Entrevista al autor de Las 13 Rosas. La verdad tras el mito
Roberto Muñoz: «Con Zapatero se plantea una España de buenos y malos y se rompe el consenso del perdón»
Para el historiador, las claves para el triunfo del mito de las 13 Rosas son, por un lado, el «movimiento memoralístico» y , por otro, «el deterioro del consenso de la Transición»
Cuatro meses después de terminar la Guerra Civil, concretamente el 5 de agosto de 1939, fueron fusiladas en las tapias del cementerio del Este 56 personas: 13 mujeres, conocidas como las 13 Rosas, y 43 hombres (Claveles); todos ellos militantes del Partido Comunista de España y de las Juventudes Socialistas Unificadas. Ellas pasaron a la posteridad como unas luchadoras que dieron su vida por la libertad y la democracia y como ejemplo de a violencia del régimen franquista sobre las mujeres republicanas; pero ¿Quiénes fueron realmente? ¿Cuál fue el verdadero motivo por el que se las fusiló?
El Debate habla con el historiador y profesor de las universidades del Atlántico Medio, Camilo José Cela, Francisco de Vitoria y Nebrija, Roberto Muñoz Bolaños que, tras un riguroso análisis de documentos depositados en el Archivo del Partido Comunista y de las fuentes judiciales –según ha desvelado ante las cámaras de este medio–, ha escrito Las 13 Rosas. La verdad tras el mito, donde ofrece una visión sobre su papel en la resistencia comunista y el proceso de construcción del mito que ha perdurado hasta nuestros días.
–¿Cómo nace el libro?
–Bueno, la idea del libro está vinculada con lo que han sido mis líneas de investigación. Me he centrado fundamentalmente en la Transición y luego en la Guerra Civil y en el primer franquismo. En consecuencia, era una continuación de otros trabajos que ya había hecho vinculados fundamentalmente con la represión franquista en los primeros meses de la posguerra. Ya lo hice con el caso de Timoteo Mendieta y este sería un segundo paso en esa línea de investigación.
–¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
–Me he centrado en dos tipos de fuentes. Por un lado, las depositadas en el Archivo del Partido Comunista para conocer cuál era la estrategia de esta organización y de sus juventudes en los primeros meses del franquismo. Y luego en las fuentes judiciales, que dan una visión muy clara. Aunque evidentemente siempre hay un componente sesgado de lo que fueron los procesos y las causas que motivaron la condena de estas personas.
–¿Cuándo se crea el mito de las 13 Rosas?
–El 5 de agosto de 1939 se fusila a 56 personas: 13 son mujeres y 43 hombres. ¿Qué ocurre? Que dentro de ese fusilamiento masivo, el de las 13 mujeres jóvenes –aunque no menores de edad desde el punto de vista penal que estaba en los 16 años– provoca cierto rechazo en Europa, concretamente en Francia. Pero ese acontecimiento queda totalmente oscurecido a partir de septiembre 1939, cuando comienza la Segunda Guerra Mundial. En consecuencia, se pierde.
Luego, en los 80 se hace una placa en en el cementerio de la Almudena, recordándolas. Algunos autores estudian el proceso, pero digamos que son unas víctimas más dentro de la represión franquista.
La consecuencia es la puesta en marcha del movimiento de la memoria histórica a través del cual se buscan mitos sobre los que sostener la memoria del bando perdedor de la Guerra Civil
Es a partir del 2000, cuando se pone en marcha el movimiento de la memoria histórica y cuando empieza a entenderse que ese fusilamiento tiene un gran potencial como, digamos, bastión fundamental en el proceso de construcción de la memoria histórica republicana y de una memoria histórica que quiere ser global, vinculada con la democracia o con la lucha por la democracia y por las libertades.
Por otro lado, la mayoría absoluta de José María Aznar en el año 2000 trae como consecuencia que desde sectores de la izquierda se asuma que ese triunfo electoral es consecuencia de no haber incidido más en el carácter represivo del franquismo. Y la consecuencia es la puesta en marcha del movimiento de la memoria histórica a través del cual se buscan mitos sobre los que sostener la memoria, valga la redundancia, del bando perdedor de la Guerra Civil. Y uno de esos mitos fundamentales es, o quizá el mito fundamental es el de las 13 Rosas, porque eran mujeres jóvenes a las que teóricamente se fusiló sin que hubieran cometido ningún delito.
