Dos ministros más se suman a la iniciativa contra Boris Johnson: «Si lo multan, tendrá que irse»
Muchos Conservadores están esperando a que finalice la investigación de la Policía Metropolitana, antes de decidir si votar por un nuevo líder
Año de récords para el primer ministro británico, Boris Johnson: primero, salió a la luz que asistió a al menos seis fiestas clandestinas en Downing Street durante el confinamiento, pecado que podría costarle el puesto. Y hace unos días, cuando fue interrogado al respecto durante una entrevista televisada, evitó un total de 17 preguntas con respuestas del estilo de «no puedo soltar ni una sola migaja» (de información).
Tal es la decepción entre los flancos del Partido Conservador, que dos ministros más se han sumado a la campaña ‘anti Johnson’, en la que destacan las operaciones Rinka y Pastel de Cerdo. Han hablado de dejar de apoyar al premier, y posiblemente, votar en su contra, si la Policía lo multa por violar las restricciones sanitarias.
Según el periódico The Times, fuentes cercanas al gabinete de Boris Johnson informaron de que dos ministros de alto cargo consideran que sería imposible que conservase el puesto si se demuestra que rompió la ley, y recibe por ello una multa. «Si lo sancionan, tendrá que irse», explicó una fuente a The Times. «¿Cómo podemos tener un primer ministro culpable de delitos?». Una segunda persona corroboró ese punto de vista: «Si la Policía Metropolitana decide que, en efecto, Boris Johnson desobedeció las reglas, su posición se vuelve extremadamente difícil. Va a ser muy complicado que pueda quedarse, sobre todo si el delito es una fiesta en su piso de Downing Street».
¿Cómo podemos tener un primer ministro culpable de delitos?
Si le ponen una multa, es probable que Boris Johnson se enfrente a un voto de no confianza a manos del Comité de 1922. Se trata de un mecanismo integral del reglamento de los tories, que dicta que, si 54 diputados formalizan una queja contra el líder del Partido, se activa una nueva votación para el cargo. De momento, un total de 15 Conservadores confirmaron ya sus votos de no confianza, aunque podría haber más en la sombra. Las operaciones Rinka y Pastel de Cerdo tiene por objetivo hacer campaña contra Johnson, y convencer a los tories de votar en su contra.
Pero el primer ministro aún tiene a sus seguidores; James Cleverly, ministro de Europa y amigo cercano, observó que, aunque recibiese una sanción, nada obliga a Boris Johnson a dimitir. Lo que está claro es que habrá que esperar a que finalice la investigación de la Policía Metropolitana antes de sacar conclusiones, ya que muchos Conservadores están esperando a que se confirme si hubo delito o no antes de elegir bando