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Jeffrey Epstein junto a su pareja y socia Ghislaine Maxwell

Jeffrey Epstein junto a su pareja y socia Ghislaine MaxwellEFE

Caso Jeffrey Epstein 

La cómplice en los abusos sexuales de Epstein denuncia ante la ONU las «condiciones inhumanas» de su detención

Ghislaine Maxwell espera desde hace 16 su juicio por tráfico de menores, en confinamiento solitario en una cárcel de Estados Unidos

La familia de Ghislaine Maxwell, heredera británica en detención por su conexión con el depredador sexual Jeffrey Epstein, ha denunciado las condiciones en las que se encuentra encarcelada Ghislaine. Piden a las Naciones Unidas que intervengan sobre lo que tachan de «tratamiento inhumano»; Maxwell, que aún no ha comparecido ante el juez por su complicidad en abusos a menores, espera al juicio en prisión solitaria desde hace 16 meses.

Se acusa a Ghislaine Maxwell de «preparar» a cuatro menores de edad para las violaciones de Epstein, desde 1994 a 2004, así como alegatos de falso testimonio. La fiscalía argumenta que Maxwell conectaba con las chicas que «reclutaba» para Epstein, las llevaba de compras o al cine, y después las engatusaba para dar masajes a Epstein, durante los cuales él abusaba de ellas. Niega todos los cargos.

Las policía americana arrestó a Maxwell en su propiedad en Nuevo Hampshire, en julio de 2020, y lleva desde entonces bajo custodia policial. Se le ha negado la posibilidad de salir bajo fianza en cuatro ocasiones. Desde hace 16 meses, Maxwell, que aún no ha sido declarada culpable, espera su juicio en el confinamiento solitario de una cárcel estadounidense.

Los abogados que representan a sus seis hermanos argumentan que la detención es «inhumana», y las condiciones peores que las impuestas «a los terroristas condenados a muerte».

En una queja de 22 páginas tramitada esta semana, previa al juicio del día 29 de noviembre, sus parientes apelan a las Naciones Unidas para que investiguen al sistema legal americano respecto al trato de Ghislaine. Acusan a las autoridades estadounidenses de querer «demonizar» a la socia de Epstein, de 59 años.

Según la declaración, Maxwell permanece aislada en una celda de tres metros de ancho por dos de alto, donde la «despiertan constantemente por la noche» y la someten «a hasta siete registros corporales» diarios. También alegan que los oficiales la tocan «de manera sexualmente impropia» en varias ocasiones. Permanece detenida en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn.

«En este caso, las condiciones de la custodia de Ghislaine Maxwell son particularmente crueles. Según varios oficiales de la prisión, son más duras y deshumanizadoras que para aquellos condenados a muerte por terrorismo o asesinado», reza la denuncia, tramitada al Grupo para Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, comité a cargo de investigar y asesorar a los gobiernos cuyos tratamientos incumplen la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

«La despiertan constantemente por la noche, y lleva, durante los más de 500 días desde su detención, ‘en riesgo de suicidio’. Es completamente inapropiado para una persona que no tiene instintos suicidas -cada 15 minutos iluminan su cara directamente con una linterna, para verificar que sigue respirando, impidiéndole dormir».

Sus abogados alegan que, tras el suicidio del violador convicto Jeffrey Epstein en una prisión de Nueva York, los medios y autoridades han hecho de Maxwell una «culpable en sustitución», ya que Epstein murió antes de ser juzgado por tráfico de menores. Maxwell, hija de un magnate mediático británico, tenía una relación con Epstein en los 90. Fue ella quien le presentó a conocidas figuras como Bill Clinton o el Duque de York.

El juicio a Ghislaine Maxwell por complicidad en el tráfico de menores y falso testimonio en conexión con los crímenes de Jeffrey Epstein tendrá lugar el próximo 29 de noviembre. Como parte de su defensa, Maxwell ha requerido la presencia de una psicóloga experta en «falsos recuerdos», que presentará la posibilidad de que los testimonios de abusos sexuales sean inconscientemente falsos.

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