Análisis
China puede vencer a EE.UU., pero no ahora
China cuadriplicaría su arsenal nuclear y de acuerdo al Pentágono: «probablemente tiene la intención de tener al menos 1.000 ojivas para 2030»
Los países con mayor poderío militar en el mundo, según el portal Global Fire Power para 2022, son Estados Unidos y Rusia en cuanto a los activos militares que dispone cada país, sin considerar el armamento nuclear. Les siguen China, India y Japón.
Este año la guerra de Ucrania evidencia que posiblemente Pekín ya ocupa el segundo puesto de los 142 países analizados.
La industria militar china
El proceso de modernización de las fuerzas armadas chinas culminará en el año 2035, según su presidente Xi Jinping. En él se contempla incluso una reducción de los efectivos de Infantería. Pero será en 2049 cuando Pekín calcula que será una superpotencia militar que pueda «pelear y ganar guerras», en palabras de su líder.
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La industria militar china ha mejorado a la par que su industria civil, de producciones masivas de baja calidad ha pasado a incrementar su aptitud. Ejemplo de ello es el caza furtivo Chengdu J-20, desarrollado para competir con el F-22 de EE.UU. El aparato chino transitó de una motorización rusa a otra perfeccionada por ingenieros chinos, privilegiando la invisibilidad y la capacidad de maniobra.
Actualmente China dispone de más de un centenar de J-20
Con todo, algunos analistas mantienen que tiene una cierta dependencia de los motores rusos, de tecnologías en materiales compuestos y de sensores y en aviónica, todas necesarias para estas aeronaves de quinta generación.
El mayor general Cameron G. Holt, veterano de la Fuerza Aérea estadounidense en Afganistán, señaló que China compra y desarrolla cinco veces más armamento que EE.UU., de forma más eficaz «en paridad de poder adquisitivo» pues cada dólar que gasta en defensa equivale a 20 dólares de lo mismo en EE.UU. y consigue «la misma capacidad. Perderemos la carrera si no podemos entender cómo reducir el coste y aumentar la velocidad en nuestras cadenas de suministro de defensa». De hecho, Pekín ha incrementado el gasto en defensa en un 110% desde 2008.
Armas nucleares
En 2021, el Pentágono predijo que China cuadriplicaría su arsenal nuclear en esta década: «probablemente tiene la intención de tener al menos 1.000 ojivas para 2030». También el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo revalida este crecimiento de armas atómicas chinas, lo que Pekín niega afirmando que sus fuerzas nucleares se mantuvieron en un «nivel mínimo». En todo caso, EE.UU. dispone de 5.550 ojivas en el momento actual.
Por otro lado, se desconocen los vectores de lanzamiento chinos y si sus misiles estratégicos pueden ser hipersónicos, dentro de la atmósfera terrestre, o de bombardeo orbital, volando en órbita baja antes de acelerar hacia su objetivo.
Equipos y bases
En poder aéreo EE.UU. tiene más aparatos que China, tanto en números totales como parciales: cazas, transportes, aparatos de ataque a tierra, de entrenamiento, helicópteros, etc.
En carros de combate y blindados también EE.UU. tiene la superioridad. Pero no tan aplastante, mientras que en artillería China es más numerosa.
En poderío naval, la ventaja numérica es para China, contando los pequeños buques de superficie, pero se muestra inferior en número de grandes buques, especialmente portaviones, tres frente a los once norteamericanos, y también en destructores.
China acaba de botar, este verano, su tercer portaviones, el Fujian, un navío de segunda generación tipo 003 y el primero en contar con un sistema integrado chino de propulsión eléctrica con capacidad para lanzar al aire aeronaves más pesadas.
La Navy de los EE.UU. supone que, en los próximos 20 años, el número total de barcos de la marina de guerra china aumentará en casi un 40%, según la BBC.
La Armada china, para compensar la disparidad de los portaviones, ha desarrollado los misiles DF-21D y DF-26, con un alcance de hasta 4.000 kilómetros, conocidos por el sobrenombre de «mata portaviones», de vuelo hipersónico, cuya velocidad dificulta su intercepción, y similar al misil balístico ruso Zmeevik, también destinado a la destrucción de grandes unidades de superficie, principalmente portaviones.
Otra gran obra que despliega Pekín es el conocido como «el collar de perlas», una serie de puertos a su servicio por todo el mundo. Fernando Arancón, analista de El Orden Mundial, recuerda: «La estrategia china del collar de perlas es una de las mayores apuestas de Pekín para alcanzar sus objetivos geopolíticos. Supone crear una cadena de bases y puertos para asegurar sus suministros y controlar a los vecinos».
Las líneas navales chinas se extienden hasta el Cuerno de África, atravesando puntos cruciales como los estrechos de Mandeb, de Malaca, por donde China exporta casi el 25 % de sus productos y recibe gran cantidad de provisiones energéticas; de Ormuz y de Lombok así como otros centros estratégicos en Pakistán, Sri Lanka, Bangladés, Maldivas y Somalia.
China hoy sólo ganaría la confrontación si fuera cuerpo a cuerpo
En resumen, China hoy sólo ganaría la confrontación si fuera cuerpo a cuerpo. Tiene dos millones de soldados en armas. Otra cosa es que Washington no recurriría a una desastrosa ocupación como la de Irak o Afganistán en un país que es casi tan grande como EE.UU., a pesar de que el gran mito militar maoísta, la «larga marcha», fue una retirada de 12.500 km durante más de un año huyendo de Chiang Kai-shek.
El poder de Estados Unidos
La presencia militar norteamericana en la zona teje una red de alianzas en torno a China. Sus fuerzas están desplegadas en la zona por el Comando del Indo-Pacífico (USINDO PACOM).
Washington añade una proyección política con sus tratados de seguridad como el «Quad» (Quadrilateral Security Dialogue), asociado con India, Japón y Australia; el Acuerdo Básico de Intercambio y Cooperación Geoespacial con India; el AUKUS, con Australia y Reino Unido.
Esta red, mucho más amplia, tensiona las relaciones con la cúpula china, que percibe amenazas a su suministro de petróleo, por lo que diversifica importando crudo ruso. También hay puntos de conflicto por sus reivindicaciones sobre archipiélagos Spratly y Paracelso.
El reparto de bases y alianzas de EE.UU. le da una capacidad de proyección de la fuerza inigualable. Desde 1898, Washington se comporta como una isla mundial por lo que desarrolla una intensa actividad naval. Sus fuerzas han estado implicadas en muchas guerras alrededor del mundo, adquiriendo gran experiencia y doctrina en conflictos reales que no siempre han ganado. También sus fuerzas especiales han sido y son utilizadas con frecuencia en acción: Rangers, SEALS, Delta Force…
El peso económico en cifras
En otro orden de cosas, la economía china está más globalizada que la rusa, por lo que sería más sensible a las sanciones del tipo que ahora soporta el Kremlin.
Hoy por hoy, el poder militar de Estados Unidos es superior al de cualquier otro país del mundo. Pero Pekín avanza inexorable para igualarlo primero y superarlo después. No es baladí el papel que representará la Inteligencia Artificial en esa confrontación. Otra cosa será el rol que juegue India. Pero eso no va a ocurrir mañana y no lo verán la octogenaria Nancy Pelosi ni Joe Biden. Quedan 27 años para eso, según Xi Jinping.