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El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei LavrovAFP

120 días de guerra en Ucrania

Lavrov victimiza a Putin, culpa a Guterres de la crisis alimentaria y atiza a Occidente

El ministro de Asuntos Exteriores de Vladimir Putin asegura que el secretario general de la ONU es el responsable de que todavía no haya solución para la crisis del hambre

La diplomacia rusa sigue en su línea de: yo, no he sido y la culpa es del otro. El «otro», en este caso por el desabastecimiento de grano y la consecuente crisis alimentaria, es Antonio Guterres. Eso es lo que piensa y declara Sergei Lavrov.

El ministro de Asuntos Exteriores de Vladimir Putin asegura que el secretario general de la ONU es el responsable de ralentizar una solución a un problema que afecta, a fin de cuentas, a la humanidad.

Guterres no permite el envío de grano con la rapidez que se necesita, debe hacerse tan pronto como sea posibleSergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia

El rostro más expuesto de la Federación Rusa desde el 24 de febrero, fecha de la invasión a Ucrania, realizó estas declaraciones, recogidas por la agencia oficial Tass, a la radio nacional de Bielorrusia, : «El secretario general de la ONU está, con su conducta, retrasando una solución a la crisis alimentaria".

Dicho esto. añadió: "No permite el envío de grano con la rapidez que se necesita, debe hacerse tan pronto como sea posible. Esto, es lamentable».

Uno de los hombres en los que todavía confía Putin fue más lejos y en tono displicente observó. ”Estamos alarmados por la lentitud de la reacción ante un asunto que parece urgente. No descarto que la Secretaria de la ONU esté sufriendo también una intensísima presión por parte de quienes quieren someter a esta organización internacional a un control extremo”.

El victimismo ruso vino acompañado de una descripción de las virtudes de Putin tan generosa o más que las últimas hechas por Félix Bolaños a Pedro Sánchez. A continuación, añadió: «Todas las propuestas, expresadas por el presidente Vladimir Putin, han sido puestas por escrito y enviadas a Nueva York. Hemos hecho lo que hemos podido».

Mapa de la guerra de Ucrania: 23 de junio de 2022

Mapa de la guerra de Ucrania: 23 de junio de 2022

Las «propuestas» del hombre, hoy por hoy, posiblemente más peligroso del planeta, fueron, en resumen, una invitación a Ucrania a despejar las minas de la salida al mar de Ucrania para que puedan navegar y transportar el grano ucraniano los buques de carga.

Lo que en apariencia se muestra como un gesto de buena voluntad, para Zelenski está lejos de serlo. El presidente, como Occidente, está convencido de que el Kremlin utilizaría esa alfombra roja para tomar al asalto Odesa y aislar por tierra a Ucrania.

La negación de Putin

La secuencia que terminó en la conquista inconclusa del país que perteneció a la vieja Unión Soviética, vino de forma constante precedida por la negación de Putin, sus ministros y el cuerpo diplomático destacado en el exterior, de que la invasión era una fantasía del mundo que envidia a la potencia socialista.

Las mismas negaciones de Putin se produjeron cuando anexionó la península de Crimea en 2014. Con estos antecedentes, sería una ingenuidad de Ucrania -y de la ONU- despejar el camino a la flota rusa que acecha sus costas, con la excusa de que, en verdad, Moscú quiere evitar la hambruna en el mundo.

Lavrov, en la misma entrevista, negó la mayor al censurar que al hablar de «anexión» al referirse a Crimea, «cancelan todo el trasfondo que se había acumulando no solo desde febrero de 2014, sino durante la década anterior, cuando Ucrania fue arrastrada hacia al ruptura de sus lazos con Rusia».

Según el ministro, «ellos -informa Europa Press- tenían que decidir con quién querían estar: con Europa o con Rusia. Esto lo decían directamente los ministros, los funcionarios y los miembros de los gobiernos antes de cada elección en Ucrania".

Pero, añadió: "Mintieron cuando garantizaron un acuerdo con el expresidente ucraniano Viktor Yanukovich que fue anulado por la oposición; los acuerdos de Minsk de los que Alemania y Francia presumían».

Con razón parcial en este punto (Rusia se lo saltó todo por las bravas), Lavrov reprochó a Londres y a París que no intervinieran para obligar a Ucrania a cumplir con lo escrito. Entre otros, la convocatoria de un referéndum para el Donbás. «Se pusieron en la sombra, nos instaron a ser «comprensivos» con el Estado ucraniano… Esta, es la naturaleza de nuestros socios europeos. La conocemos bien, se han vuelto del revés».

En su cascada de críticas, Lavrov tuvo para todos. «Occidente teme la competencia honesta», «actúa de forma deshonesta», «anula la cultura de cualquier país que hable desde su propia identidad».

El jefe de la Diplomacia rusa, se supone que en un gesto de distensión al estilo del Kremlin, recordó que Putin calificó a Occidente de «imperio de la mentira», expresión que, zanjó, «comparto totalmente con él».

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