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Manifestación pro Ucrania Jersón

Vecinos de Jersón se manifiestan contra la ocupación rusaAFP

78 días de guerra

El gobierno prorruso de Jersón pide su incorporación a Rusia

Las autoridades ucranianas responden y aseguran que recuperarán la ciudad y su región ocupada por el ejército ruso

Rusia avanza en sus planes de anexión y ampliación de sus fronteras a costa de la integración territorial de Ucrania. Para el presidente Vladimir Putin, Ucrania no existe como nación y la Federación Rusa tendría derecho a incorporar todo su territorio a sus fronteras.

En el sur y este del país, Rusia ya ha logrado ocupar gran parte de las regiones con mayoría ruso parlante, aunque, desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, ya no tan prorrusas.

Las autoridades de la ciudad de Jersón, nombradas por el Kremlin a finales de abril tras ocupar la ciudad y expulsar a los representantes legítimos, hicieron pública su intención de solicitar formalmente la incorporación de toda la región a la Federación Rusa.

Según The Guardian, el Kremlin aún no ha tomado una decisión al respecto. El objetivo final es la anexión de este territorio, y de todos los que ha ocupado hasta el momento, pero tal vez en este momento no interese por motivos estratégicos.

Rusia aún intenta alcanzar un acuerdo favorable en las negociaciones con Ucrania que ponga fin a la sangría de efectivos militares, y nuevas anexiones territoriales supondrían la suspensión de las negociaciones por la parte ucraniana.

De hecho, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, marcó en varias ocasiones su principal línea roja: cualquier acuerdo de paz deberá estar precedido de una retirada total de Rusia a sus posiciones previas a la invasión iniciada en febrero.

La petición de anexión, realizada por el jefe de la administración militar impuesta por Rusia a la ciudad y región de Jersón, Kirill Stremousov, está motivada, sin embargo, por el temor de los prorrusos a que Ucrania reconquiste la ciudad.

Según los planes de Stremousov, la anexión se completaría a finales de 2022, cuando Jersón adoptaría la legislación rusa.

En las últimas semanas, Ucrania no sólo logró frenar las ofensivas rusas desde Jersón, sino que incluso ha conseguido algunos avances y ha forzado a retroceder a las fuerzas rusas en algunos puntos.

En ese sentido, el gobierno ucraniano, por medio de su portavoz, Mijailo Podolyak, condenó los planes de anexión y advirtió que el ejército ucraniano liberará pase lo que pase la ciudad y su región.

«El Ejército ucraniano liberará Jersón, sin importar los juegos de palabras que se inventen los ocupantes», aseguró por medio de un mensaje en Twitter.

Pese a todo, los planes de incorporación a Rusia continúan. La administración prorrusa anunció la adopción del rublo como única moneda de curso legal e impuso el ruso como idioma en las escuelas.

Además, una delegación del gobierno ruso visitó la ciudad y sus miembros aseguraron que «Rusia se quedará en Jersón para siempre. Que no quede ninguna duda. No se volverá al pasado».

Rusia, por el momento, trata de ganar tiempo. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, defendió que la anexión la deberán decidir los ciudadanos de Jersón por medio de un referéndum.

Sin embargo, Stremousov descartó un referéndum similar al que se celebró en 2014 en Crimea: «Jersón ya es Rusia», argumentó.

Tal vez su negativa se deba a las dificultades para, en plena guerra, organizar un referéndum lo suficientemente manipulado como para ganarlo sin que resulte muy escandaloso.

A diferencia de los habitantes de Crimea en 2014, los ciudadanos de Jersón en 2022 son muy hostiles a la ocupación rusa y las manifestaciones contra la administración impuesta por el Kremlin se celebran de forma diaria.

Rusia, en retirada en Jarkov

Si Rusia se tambalea en Jersón, en Jarkov se derrumba. En la región oriental, el ejército ucraniano ha logrado recuperar varias localidades y ha hecho retroceder a las tropas rusas.

Aunque la retirada no es una desbandada, como ocurrió en Kiev en marzo, Rusia no para de perder aldeas y pueblos alrededor de la ciudad de Jarkov. El último, ha sido el pueblo de Pytomnyk.

El repliegue ruso podría poner fin a los constantes bombardeos sobre Jarkov, que no han cesado desde el inicio de la invasión. Las líneas rusas han retrocedido tanto que sus piezas de artillería podrían situarse ya demasiado lejos del centro urbano.

Según el informe del ministerio de Defensa del Reino Unido, la priorización por parte de Rusia de las acciones militares en Lugansk y Donetsk habría dejado vulnerables a sus tropas en Jarkov frente a unas fuerzas ucranianas altamente motivadas y al contraataque.

Según dicho informe, Rusia estaría tratando de evitar nuevas pérdidas y ha comenzado a retirar unidades para reorganizarlas.

En el informe se concluye que «la retirada de las fuerzas rusas de la región de Jarkov es un reconocimiento tácito de la incapacidad de Rusia para capturar ciudades clave de Ucrania, donde esperaba una resistencia limitada de la población».

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