Scholz espabila e inicia una gira diplomática por Ucrania y Rusia
El canciller de Alemania viaja a Kiev y Moscú en un nuevo intento de forzar la desescalada en la frontera ruso-ucraniana
El canciller alemán, Olaf Scholz inicia este lunes una gira diplomática que le llevará a Kiev y Moscú para tratar de arrancar un compromiso de desescalada que aleje la amenaza de guerra entre Rusia y Ucrania.
Antes de embarcarse en el avión que le trasladará a la capital ucraniana, Scholz reclamó al Kremlin «señales inmediatas de desescalada» y advirtió que «una nueva agresión militar tendría duras consecuencias para Rusia», señaló AFP.
Olaf Scholz sigue con esta gira la estela dejada por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien el pasado 7 de febrero se reunió con Vladimir Putin en Moscú y con Volodimir Zelenski en Kiev.
El viaje de Scholz se produce al día siguiente de la reelección en el Bundestag, el parlamento alemán, de Frank-Walter Steinmeier como presidente de la República Federal Alemana.
En su primer discurso tras la reelección, Steinmeier exigió que Putin que «quite la soga del cuello de Ucrania» y subrayó que «es Rusia quien tiene la responsabilidad de la amenaza de guerra».
Olaf Scholz recibió fuertes críticas al comienzo de la crisis ucraniana por la tibieza mostrada por Alemania ante la concentración de más de 130.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania.
Alemania se ha mostrado indecisa y dubitativa respecto a la estrategia seguida por Estados Unidos y la OTAN para forzar a Putin a iniciar la desescalada.
La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, mostró sus dudas respecto a la eficacia del paquete de sanciones propuesto en caso de invasión de Ucrania: «Las medidas financieras deben pensarse para que tengan el mayor impacto en Rusia, pero no en los estados miembros».
Como muestra de esta falta de compromiso, cuando Ucrania solicitó a Alemania un mayor respaldo a su integridad territorial con el envío de material militar que le permita resistir a una hipotética invasión rusa, Alemania respondió enviando 5.000 cascos.
Las críticas de sus aliados no cayeron en saco roto, y Olaf Scholz modeló su lenguaje para hacerlo más contundente.
Durante una rueda de prensa conjunta con los presidentes de las tres repúblicas bálticas, Scholz advirtió a Rusia que «no debe subestimar nuestra unidad y determinación como socios en la Unión Europea y como aliados en la OTAN».
«Lo que está en juego en este momento es nada menos que evitar una guerra en Europa. Queremos la paz», insistió.