Stanislav Rzhitsky, ex comandante de submarino ruso asesinado mientras corría en un parque
304 días de guerra en Ucrania
Asesinan a tiros al excomandante de un submarino ruso mientras corría por el parque
El servicio de inteligencia ucraniano niega estar detrás del crimen y Rusia detiene al supuesto autor del mismo
Stanislav Rzhitsky, de 42 años, estuvo al frente del submarino Krasnodar que bombardeó con una batería de misiles la ciudad ucraniana de Vinnytsia en julio de 2022. Como resultado del ataque 23 civiles murieron. Identificado por Ucrania como un alto oficial ruso sin escrúpulos se había apartado de la Armada. Su rutina de salir a correr todos los días facilitó que un hombre no identificado le esperase y le acribillase a tiros.
Su muerte puso en alerta al servicio de inteligencia ruso que, supuestamente, detuvo al brazo ejecutor del militar. Las primeras informaciones lo describen como un hombre de 64 años.
Rzhitsky, como recoge The Guardian, ocupaba en la actualidad el puesto de jefe adjunto de movilización de la administración de la ciudad de Krasnodar. Su padre declaró en el canal de Telegram, Baza, algo que contradice la información oficial: que su hijo abandonó el Ejército en diciembre de 2021, antes de que Rusia invadiera Ucrania. Este dato contradice la información que le atribuye la masacre de Vinnytsia.
La hora y sin testigos
El GUR, servicio de inteligencia ucraniano, deslindó cualquier responsabilidad con el crimen, aunque facilitó tantos datos sobre lo sucedido que hizo levantar sospechas. Entre otros, la hora exacta, 6 AM y la ausencia de testigos porque en el momento del suceso llovía, «debido a las fuertes lluvias, el parque quedó desierto, por lo que no hubo testigos que pudieran brindar detalles o identificar al atacante».
Kyrylo Budanov, jefe del GUR, rechazó estar detrás del asesinato: «Las declaraciones de algunos medios y políticios de que el GUR tiene algo que ver con la muerte de Stanislav Rzhitsky no tienen fundamento», se defendió.
El ex militar seguía a diario el mismo recorrido de algo más de 4 kilómetros y trotaba por el mismo parque donde perdió la vida. Esa costumbre habría facilitado la misión del autor del asesinato.