–¿Cuál era el papel de las 13 Rosas en las JSU y PCE?
Evidentemente son 13 mujeres que no tienen el mismo papel. Hay algunas como Joaquina Arafat o Carmen Barrero, que tienen un papel dirigente dentro del Partido Comunista o en las Juventudes Socialistas Unificadas. Otras son simplemente sus integrantes, otras su jefe de grupo, etcétera No tiene el mismo papel, pero en todo caso son todas militantes disciplinadas de las organizaciones comunistas, tanto PCE como en las JSU y cumplen las órdenes que se les dan.
–¿De qué fueron acusadas exactamente?
–La clave está en que en ese momento el PCE opta por una estrategia guerrillera para derribar el franquismo. Se las acusa de una serie de delitos que dentro de la legislación franquista era muy grave. El primero y fundamental es el de recogida y acopio de armas, que estaba penado con la condena a muerte. El segundo, el entrismo. Es decir, dentro de la estrategia del Partido Comunista y de las Juventudes Socialistas Unificadas, se había establecido como segunda variable y segunda táctica fundamental penetrar en las instituciones franquistas para destruirlas desde dentro.
Y luego hay un tercer elemento o la tercera acusación que tiene una importancia capital, que es evidentemente la posibilidad de cometer un atentado el día del desfile de la Victoria, el 19 de mayo de 1936. No era un atentado directamente contra Franco, porque eso era imposible dada la seguridad que rodeaba la tribuna presidencial de ese desfile. Pero sí era provocar un incidente que arruinara ese desfile de la victoria y ridiculizar a Franco no solo ante la opinión pública española, sino también ante la opinión pública internacional.
–¿Por qué es importante la muerte de Isaac Gabaldón para explicar la condena de muerte de las 13 Rosas?
–Isaac Gabaldón era un comandante de la Guardia Civil que estaba adscrito al Servicio de Información y Policía Militar (SIMP), aunque no tenía ninguna función de gestionar los archivos de la masonería ni nada por el estilo, tenía una función meramente administrativa. Una vez detenidos los integrantes de la organización Pena Brea queda un sector que no es detenido por la Policía.
Ese sector, en torno a la figura del Pionero reconstruye de nuevo las Juventudes Socialistas Unificadas. Pero también está ese sector. También está infiltrado por la Policía, de tal manera que dentro de ese sector, un grupo llamado Los Audaces diseña un ataque a la cárcel de Oropesa. El SIMP sabe perfectamente el viernes, un día antes del asesinato, que ese grupo está en Cazalegas en Toledo, pero no los detienen.
Entienden que bueno, que no van a poder asaltar la prisión de Oropesa porque está muy guarnecida y que tras fracasar vendrán a Madrid, a lo sumo el domingo, el lunes, y se los podrá detener porque ya tienen controlada las casas donde viven. Sin embargo, ese grupo, cuando no puede atentar o no pueda saltar la prisión de Oropesa, decide regresar a Madrid como actuando como actuaban los guerrilleros de la Guerra Civil, deteniendo el coche, asesinando a los ocupantes y utilizando el vehículo para volver a la capital de España. El vehículo que detienen es el del comandante Gabaldón, que estaba acompañada de su hija y de un chófer. Asesinan a los tres ocupantes. Cuando el SIMP tiene noticias de lo que ha ocurrido, entra en pánico porque tenían localizados a los asesinos de Gabaldón un día antes y no habían hecho nada.
Entonces, para tapar su incompetencia en la detención de esas personas, lo que hacen es inventarse la teoría de que el asesinato ha sido obra de una gran conspiración comunista en la que participan los asesinos directos de Gabaldón, su hija y su chófer, pero también los comunistas retenidos o ya detenidos y encarcelados en Madrid. Esa teoría es asumida por los jurídicos militares y la consecuencia es que para dar un escarmiento por ese asesinato se decide que todas las personas del grupo Pena Brea que iban a ser juzgadas, sean fusiladas, salvo dos.
