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Joyce Mitchell

Joyce MitchellNEW YORK STATE POLICE DEPT

Historia de un crimen

Amor prohibido: de Vicky White a Carole Anne Boone, las mujeres policía que huyeron con sus reos

Al igual que la agente de Alabama que ayudó a escapar al preso del que se enamoró, otras mujeres también fueron seducidas por hombres entre rejas

Lo llaman hibristofilia, o «síndrome del chico malo». El término deriva de la palabra griega «hýbris», o «atentar contra alguien», y se refiere a la atracción o interés sexual hacia aquellos que cometen crímenes, sobre todo de carácter violento, como asesinatos o violación.

En la cultura popular, es a veces conocido como «el síndrome de Bonnie & Clyde», aunque bien podría llamarse, de ahora en adelante, «síndrome de Vicky y Casey».

Se cree que la mujer, policía de Alabama, se enamoró del preso al que ayudó a escapar, juntos, a principios de mes.

Pero Vicky no fue la única en sacrificar sus valores y profesión por el amor a un criminal. Existe una larga historia de mujeres policía que fueron seducidas por la maldad de ciertos delincuentes. Y algunas de ellas, desde sus posiciones de autoridad, les ayudaron a escapar de la cárcel.

Bobbi Parker

Bobbi Parker estaba casada con el director de la Prisión Estatal de Oklahoma, pero ciertos indicios señalan que el suyo no era un matrimonio feliz. ¿El principal? El 30 de Agosto de 1994, Parker desapareció sin dejar rastro, junto al asesino Randolph Dial, condenado a cadena perpetua.

Bobbi Parker

Bobbi ParkerOklahoma State Police

No aparecerían hasta 11 años más tarde. Tras un soplo anónimo, la Policía del estado de Texas descubrió a la pareja viviendo un idilio romántico: fingiendo ser un matrimonio, eran dueños de y vivían en un rancho gallinero tejano.

En la prisión, se conocieron al estilo Ghost; Dial, que además de asesino, era pintor y escultor, dirigía junto a Parker un programa de cerámica para presos.

Las clases tenían lugar en casa de Parker y su entonces marido, dentro del propio recinto del presidiario. Las horas juntos, la intimidad, y la atracción por lo prohibido dieron pie a una tórrida e ilegal historia de amor; durante el juicio, la fiscalía concluyó que Bobbi Parker se había enamorado de Randolph Dial, y por eso se fugó con él.

En 2011, Parker fue condenada a un año de prisión por ayudar a un prisionero escapar. Sin embargo, Dial siempre insistió en que ella era inocente; alegó que él la raptó y la obligó a ayudarle a escapar. Protegió a Parker hasta su muerte, en 2007.

Lynette Barnett

Mientras ejercía de carcelera en el Correccional Crossroads, Missouri, Lynette Barnett se enamoró. El afortunado era Terry Banks, asesino convicto, que, tras disparar y matar a un hombre en 1992, fue condenado a pasar el resto de su vida entre rejas.

La pareja solo pudo disfrutar de su amor y su libertad durante dos meses. El FBI los detuvo en un camping de caravanas en el condado de Victoria, Texas, y condenaron a Barnett a cinco años de cárcel por ayudar a su amante a fugarse.

Joyce Mitchell

Joyce Mitchell protagonizó un truculento triángulo amoroso, comparable solo al de las Bermudas. Costurera de oficio, la modista trabajaba en el Correccional Clinton de Nueva York, ofreciendo servicios de sastrería a los prisioneros.

Dos de ellos vieron en la humilde mujer su billete de salida, y decidieron seducirla. Richard W. Matt y David Sweat enamoraron, juntos, a Joyce Mitchell, y la utilizaron para escapar de la cárcel.

Joyce Mitchell

Joyce MitchellNEW YORK STATE POLICE DEPT

En 2015, la costurera les suministró de forma furtiva una serie de herramientas para facilitar la fuga: cuchillas y cinceles, que escondía dentro de carne congelada para hamburguesas. Y con esos instrumentos, Matt y Sweat adoptaron la estrategia de ‘Cadena Perpetua’ (la cinta protagonizada por Morgan Freeman) y excavaron, en la pared de ladrillo, un túnel hacia la libertad.

Duraron solo 22 días en el mundo exterior. La Policía los localizó, disparó a Matt, y Joyce Mitchell fue condenada a cuatro años de prisión por su papel en la huida. No se arrepiente: «Matt me trataba con respeto y era bueno conmigo. Me hizo sentir especial», declaró la costurera a las autoridades.

Carole Anne Boone

Ted Bundy era uno de los asesinos en serie más conocidos de Estados Unidos, tanto por su atroz historial de feminicidios como por su atractivo de cara al público. En los años setenta, cientos de fans adolescentes lo encontraban tan guapo y carismático, que obviaban su violencia y se enamoraban de él.

Ted Bundy, asesino en serie

Ted Bundy, asesino en serieAFP

En 1980, en pleno proceso por asesinato, Bundy contrajo matrimonio con una de ellas, Carole Anne Boone. Ella, que trabajó en el Departamento Estatal de Servicios de Emergencia de Washington, declaró a su favor durante el juicio. Se casaron, literalmente, mientras ella testificaba.

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