‘Currygate’: acusan al líder Laborista de mentir sobre la cena con curry y cerveza que celebró durante la pandemia
El ministro de Sanidad en la sombra califica de «ridículas» las acusaciones, y alega que se trató de un evento de trabajo
Mientras la crítica del pueblo británico llovía sobre Boris Johnson por su participación en las fiestas de Downing Street durante la pandemia, su rival acérrimo y líder de la oposición, Keir Starmer, observaba desde el banquillo y echaba leña al fuego cuando veía la oportunidad.
Pero ahora, el líder Laborista podría enfrentarse a su propio escándalo por incumplir la normativa de la pandemia, algo que el ministro de Sanidad en la Sombra, Wes Streeting, califica de «ridículo».
Durante la última semana, Starmer se ha enfrentado al escrutinio, y al inicio de una investigación policial.
La culpa la tienen un curry y una cerveza: Starmer podría haber asistido a una cena con amigos, mientras aún estaba prohibido socializar. Le acusan, además, de mentir sobre aquella noche, para evadir el escrutinio.
Pero Streeting, en declaraciones al canal BBC Radio 4, consideró que se trataba de algo ridículo, y de «un problema trivial».
El Parlamento británico se hizo con imágenes que mostraban a Starmer en plena cena, disfrutando de un curry y bebiendo a morro de un botellín de San Miguel.
Estaba acompañado de varios miembros de su partido, aunque el acontecimiento tuvo lugar en abril de 2021, cuando las restricciones por coronavirus seguían vigentes en Reino Unido.
Una inocente «cena de trabajo»
Augurando las críticas que se avecinaban, el Laborista se apresuró a explicar que no se trató mas que de una cena de trabajo, una corta pausa entre gestiones.
El equipo se encontraba en la ciudad de Durham, al norte de Inglaterra, haciendo campaña y cumpliendo sus obligaciones, y Starmer mantiene que la cena fue improvisada. La normativa sanitaria permitía reuniones de trabajo.
Pero algo hizo sonar las alarmas que dieron pie a la investigación policial. El coste total de la cena fue de 200 libras, precio sospechosamente alto para un curry para llevar, y suficiente para alimentar a 30 personas.
A pesar de la insistencia del líder Laborista de que el takeaway no estaba previsto, y solo se trató de una improvisada pausa de trabajo, el tabloide The Mail obtuvo una copia del horario operacional de la visita de Starmer a Durham. Plasmada sobre el papel, había programada una pausa de 80 minutos para «una cena con Mary Foy», diputada Laborista.
El documento incluye una nota que pide a un miembro del personal «que pida comida a domicilio de Spice House», restaurante local de curry, lo que confirma que el evento se había organizado por adelantado.
¿Vuelta al trabajo?
Además, según el periódico The Times, una fuente presente durante la cena confirmó que Starmer no volvió a trabajar después del curry y la cerveza, por lo que no se trató de una «pausa» entre gestiones.
También acusó a Mary Foy de acudir «solo para socializar».
Más información
Las pruebas contradicen las explicaciones de Laborista, que alega que la comida llegó a las nueve de la noche, «pasó por la cocina, cogimos un plato, comimos algo, y volvimos directamente a trabajar».
«Estábamos trabajando en la oficina, justo antes de las elecciones, muy ocupados, hicimos una pausa para comer… No hubo fiesta, no rompimos las reglas. Eso es todo», agregó Starmer.
La situación no se compara ni de lejos al «Partygate» del Partido Conservador, con su docena de fiestas e indulgencia con el alcohol, pero pone en duda la sinceridad del líder de los Laboristas.
Sin embargo, en Radio 4, el diputado Wes Streeting opinó que «nada de lo que pone en el programa contradice lo que dijo Keir Starmer. Lo que hizo fue perfectamente razonable. Solo puedo felicitar al Mail por su ingenuidad, ya que han convertido un documento insulso en una especie de revelación escandalosa».
Streeting añadió, además, que «nada de lo que hemos visto o estamos comentando puede compararse con lo que sucedió en el Número 10 de Downing Street y por lo que multaron a Boris Johnson».