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Los timos cibernéticos se disparan frente a estafas más tradicionales

Los «hackers» rusos llevan años atacando Ucrania a instancias del KremlinPixabay

Los hackers rusos ya están en guerra con Ucrania

Cualquier pugna en Ucrania también tiene lugar en el ciberespacio, donde Moscú lleva atacando desde 2014

The New York Times informa que las tropas ucranianas estaban adquiriendo teléfonos de campaña analógicos de la Segunda Guerra Mundial para evitar los sistemas de vigilancia electrónicos rusos de alta gama. Por anacrónico que parezca, es exactamente el tipo de imaginación táctica que se requiere para resistir un ataque de un enemigo tecnológicamente más sofisticado.

Cualquier pugna en Ucrania también tiene lugar en el ciberespacio, donde Moscú lleva interfiriendo desde 2014. Los piratas informáticos moscovitas y sus aliados, como Cyber Partisans de Bielorusia, están atacando instituciones gubernamentales y privadas ucranianas con malware destructivo, como WhisperGate, NotPetya y WannaCry. Entre ellas están las arremetidas cibernéticas que provocan apagones eléctricos generalizados. En los últimos tiempos, el gobierno de Kiev ha sufrido ciberataques que tumbaron 70 webs gubernamentales y destruyeron las bases de datos de algunos ordenadores de diversos departamentos y agencias, incluido el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Las operaciones cibernéticas pueden darle a Moscú una ventaja en el campo de batalla, frustrar los esfuerzos de Ucrania para responder militarmente a una invasión y sembrar división y confusión entre el público ucraniano.

Ventaja cibernética

En el caso de una invasión a gran escala, Rusia podría ejecutar tres campañas en el ciberespacio para apoyar sus objetivos militares: operaciones de recopilación de inteligencia, operaciones destinadas a interrumpir o engañar al ejército ucraniano y operaciones psicológicas contra el público ucraniano, según el exanalista de la CIA Roniel Aledo

El primero buscaría espiar las operaciones militares de Ucrania. Al intervenir las comunicaciones entre las unidades militares ucranianas, la inteligencia rusa tendría acceso a información no filtrada sobre el despliegue de tropas ucranianas, tácticas defensivas y otra logística del campo de batalla.

Además de darle a Rusia una ventaja militar, este tipo de operación de ciberespionaje también ayuda a Putin a planear una eventual ocupación de zonas de Ucrania. Al infiltrarse en el Big Data de la seguridad ucraniana, Moscú puede identificar y neutralizar a los líderes potenciales de una futura insurgencia o señalar a los ciudadanos ucranianos dispuestos a colaborar con ellos en un posible gobierno títere. En realidad, es probable que Rusia ya esté realizando algunas de estas operaciones en preparación para un posible conflicto.

En segundo lugar, es probable que el Kremlin utilice las operaciones del ciberespacio para engañar al Ejército ucraniano, sembrando la confusión. Los piratas informáticos rusos podrían apuntar a las redes de mando y control de las fuerzas ucranianas, incluidas sus comunicaciones inalámbricas y por cable, lo que dificultaría que los jefes militares ucranianos coordinen el despliegue de tropas o movilicen eficazmente a sus reservistas y voluntarios.

Es probable que Rusia ya esté realizando algunas de estas operaciones en preparación para un posible conflicto

Moscú también podría interrumpir a los principales proveedores de telecomunicaciones ucranianos o atacar las bases de datos digitales de los centros logísticos del ejército ucraniano, socavando la capacidad de Kiev para la logística de distribución de equipos y provisiones a los soldados y ayuda a los civiles. Los hackers podrían atacar el control del tráfico aéreo de Ucrania, interrumpiendo los vuelos civiles e impidiendo el apoyo y la ayuda internacionales para ese país.

Rusia puede realizar operaciones psicológicas para destruir la moral de la población ucraniana, debilitando la voluntad de resistir la agresión. Moscú está en disposición técnica de lanzar un ciberataque contra la red eléctrica de Kiev, por ejemplo, dejando a la población sin calefacción ni electricidad en el invierno gélido de Ucrania. O atacar el sistema financiero y dificultar que el uso de tarjetas de crédito o la retirada de efectivo de un cajero automático.

Los ataques rusos a los medios de comunicación, usando deep fake, podrían provocar desinformación con imágenes falsas y también reducir la capacidad del gobierno de Zelenski para comunicarse directamente con sus ciudadanos, lo que sembraría más incertidumbre. Moscú también puede difundir rumores falsos en las redes informales de información civil, como los grupos de WhatsApp, para aterrorizar e incitar a las personas a huir de áreas estratégicas. Incluso puede interrumpir los sistemas de comunicaciones de emergencia de Ucrania, impidiendo que los bomberos, médicos y policías respondan a las emergencias o activando sirenas de ataque aéreo o notificaciones de refugio en el lugar al azar, advierte Dmitri Alperovitch, presidente de Silverado Policy Accelerator.

Cuando se trata de ciberdefensa, el mejor momento para prepararse es ayerDmitri Alperovitch, presidente de Silverado Policy Accelerator

Una invasión rusa del este de Ucrania probablemente tendría éxito incluso sin la ayuda de los ataques cibernéticos. Pero el uso constante de operaciones cibernéticas por parte de Moscú contra Ucrania sugiere que es probable que ataque en todo el espectro civil y militar. En conjunto, tales operaciones enviarían un enérgico mensaje a los líderes y ciudadanos ucranianos de que la resistencia es inútil y que Rusia es todopoderosa.

Defensa analógica

No es mucho lo que puede hacer Kiev para protegerse de los hackers rusos. «Cuando se trata de ciberdefensa, el mejor momento para prepararse es ayer», sentencia Alperovitch. Incluso con las mejores defensas es probable que Ucrania sufra daño en su infraestructura conectada a Internet, aunque es difícil saber a priori cuán extenso podría ser ese quebranto.

En esta etapa, los líderes militares y políticos ucranianos deben imaginar nuevos métodos para resistir los ataques cibernéticos, por ejemplo, haciendo planes para que el gobierno y el ejército recurran a sistemas no computarizados en caso de que los ataques cibernéticos rusos interrumpan sus redes. Esto requerirá no solo una amplia preparación, sino también una buena dosis de creatividad, como la compra de equipos de radio analógicos que comentábamos al principio.

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