El juez fija el juicio contra el príncipe Andrés por supuestos abusos sexuales a una menor
El denostado hijo de la Reina Isabel II tendrá que hacer frente a las feas acusaciones en un juicio civil en Estados Unidos que, presumiblemente, tendrá lugar a finales de 2022
Pocos querrían estar en la piel del príncipe Andrés en estos momentos. Tiene por delante un futuro bastante incierto y nada halagüeño tras la demanda de abusos sexuales que interpuso contra él Virginia Giuffre, una de las muchas víctimas de la red de prostitución del pedófilo Jeffrey Epstein. Aunque el hijo de la Reina Isabel II ha negado categóricamente tales hechos, existen fotografías que probarían que se conocían y la estrecha amistad que le unía al fallecido pedófilo Jeffrey Epstein y a la madama Ghislaine Maxwell, que tendrá su propio juicio este 29 de noviembre, acusada de reclutar a las menores.
El denostado príncipe tendrá que hacer frente a las feas acusaciones en un juicio civil en Estados Unidos que, presumiblemente, tendrá lugar a finales de 2022, como así ha asegurado este miércoles el juez Lewis Kaplan, encargado del caso. «No puedo decirles la fecha exacta del juicio en este momento por la pandemia, pero puedo decir que podría ser en algún momento entre septiembre y diciembre del próximo año», dijo este miércoles en una videoconferencia.
Ambas partes implicadas tienen pensado presentar entre ocho y doce testigos cada uno, incluyendo los testimonios de la supuesta víctima y del acusado.
Los presuntos hechos sucedieron hasta en tres ocasiones. Según la demanda presentada en Manhattan por Giuffre, el príncipe habría abusado de ella en la casa de Nueva York y en la mansión de las Islas Vírgenes de Jeffrey Epstein. La tercera vez en suelo londinense, en una propiedad de Maxwell. Ambos acusados de gestionar una red de tráfico de menores y abuso sexual.
El príncipe Andrés negó desde el principio su implicación en tales hechos. La última vez hace tan solo cinco días, a la vez que instó a Kaplan a desestimar el caso por daños y perjuicios.
Apartado de sus obligaciones
Cuenta con el total apoyo de Sarah Ferguson y sus hijas, Beatriz y Eugenia de York, además de la Reina Isabel II, quien le ocultó bajo sus faldas para evitar inútilmente que le entregasen la notificación de la documentación de la demanda. Pero en cuanto a los demás, la relación es bastante tensa. Se ha convertido en el apestado de la familia y con razón. Su amistad con el pedófilo Jeffrey Epstein y sus líos judiciales les ha puesto a todos en el centro de la diana en un momento ya delicado para la Familia Real británica.
Desde su imputación, el príncipe Andrés ha desaparecido prácticamente de la escena pública. Renunció a sus funciones –o más bien fue apartado– en noviembre de 2019, justo después de conceder la desastrosa entrevista a la BBC para limpiar su nombre. Muy titubeante, ofreció declaraciones vagas, confusas y contradictorias. Negó también conocer a la supuesta víctima, y poco después apareció una imagen suya juntos.
Ni negarlo ni esconderse le ha valido para conseguir que se desestime el juicio. Tampoco acusar a Giuffre de formar parte del organigrama de Epstein, como hizo la pasada semana a través de sus abogados: «Estaba involucrada en el reclutamiento y tráfico deliberado de niñas para el abuso sexual». Ahora solo le queda enfrentarse a la acusación con su cualificado equipo legal, costeado en gran parte por su madre con su fortuna personal.