México
Un negocio en familia, los hijos del Chapo Guzmán y la herencia del cártel de Sinaloa
Las autoridades mexicanas detuvieron el pasado jueves a Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín «Chapo» Guzmán, durante un operativo en la ciudad de Culiacán ubicada en el noroeste de México y desató intensos tiroteos y quema de vehículos, con saldo de un muerto y 28 heridos.
Guzmán fue capturado por el ejército y la Guardia Nacional acusado de liderar «la fracción Los Menores, afín al Cártel del Pacífico (o Cártel de Sinaloa) que lideraba su padre Joaquín Guzmán Loera, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, declaró a la prensa el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
El arresto se produjo tres días antes de la llegada a México del presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo país ofrecía cinco millones de dólares por la captura de Ovidio Guzmán, alias 'El Ratón', quien fue trasladado a Ciudad de México en un avión de la Fuerza Aérea.
Imágenes difundidas por medios locales muestran a Guzmán, con barba y chaleco anaranjado, abordando un helicóptero que lo habría trasladado a la prisión de El Altiplano, donde su padre protagonizó una espectacular fuga en 2015.
Se trata de la detención más importante de un capo mexicano desde que el pasado 15 de julio fuera aprehendido Rafael Caro Quintero (el 'Narco de Narcos'), quien lideró el extinto cártel de Guadalajara y es reclamado por Estados Unidos.
El cártel de Sinaloa es considerado por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) como el principal responsable del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que ha causado numerosas muertes por sobredosis en ese país.
Guzmán ya había sido detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, pero fue liberado por orden de López Obrador en medio de una asonada de la organización criminal denominada como el «culiacanazo».
El mandatario izquierdista defendió entonces su decisión, afirmando que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron rodeados por civiles con armas largas.
Uno de los 10 hijos de 'El Chapo'
Ovidio, alias «el Ratón», era uno de los herederos menos conocidos del Cártel de Sinaloa hasta el «culiacanazo» del 17 de octubre de 2019.
En medio de su creciente perfil, Washington ofreció cinco millones de dólares en diciembre de 2021 por información que condujera al arresto o condena de Ovidio, además de sus hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, conocidos como «los Chapitos».
Antes del «culiacanazo», de los diez hijos que tuvo el Chapo con sus tres esposas el más reconocido era Iván Archivaldo, por los lujos y extravagancias de los que presumía en las redes, donde mostraba sus autos de lujo, joyas y animales exóticos.
Pero la importancia de Ovidio en la organización quedó evidenciada con su captura de entonces y la actual, que desataron en ambas ocasiones una ola de violencia en la ciudad de Culiacán, capital del norteño estado de Sinaloa, que puso en jaque a las autoridades.
Uno de los más buscados
Ovidio, de 32 años, es hijo de Griselda López, la segunda esposa del Chapo, era uno de los objetivos prioritarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Según el aviso que la dependencia publicó en diciembre de 2021, Ovidio y su hermano Joaquín estaban en altos niveles de liderazgo en el Cártel de Sinaloa, donde comenzaron sus carreras criminales como herederos del poder de su hermano Edgar Guzmán López.
El 'Ratón' como se le conoce a Ovidio, heredó una «gran parte» de las operaciones de narcóticos y empezó a invertir una «gran cantidad» de dinero para la compra de marihuana en México, así como de cocaína de Colombia y de efedrina de Argentina, sustancias que llevaban a territorio mexicano, donde también experimentaron con la producción de metanfetaminas, según Estados Unidos.
Ovidio y Joaquín recibieron cargos en abril de 2018 de un Gran Jurado del Distrito de Columbia en Estados Unidos por distribuir cocaína, metanfetaminas y marihuana.
«Un papel significativo en los negocios»
Los hermanos supervisaban 11 laboratorios de metanfetaminas en Sinaloa, donde producían un volumen estimado de hasta 5.000 libras o 2.267 kilogramos de metanfetaminas al mes, que se vendía principalmente a otros miembros del Cártel de Sinaloa y a distribuidores de droga en Estados Unidos y Canadá, según el Departamento de Justicia.
Ovidio supo mantener un perfil bajo, pero desde 2012 el Gobierno estadounidense lo incluyó en la lista de narcotraficantes internacionales «Kingpin Act» por considerar que jugaba «un papel significativo en las actividades de su padre».
Con su inclusión en esta lista del Departamento del Tesoro, se le prohibió efectuar transacciones comerciales con ciudadanos estadounidenses y sus activos financieros en ese país quedaron congelados.
A Ovidio, nacido en el municipio de Badiraguato, en Sinaloa, lo llaman ahora uno de los principales herederos de la operación del Chapo, uno de los narcotraficantes más famosos de México y el mundo, que afronta una condena de cadena perpetua desde febrero de 2019 en Estados Unidos.