Birmania
La junta militar birmana recrudece la represión con la prórroga de seis meses del estado de emergencia
En Myanmar, la junta militar ya ha matado a más de 2.900 civiles y mantiene encarceladas alrededor de 13.800 personas
Dos años después del golpe de Estado de la junta militar birmana contra el gobierno de la presidenta y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, la represión contra la población civil y los opositores no afloja en Myanmar.
Este miércoles, 1 de febrero de 2023, aniversario del golpe llevado a cabo por el Tatmadaw (Fuerzas Armadas del país), la junta militar ha decidido prorrogar seis meses el estado de emergencia en Myanmar, país más conocido con el nombre de Birmania.
Las últimas dos elecciones legislativas del país en 2015 y 2020 fueron ganadas por la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido fundado por Aung San Suu Kyi a finales de los años 1980.
Tras la llegada de los militares al poder la expresidenta fue derrocada y encarcelada, acusada de corrupción, fraude electoral, violación de secretos de Estado, restricciones anticovid... Desde el inicio del procedimiento judicial en junio de 2021, Aung San Suu Kyi ha recibido múltiples condenas que suman más de 33 años de prisión.
La ampliación del estado de emergencia
La Constitución birmana marca el límite del estado de emergencia en dos años, informó Efe. Ya agotados, el líder de la junta, Min Aung Hlaing, ha dejado entrever su intención de ampliarlo seis meses más después de reunirse con el Consejo de Seguridad y con Defensa Nacional.
Esta ampliación garantiza al líder de la junta militar seis meses más a la cabeza del país y frustra las esperanzas de celebrar las prometidas elecciones generales previstas para antes de agosto.
Hlaing afirmó que la nación permanece sumida en el crimen y los «actos de terror». Esto sirvió como pretexto para poder extenderlo más, ya que la Constitución solo permite prorrogarlo en tiempos realmente «extraordinarios».
La falta de apoyo de la población se ha reflejado en las principales y más importantes ciudades birmanas, las aceras y calles habitualmente plagadas de transeúntes, hoy, se encontraban vacías.
El régimen militar cada vez cuenta con menos apoyos, mientras intentan mantenerse como pueden en el poder, las voces en contra van aumentando.
La «huelga silenciosa», con un seguimiento masivo, es la forma de protesta elegida por la población, señaló Efe. Una población cansada de las presiones y amenazas de una junta militar que ya ha matado a más de 2.900 civiles y mantiene encarceladas alrededor de 13.800 personas.