Protestas masivas en Sri Lanka: los manifestantes asaltan la residencia del presidente
Miles de personas viajaron hasta la capital, Colombo, para denunciar la mala gestión del Gobierno de la creciente crisis económica
Miles de manifestantes entraron hoy en la residencia oficial de su presidente, Gotabaya Rajapaksa, en Colombo, capital de Sri Lanka. Irrumpieron en masa, y, sin dejar de gritar, asaltaron la propiedad: recorrieron sus habitaciones, y el jardín, y se bañaron en la piscina.
Los manifestantes llegaban de las cuatro esquinas del país, para participar en unas protestas masivas y a menudo violentas que ya llevan meses desarrollándose. ¿El motivo? Una gestión muy pobre de la crisis económica en la que está sumida el país. Sri Lanka sufre de una inflación brutal, y actualmente encuentra dificultades a la hora de importar comida, petróleo, y medicina.
Viajaron en coche, en autobús, y en furgonetas. Algunos incluso «tomaron» trenes para llegar hasta la capital, según la agencia AFP. Entraron en el distrito gubernamental de Colombo al grito de «Gota, vete a casa», y embistieron contra las barricadas policiales para adentrarse en la residencia del presidente.
Para frenar el avance de los manifestantes, la Policía disparó tiros al aire, pero sin resultado: la muchedumbre, animada, siguió con su embiste. Grabaciones en directo compartidas en la red social Facebook, por los propios disidentes, muestran como cientos de personas llenaron habitaciones y pasillos, mientras que otros esperaban en los jardines del exterior.
El presidente, Gotabaya Rajapaksa, no estaba en la casa. Había sido escoltado hacia un lugar seguro y secreto, donde esperó a que terminase el asalto a su residencia, protegido por miembros del ejército.
La Policía tampoco pudo impedir que los asaltantes irrumpiesen en el despacho presidencial, joya de la corona para los que organizaron las protestas.
Previamente, el Gobierno intentó impedir que se llevaran a cabo las manifestaciones, imponiendo un toque de queda el viernes por la noche. Pero los participantes no se desanimaron y el toque de queda se levantó después de que los grupos de la sociedad civil y los partidos de oposición se opusieran enérgicamente.
Decenas de miles de personas participaron previamente en una manifestación para pedir la dimisión de Rajapaksa, considerado responsable de la crisis que asola al país.
Sri Lanka atraviesa la peor crisis económica desde su independencia y sufre escasez de carburante, alimentos y medicamentos debido a la falta de divisas, que se suma a una inflación galopante.
Este país insular de 22 millones de personas, situado al sur de India, lleva meses con cortes de electricidad, largas filas de espera para comprar combustible y una inflación récord, lo que ha generado frecuentes manifestaciones y disturbios masivos.
El gobierno declaró una moratoria sobre su deuda externa por 51.000 millones de dólares.