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17 de septiembre de 2024

Manifestantes en Cuba salen a la calle

Manifestantes en Cuba salen a la calleAFP

Podemos blanquea la dictadura cubana y confiesa su admiración por el régimen

Los «embajadores» de la dictadura afirman: «En Cuba hay una democracia representativa»

La dictadura cubana está de enhorabuena. Un grupo de diputados de Podemos, tras un viaje a la isla, se autoproclamó «embajadores» del régimen y defendió: «En Cuba hay una democracia representativa que coloca al ser humano en el centro de la política». La frase impactó tanto que Miguel Díaz-Canel la colgó en su twitter y el diario Gramma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista, aprovechó para llevarla al titular de una noticia donde recoge los testimonios de agradecimiento y admiración de los españoles, al sistema represivo más longevo de todo el continente americano.

La delegación, de nueve eurodiputados, la encabezó Sira Rego, vicepresidente del Eurogrupo European Left. «Cumplimos con una agenda que nos ha permitido tener una radiografía completa de cuál es el momento de Cuba, de lo que sufre la población en el contexto del bloqueo», declara en Granma. El «bloqueo», del que se cumplen 60 años, es el eje recurrente de sus declaraciones y el causante, a su juicio, de todos los males de la población pese a que Cuba mantiene intercambios comerciales con más de cien países incluído el propio Estados Unidos.

”Hemos podido contrastar con diversos colectivos, con autoridades y con la sociedad en todos los aspectos”, asegura Rego sin mencionar en ningún momento, algún encuentro con las familias de los dos centenares largos de condenados y otros tantos detenidos, entre mujeres y hombres, por manifestarse en contra de la dictadura el pasado mes de julio y que enfrentan condenadas de hasta 30 años.

En su cuenta de Twitter la eurodiputada cuelga imágenes de reuniones al aire libre en parques con los elegidos o beneficiados del Gobierno de Miguel Díaz-Canel pero no aparecen los barrios que se caen a pedazos ni fotografías de los cubanos hacinados en viviendas o sus cartillas de racionamiento. «Hemos tenido la oportunidad en estos días de trabajar, de conocer y de ver lo que está sucediendo. Vimos un pueblo digno y heroico, capaz de resistir y también de producir», relata la vicepresidenta del Eurogrupo de izquierda como si el paisaje de la sociedad cubana fuera idílico.

En sintonía, Manuel Pineda Marín, «Manu» en la red del pajarito azul, observa: «El bloqueo debe acabar porque vulnera los derechos humanos, constituye un instrumento de guerra contra el pueblo y porque, además, afecta particularmente al resto de los pueblos del mundo». También vicepresidente del grupo de amistad con Cuba en el Parlamento Europeo, insiste con una frase a modo de clon de la de su camarada. «El bloqueo afecta al pueblo cubano, le genera sufrimientos pero también se lo genera a los demás pueblos del mundo».

Tras ensalzar el desarrollo de la medicina cubana que podría , «mejorar la calidad de vida de las familias europeas» y que en «Europa se pudieran evitar decenas de miles de amputaciones» pero no se hace por el «bloqueo» celebró: «Decimos al pueblo cubano que no está solo, por mucha propaganda e intoxicación que realicen determinados medios». Dicho esto, Granma destaca su cerrada defensa del respeto de los derechos humanos en Cuba, «especialmente respecto a los menores de edad» (sic).

La desprotección de los «menores de edad» es la denuncia constante de los organismos y observadores internaciones en Cuba. Niñas y niños son víctimas de la prostitución junto a jóvenes conocidas como «jineteras» que ofrecen sus servicios sexuales en el malecón y calles adyacentes de La Habana. Los abusos del régimen no distinguen edades, sexo o religión y como consecuencia del estallido social del verano pasado, al menos catorce menores terminaron en los calabozos.

Los cruceros de lujo son los últimos en aplicar una de las modalidades clásicas de explotación laboral. Javier Larrondo, de Prisoners Defenders, organización española de derechos humanos, calificó de «especie de esclavitud moderna» la imposición del régimen que impone a las empresas de cruceros que precisan de personal cubano (marineros, camareras…) entregar el 80 por ciento de los sueldos al Gobierno, alrededor de unos «siete mil millones de euros al año», según el diario británico The Times. Esa misma práctica, que Podemos parece desconocer, la ejerce la dictadura con los médicos destinados en el exterior o aquellos a los que se les permite viajar a Congresos internacionales. La mencionada ONG denunció en la Corte Penal Internacional a Cuba por trata de personas.

Amir Valle Ojeda, escritor cubano exiliado en Berlín, hizo un repaso a lo que califica de «inexacto término 'bloqueo'». Entre otras razones, explica, porque «Cuba puede negociar y negocia actualmente con más de cien países». Uno de ellos no es otro que Estados Unidos al que compra, «alimentos, medicinas y equipamientos médicos» gracias a una «excepción humanitaria aprobada por el Senado» estadounidense en 2020.

En un artículo publicado en DW.com, Valle Ojeda advierte: «Curioso resulta que mientras Cuba estuvo bajo la égida de la URSS, recibiendo anualmente miles de millones de dólares en productos, petróleo y ayuda financiera, el embargo no estuvo en el discurso político». Dicho esto, formula la pregunta clave: «¿Por qué Cuba no se desarrolló si, además de subsidios y ayudas en productos alimenticios y médicos, durante casi tres décadas recibió anualmente trece millones de toneladas de petróleo y entre 1960 y 1990 fue beneficiado con 53 mil millones de dólares en créditos blandos?»

La respuesta no es compleja y sin duda, es la misma a la siguiente cuestión: «¿Por qué se sigue culpando de todo al bloqueo, sin aclarar qué hace el gobierno cubano con los más de cuatro mil millones de dólares de remesas anuales, los más de tres mil millones de dólares que ingresa gracias al turismo cada año y los cerca de once mil millones de dólares anuales por la contratación de personal médico cubano a otras naciones del mundo?»

«Manu», y su grupo de abanderados de la dictadura parece no reflexionar mucho sobre este asunto y declara: «Apoyamos la soberanía del pueblo cubano, su exigencia de no volver a ser un casino… Nos vamos (antes de salir de la isla) con la decisión de ser embajadores de Cuba en nuestros respectivos países».

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