China condena a muerte al hombre que asesinó a su mujer incinerándola en directo
El caso abre un debate sobre la violencia doméstica en China
Un año después del crimen, la justicia china ha decidido imponer la pena de muerte a Tang Lu, el asesino que prendió fuego a su exmujer y lo transmitió por internet.
La víctima, su exmujer Lamu, era influencer en la app china «Douyin», equivalente al «Tik Tok» occidental. Se dio a la fama compartiendo su rutina diaria con 800,000 seguidores, a menudo haciendo videos en directo donde mostraba su vida en tiempo real y se comunicaba con ellos.
Lamu y Tang estuvieron casados de 2009 a 2020, período durante el cual Tang la maltrataba regularmente en brotes de violencia doméstica. Ambos tenían dos hijos juntos. Tras lograr divorciarse de él en 2020, Lamu se mudó a casa de su padre, donde seguía grabando videos y amasando seguidores.
El 14 de septiembre de 2020, un Tang enfurecido se coló en la propiedad y roció con gasolina a su exmujer y madre de sus hijos, que estaba grabando un «livestream» en directo en la cocina. Prendió fuego a Lamu delante de sus seguidores, que vieron la pantalla oscurecerse y como la influencer ardía.
Lamu sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo y murió dos semanas después.
Trás de su muerte, decenas de miles de sus seguidores iniciaron una campaña de concienciación y justicia contra la violencia doméstica usando hashtags que fueron censurados por las plataformas digitales chinas. Hoy por fin conocerán la sentencia del cruel asesino; la Corte de Aba Tibetan y la prefectura autónoma de Qiang han sentenciado a Tang a la pena de muerte.
El caso de Lamu es un triste reflejo del maltrato doméstico que padecen las mujeres a manos de sus maridos en China. Un informe de 2013 de la Federación de Mujeres en China demostró que un cuarto de las mujeres casadas chinas sufre abusos en el hogar.
La propia Lamu había denunciado ya varias veces los maltratos de Tang Lu, a lo cual los oficiales de policía respondieron que se trataba de «un problema de familia». Lamu ya intentó divorciarse una vez antes, pero tuvo que volver con Tang cuando este amenazó con matar a uno de sus hijos. Tras divorciarse una segunda vez en 2020, la mujer consiguió la custodia de ambos niños.