Guerra Rusia Ucrania ¿Está yendo la invasión rusa de Ucrania como se esperaba?
Dos expertos militares consultados por la BBC señalan que la resistencia en Kiev ha podido suponer un imprevisto dentro del esquema inicialmente planteado por Rusia
Durante su declaración de guerra a Ucrania en la madrugada del jueves, el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que su intención era llevar a cabo una «operación militar especial» dirigida a «desmilitarizar» el país, pero no ocuparlo. Tres días después, y en medio de un conflicto sobre el terreno que ya es total, varios analistas y militares han valorado los movimientos tácticos realizados por Rusia hasta ahora.
En un artículo publicado por la BBC, dos especialistas consultados por la cadena británica se han pronunciado al respecto. Ed Arnold, experto en seguridad europea del Royal United Services Institute, ha descrito el asalto inicial como «decepcionante» y «más lento de lo esperado» desde un punto de vista militar. En este sentido, Arnold explica que Rusia no ha empleado todavía todos sus efectivos (la inteligencia occidental calcula que la ofensiva del jueves involucró únicamente a la mitad de los entre 150.000 y 190.000 soldados que, se cree, han sido concentrados en las fronteras con Ucrania en las últimas semanas) ni tampoco su artillería con la intensidad que se esperaba en un primer momento.
Según el experto, esta falta de fuerza, que contraviene la doctrina clásica militar de «ir con todo» en el contexto de una invasión, podría deberse a la resistencia que los rusos han encontrado en Kiev, donde los combates callejeros se han recrudecido en las últimas horas. «Un punto clave es que se enfrentan a una resistencia muy dura, que no creo que se esperaran», apunta, aunque estima al tiempo que las fuerzas rusas se adaptarán rápidamente a cualquier contratiempo.
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El general Richard Barrons, excomandante militar británico de alto rango, cree que Moscú va a «asegurar sus objetivos militares con bastante rapidez» y recalca que los objetivos iniciales de la ofensiva de Rusia pasan por «destruir el ejército ucraniano, derrocar al gobierno y anexionarse una parte de Ucrania». «Cualquier cosa que no sea la captura de Kiev no lograría los objetivos de Rusia», apunta Arnold.
Respecto al asedio de la capital ucraniana, los expertos señalan que la guerra urbana a menudo da ventaja al defensor. A las fuerzas atacantes les resultará difícil maniobrar de calle en calle, donde los edificios se convierten en posiciones defensivas e incluso los civiles pueden convertirse en parte de la resistencia y en posibles objetivos. La guerra urbana, señalan, es la más difícil y sangrienta para cualquier ejército que avanza y requiere más contingentes. Además, en este caso el río Dniéper actúa como una barrera natural entre el este y el oeste de Ucrania que Arnold describe como un «límite» para el ejército.
Con todo, ambos muestran sus reservas respecto al hecho de que los 190.000 soldados actuales sean suficientes para ocupar el segundo país más grande de Europa. «Si la intención de Putin era ocupar toda Ucrania con una fuerza de alrededor de 150.000 soldados, [ha de saber que] solo funcionaría con el consentimiento de la población», explica Barrons, que sirvió como comandante en la guerra de Irak. Y añade que, si bien militarmente Rusia es muy superior a Ucrania, la derrota del ejército ucraniano podría ser reemplazada por una «insurgencia muy resistente». Cualquier expectativa de Putin de controlar el país «puede ser un gran error de cálculo», señala.