Guerra Ucrania Rusia
Sviatoslav y Yaryna, la pareja que adelantó su boda para alistarse juntos en el Ejército
Los jóvenes, que pensaban casarse en mayo, quisieron enfrentarse a esta difícil etapa como marido y mujer
Querían casarse en mayo, cuando florecen las amapolas en Ucrania y la primavera empieza a oler a verano. Sin embargo, al estallar la guerra, Sviatoslav Fursin, de 24 años, y Yaryna Arieva, de 21, reconfiguraron sus prioridades: Ucrania era más importante. Tomaron la difícil decisión de adelantar la fecha de la boda, y así poder alistarse en el Ejército cuanto antes, como marido y mujer.
Durante el fin de semana, la pareja se reunió en el monasterio del Domo de Oro de San Miguel, catedral situada en Kiev, capital de Ucrania. En vez de campanas de boda, sonaron sirenas y alarmas, banda sonora de una ceremonia en plena guerra. «Fue aterrador», admitió Yaryna a la CNN americana. «Era el momento más feliz de mi vida, y al acabar, salimos, y escuchamos aquello». La pareja, que se conoció en 2019, pensaba casarse el día 6 de mayo, y celebrarlo en un restaurante con una «terraza monísima» sobre el río Dnieper, explicó una Yaryna nostálgica. «Habríamos sido solo nosotros, el río, y las luces. Todo, tan bonito».
Pero cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el inicio de las maniobras militares y dio el paso de la invasión, la mentalidad de Yaryna y Sviatoslav cambió de la noche a la mañana; de pronto, su futuro se presentaba demasiado incierto. «Podríamos morir, y queríamos estar juntos antes de todo eso», reconoció Yaryna. «La situación es muy difícil. Pero vamos a luchar por nuestra tierra», añadió la novia, que se casó luciendo el vestido de novia tradicional de Ucrania.
Su luna de miel duró 24 horas; los recién casados no tardaron en presentarse en su Centro de Defensa Territorial local, para unirse al Ejército y participar en la defensa de su país, tal vez, incluso, a costa de sus propias vidas. «Debemos proteger [Ucrania]. Yo espero lo mejor, pero haré lo que deba para proteger mi tierra», afirmó la novia, que admite que no sabe aún cual será su rol en el Ejército, ni lo sabía cuando se alistó. «Puede que nos entreguen armas, y tengamos que ir a luchar. Puede que nos pidan ayuda con otra cosa. Lo decidirán ellos».
La joven no pierde la esperanza de que Rusia dé marcha atrás y abandone Ucrania, y confía en que, entonces, pueda celebrar su boda de la forma en que le habría gustado: «Puede que Rusia termine saliendo de nuestro país, y podamos tener la oportunidad de festejar normalmente», pidió la joven, antes de añadir: «Espero que todo vuelva a la normalidad, recuperemos nuestra tierra, y Ucrania vuelva a ser feliz y seguro sin ningún ruso en él».