Entonces digamos que ese fusilamiento o la ejecución de las 13 Rosas, está muy influida por la incompetencia del SIMP para evitar que Gabaldón, su hija y su chófer, fueran asesinados. ¿Hubieran sido ejecutados –yo no lo sé– si no se hubiera producido ese asesinato? Muchos o la mayoría de los personas que fueron juzgadas en ese consejo de guerra estaban acusados de delitos muy graves. Pero eso no significa que otras que tenían un papel menor en la organización a lo mejor hubieran sido condenadas o condenados a penas de 30 años de cárcel. No para la pena de muerte. Pero eso, evidentemente no podemos saberlo porque ese hecho nunca se produjo.
–En la obra menciona que existe un deterioro del consenso de la Transición es clave para la creación de este mito...
–La Transición se construye no sobre un pacto del olvido, porque no hay pacto del olvido. La gente no olvida los muertos. Hay una célebre fotografía en la que está Ramón Rubial, está José María del Leizaola, está Ramón Serrano Suñer, está Pilar Primo de Rivera, está Ignacio Gallego y hay una serie de personas que, digamos, habían sido protagonistas o habían vivido los años 30. Ramón Serrano Suñer estaba ahí, a pesar de que dos hermanos suyos, que no estaban implicados en política, fueron asesinados en la Guerra Civil. También asesinaron a dos hermanos de Pilar Primo de Rivera, que sí estaban implicados en política, en la Guerra Civil.
Entonces lo que hay es un pacto de perdón. La reconciliación, el consenso es el perdón. Nos perdonamos unos a otros. No olvidamos porque nadie olvida a sus dos hermanos asesinados. Simplemente nos perdonamos. Ese pacto funciona exactamente durante 18 años, hasta que en el año 1993, cuando Felipe González percibe que puede perder las elecciones generales, decide, digamos, resucitar el franquismo.
A partir de ese momento se rompe el consenso. Algunos historiadores justifican que bueno que fue un momento o fue una decisión eh determinada para un momento concreto, pero que luego ya no se volvió a utilizar el tema una vez que Felipe González triunfó en esas elecciones. Pero el consenso ya está roto y realmente el consenso se rompe definitivamente tras la victoria de Aznar y sobre todo tras la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, que es un defensor de la memoria histórica, porque, entre otras cosas, a su abuelo le habían fusilado en los comienzos de la Guerra Civil por no unirse a la sublevación. ¿Qué ocurre? Que empieza a plantearse una España de buenos y malos. Y evidentemente, cuando te sitúan en un bloque, especialmente si te sitúan en el bloque de los «malos», es muy difícil consensuar con el otro. Y ese es el problema que ha derivado desde 2004, también influyó mucho el atentado del 11-M y otra serie de dinámicas, hasta el extremo de que hoy vivimos en una sociedad bastante polarizada, donde ya es mucho más complicado encontrar el consenso que hubo 28 años antes.
Habría que celebrar la Constitución que nos ha dado el periodo de mayor estabilidad y prosperidad de nuestra historia
–Un ejemplo de ello son los actos que está celebrando el gobierno por el 50 aniversario de la muerte de Franco.
–Sí, bueno, es que esos actos tienen muy poco sentido porque Franco murió hace 50 años, pero la muerte de Franco no significó el establecimiento de un sistema democrático. Lo que habría que celebrar o lo que se debería celebrar es las primeras elecciones democráticas de 1977 y sobre todo la Constitución que nos ha dado el periodo de mayor estabilidad y prosperidad de nuestra historia. Celebrar la muerte de Franco no tiene mucho sentido, pero bueno, es una opinión personal.
–Usted propone la Historia frente a la Memoria, ¿qué quiere decir con esto?
–Hay que entender la diferencia entre historia y memoria. La historia es un saber académico científico que a través de una metodología establecida intenta un acercamiento lo más objetivo posible al pasado. Por el contrario, la memoria es un proceso, una construcción subjetiva, donde los factores emocionales tienen un papel fundamental. Ya sea individual o colectiva. No hay relación entre historia y memoria. La historia es una, aunque puede interpretarse de muchas maneras. La memoria es múltiple. ¿Por qué? Porque cada uno tiene su memoria. Entonces es muy complicado establecer una memoria colectiva para un país, porque quienes tuvieron asesinados en la Guerra Civil, en la zona republicana, evidentemente no aceptan esa memoria que queda muy patente en el prólogo, donde hay una distinción, como he dicho antes, entre buenos y malos. En consecuencia, es un proceso que va contra la historia porque no hay, como ya he dicho, relación o no es lo mismo memoria que historia. Y evidentemente polariza y divide a la sociedad española.