85 días de guerra
Rusia trasladará tropas de Mariúpol a Donetsk y Lugansk para desbloquear la guerra
El alto mando ruso espera lograr un nuevo empuje en su ofensiva y cambiar el signo de la guerra
Con la caída de Azvostal y, en consecuencia, el control total de la ciudad portuaria de Mariúpol, Rusia logró alcanzar su gran objetivo: crear una franja costera que comunique Rusia con el Donbás y Crimea a lo largo del Mar de Azov.
El precio, sin embargo, ha sido muy elevado con una enorme pérdida de recursos, tropas y material bélico.
El fin de los combates en Azovstal permitirá ahora trasladar nuevas tropas al Donbás, donde Rusia se encuentra bloqueada y es incapaz de avanzar frente a la resistencia del ejército ucraniano.
Sin embargo, la eficacia de combate de esas tropas es dudosa después del desgaste sufrido en el asedio en Azovstal, por lo que es poco probable que suponga un cambio en el desarrollo de la guerra.
Ucrania, de hecho, ha logrado hacer retroceder a las tropas rusas en Jarkov, donde los soldados rusos se están replegando hacia la frontera.
El ejército ruso sigue sin lograr los objetivos esperados en su ofensiva sobre el Donbás, donde los frentes siguen estáticos.
Según el informe diario del Institute for the Study of War (ISW), las fuerzas rusas siguen mostrando una gran ineficacia en sus avances.
El documento del ISW resalta que las tropas rusas están bloqueadas al sur de Izyum, donde se han embarcado en una ofensiva fallida para conquistar la localidad de Dovhenke.
Los intentos rusos por avanzar hacia las ciudades de Slovyansk y Zaporiyia se han resuelto sin avances territoriales.
Las localidades que los rusos logran conquistar en sus ofensivas las pierden poco después en las contraofensivas ucranianas.
La conquista de Zaporiyia permitirá a Rusia cerrar a Ucrania todo acceso a la central nuclear del mismo nombre situada en el complejo industriar de Energodar, en la otra orilla del río Dniéper, bajo control ruso.
Rusia, que todavía no cuenta con la infraestructura necesaria para desviar la producción eléctrica de la central de forma exclusiva hacia los territorios que controlan sus tropas y cortar el suministro a Ucrania, pretende que Kiev pague a Rusia por la electricidad producida.
Sin embargo, en la Agencia Nuclear Ucraniana, Energoatom, se muestran escépticos respecto a la posibilidad de Rusia de dar ese paso a corto plazo, y aseguró que «en un mes o dos recuperaremos todo bajo control ucraniano».