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Boris Johnson Irlanda del Norte

El primer ministro, Boris Johnson, durante su visita a Irlanda del NorteAFP

Johnson se enroca en la modificación unilateral del Protocolo de Irlanda del Norte

El primer ministro británico aseguró que todos los partidos norirlandeses, incluido el Sinn Fein, quieren introducir cambios en el Protocolo

Boris Johnson llegó a Irlanda del Norte en medio del creciente temor a una guerra comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea a cuenta de la disputa por el Protocolo norirlandés.

El primer ministro británico aseguró tras la reunión, en un mensaje difundido entre los medios de comunicación, que a ninguno de los partidos de Irlanda del Norte «les gusta la forma en que funciona el Protocolo. Todos piensan que se puede reformar y mejorar, desde el Sinn Fein hasta el SDL y el DUP».

Johnson aseguró que «nos encantaría que esto se hiciera de manera consensuada con nuestros amigos y socios (de la Unión Europea), resolviendo los problemas».

Sin embargo, se mostró inflexible sobre la necesidad de que el Reino Unido cuente con una Ley que le permita adquirir el derecho a ignorar partes del Protocolo cuando lo considere oportuno: «Debemos proceder con una solución legislativa».

Johnson aseguró que esa medida es un modo «de defender los acuerdos del Viernes Santo. Lo que estamos haciendo es tratar de proteger y preservar al gobierno de Irlanda del Norte».

La ministra de Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, insistió esta semana en la necesidad de modificar el Protocolo de Irlanda del Norte, que establece controles aduaneros, según las directivas de la Unión Europea, en el Mar de Irlanda para evitar una frontera física terrestre entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Truss exigió a la Unión Europea que se muestre flexible para modificar el Protocolo o, de lo contrario, el Reino Unido «no tendrá más remedio que actuar».

El gobierno británico propuso una Ley que modificaría de forma unilateral el Protocolo y que permitiría al Reino Unido anular determinados aspectos del acuerdo firmado con la Unión Europea.

La principal novedad de la Ley propuesta por Truss para modificar el Protocolo sería la adopción de un «carril verde» para los productos procedentes de Gran Bretaña para su venta exclusiva en Irlanda del Norte.

Estos productos no estarían sometidos a las directivas europeas, por lo que su acceso sería rápido, sin necesidad de controles aduaneros.

Aquellos productos británicos que sí estén destinados a la República de Irlanda, y por lo tanto a la Unión Europea, accederían por otro canal sometido a los controles aduaneros previstos en el Protocolo.

Se trata de una propuesta que no gusta en Bruselas, que advirtió que toda modificación unilateral del Protocolo por parte del Reino Unido «simplemente no es aceptable».

Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea, advirtió a Truss en una llamada telefónica que la Unión podría responder con medidas sancionadoras si Reino Unido tomara esa decisión.

En concreto, la Unión Europea se guarda la carta de la imposición de aranceles a los productos británicos en territorio comunitario o, como medida extrema, suspender la aplicación del Acuerdo de Comercio y Cooperación, piedra angular de las relaciones Unión Europea-Reino Unido posteriores al Brexit, si Londres decide modificar el Protocolo por su cuenta.

Durante una entrevista publicada este lunes en el periódico Belfast Telegraph, el primer ministro trató de mostrarse más conciliador y señaló que su objetivo no es eliminar el Protocolo, sino modificarlo para adaptarlo a la realidad.

Reconoció que «el Protocolo se acordó de buena fe, y por eso aquellos que quieren desecharlo, en lugar de tratar de cambiarlo, se enfocan de modo incorrecto».

Explicó que la modificación del Protocolo es necesaria porque «muchas cosas han cambiado desde que se acordó. Fue diseñado en ausencia de un Acuerdo de Comercio y Cooperación y cuando ni siquiera se sabía si habría uno».

Señaló también que el Protocolo «se diseñó cuando tampoco había una pandemia global ni una guerra europea que ha creado una crisis en el costo de vida en una escala nunca vista en medio siglo».

El gobierno de Boris Johnson se encuentra muy presionado en esta cuestión por los unionistas norirlandeses, que ven en el Protocolo acordado con la Unión Europea un menoscabo a sus vínculos con el Reino Unido.

En las elecciones al parlamento norirlandés los unionistas, divididos en tres partidos diferentes, sufrieron un retroceso electoral y el nacionalista Sinn Fein ganó las elecciones por primera vez desde la adopción de la autonomía para Irlanda del Norte.

El principal partido unionista, el DUP, ha asegurado que bloqueará la formación del nuevo gobierno norirlandés si no se le ofrecen garantías de que se modificará el Protocolo de forma que se levanten todos los controles aduaneros entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

En cualquier caso, la salida a esta situación no parece que se pueda dar a corto plazo. De aplicarse finalmente la Ley para modificar el Protocolo, su aplicación podría demorarse meses, o incluso años.

El gobierno británico se ha propuesto que las modificaciones introducidas estén en plena aplicación antes de enero de 2024.

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