225 muertos y más de 4.500 heridos, el triste desenlace de la violencia de Kazajistán
Para frenar un descarrilamiento de las manifestaciones, el gobierno desplegó sus fuerzas militares, iniciando una violenta represión
Kazajistán cifró hoy en 225 el número de muertos y en más de 4.500 los heridos en las violentas protestas que sacudieron la semana pasada la nación centroasiática y que las fuerzas kazajas reprimieron en una operación «antiterrorista», informó hoy la Fiscalía General.
Entre los muertos hay «bandidos armados» que participaron en los ataques contra edificios, oficiales, y contra agentes de los cuerpos de seguridad, además de 19 policías y militares y civiles, señaló en una rueda de prensa el jefe del Servicio de Enjuiciamiento Penal de la Oficina de la Fiscalía General de Kazajistán, Serik Shalabáev.
A principios de enero, ciudadanos residentes en las grandes ciudades kazajas se dieron a las calles para reivindicar una subida en los precios de la gasolina. El aumento del coste, de casi el doble, será prohibitivo para gran parte de la población.
Para frenar un descarrilamiento de las manifestaciones, el gobierno de Kassim-Jomart Tokayev desplegó sus fuerzas militares, iniciando una violenta represión. Se declaró por todo el país un estado de emergencia de dos semanas, con la intención de «eliminar» a todos los «terroristas extranjeros», culpables según Tokayev del conflicto en las calles.