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Emigrantes se cosen los labios en México para que les den documentación

Emigrantes se cosen los labios en México para que les den documentaciónEFE

México

Hilo y aguja para coser los labios, esa macabra forma de protesta de los inmigrantes en México

Una decena de indocumentados se cose los labios para conseguir documentos y viajar a Estados Unidos

En 2020 John Fitzgerald, escultor colombiano, se apostó frente al ministerio de Cultura y se cosió los labios. Pedía mayor presupuesto para el sector. El mismo año, en la provincia argentina de Mendoza, frente a la cordillera andina, un grupo de presos hizo la misma operación. Los reos reclamaban agilizar sus juicios. Un año más tarde, 80 detenidos en Venezuela se zurcieron la boca. Protestaban por el hacinamiento de la prisión.

El 31 de enero de este año Dora Chavarría Sevilla subió un vídeo a Youtube con las manos encadenadas y los hilos de la costura colgando en los extremo de su boca. Madre de Francisco Narváez Chavarría, preso político del régimen de Daniel Ortega, exigía su liberación y la de otros 170 opositores. Sellar los labios con agujas, hilo o pegamento se ha convertido en una macabra costumbre en algunos países de habla hispana.

Emigrantes se cosen los labios en México para que les den documentación

Un grupo de inmigrantes se cose los labios en México para que les faciliten documentaciónEFE

México es el último donde se ha puesto en práctica este recurso para llamar la atención de autoridades y medios de comunicación. Una decena de inmigrantes de Guatemala, Haití, Cuba y Venezuela se cosió los labios frente al Instituto Nacional de Migración (INM) de Chiapas, el estado sureño que se hizo famoso por ser la cuna del comandante Marcos y el movimiento zapatista. «Protestamos para que nos dejen llegar a Monterrey y luego cruzar» a Estados Unidos, declaró Rafael Hernández a los periodistas que se acercaron a ver de cerca la escena.

Sin documentos, exige, con el resto de sus compañeros, que le faciliten salvoconductos, pasaportes o cualquier papel que les permita moverse y salir libremente del territorio mexicano hacia el norte, hacía algún lado de la frontera donde no haya muro, se pueda escalar o la vigilancia de la Policía no sea muy eficaz. «Me dieron cita para dentro de tres o cuatro meses. Yo, no tengo dinero para quedarme tantos días», se lamentaba el hombre.

Emigrantes se cosen los labios en México para que les den documentación

Primera puntada antes de sellar sus labiosEFE

La pequeña caravana de extranjeros en busca de un futuro mejor que el presente de miseria que padecen, decidió llamar la atención de este modo, para que les una «solución». «Llevamos quince días durmiendo en el parque, con los niños bajo el agua. Nos han cerrado las puertas de todos lados», intervenía el guatemalteco Patricio Peralta.

Sus declaraciones, recogidas por las agencias internacionales de noticias, Efe y AFP entre otras, se suman a las de Irineo Mújica, un activista que les acompaña. «No responden, no resuelven las regularizaciones migratorias», se queja. «Las protestas sólo han servido para parar un poco las redadas. Ya se intentó todo. Les dicen que no se manifiesten y les entregan sus visas humanitarias pero es falso, no les dan nada».

La tragedia de estos inmigrantes empieza en sus países de origen, continúa con las mafias que les ayudan a trasladarse por otros con la promesa de llegar al paraíso que para ellos es Estados Unidos y suele terminar, en el mejor de los casos, con su detención y repatriación cuando no son víctimas de los abusos policiales de la policía mexicana.

México es el paso natural elegido de centroamericanos y sudamericanos que huyen de dictaduras como las de Daniel Ortega o Nicolás Maduro. Otros, sencillamente, escapan de la miseria como sucede con salvadoreños, haitianos o guatemaltecos.

Algunos logran treparse a lomos de «La bestia» o «El tren de la muerte», un ferrocarril que atraviesa la frontera y que, según diferentes estimaciones, utilizan al año entre cuatrocientos mil y quinientos mil desamparados. Otros, optan por pagar y viajan en camiones de mercancía utilizados como transporte humano.

A principios de diciembre, uno con 160 personas, en su mayoría de Guatemala, sufrió un accidente en una carretera de Chiapas. El saldo fue de 56 muertos y decenas de heridos.

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