasía de 58 metros de altura con 27 torres y que aloja: un restaurante, una suite y habitaciones para clientes distinguidos, una boutique, etc. Pero es en el salón principal del castillo donde quiero que presten atención porque esta sala está decorada con cinco enormes mosaicos de 4,60 metros de alto por 3 de ancho, cada uno de ellos enmarcado en un arco gótico.
Los mosaicos representan diferentes escenas de la vida de la Cenicienta y fueron diseñados por la responsable de diseño y creación de Walt Disney Company: Dorothea Redmond. Fue encargada la ejecución de los mismos al artista Hanns Scharff, quien dirigía a un equipo de seis operarios, peritos en este arte del mosaico.
Los mosaicos tardaron 22 meses en ser completados y son de una enorme complejidad, lo que habla muy a favor de la habilidad del equipo artístico. En total se utilizaron más de trescientas mil teselas (nombre con el que se designan a cada una de las pequeñas piezas de piedra, terracota o vidrio que se utilizan para la confección de un mosaico) de vidrio italiano esmaltado. Todas y cada una de ellas fueron expresamente fabricadas para la confección de estos mosaicos y muestran más de quinientos tonos de colores diferentes. La mayor parte de las teselas de los mosaicos están unidas entre sí con una fijación, en enganche o soldadura, de plata o de oro de 14 quilates.
El artista Hanns Scharff, que más adelante formaría una empresa artística con su hija, se inspiró en personajes reales para ilustrar las escenas. De entre los personajes, se han reconocido los retratos caricaturizados de los artistas del equipo de Disney Herb Ryman y John Hench, representados como el Gran Duque y su lacayo. Scharff, tras el éxito y el reconocimiento por los mosaicos de la Cenicienta –aunque antes de ello ya era un artista reconocido y solicitado– le lloverían los contratos: el suelo de mármol del salón de entrada en el edificio del gobierno (Capitolio) del Estado de California, las rampas de entrada al Epcot Center en el propio Kingdom Magic, la enorme águila del suelo de la entrada de la universidad del sur de California, etc.
Ahora debo confesarles a ustedes algo. Todo esto que les he contado, aunque interesante e instructivo, es solo la tarjeta de presentación del siguiente artículo, en donde les hablaré de la actividad tan absolutamente alejada de todo lo que esté relacionado con Walt Disney, la Cenicienta y todo ese mundo de fantasía y magia del artista que les he mencionado. Y, también, de cómo revolucionó esa otra actividad convirtiéndose en el maestro de interrogatorios de la Luftwaffe –y el más eficaz del Tercer Reich– durante la Segunda Guerra Mundial.