Controles de la Policía en Bruselas tras el atentado del 16 de octubre
La policía de Bélgica tacha de «insuficientes» las nuevas medidas del gobierno para proteger a los ciudadanos
Según los sindicatos policiales, la promesa del gobierno de sumar 50 agentes más a los cuerpos policiales no es más que «una gota en el océano»
Bélgica sigue procesando el atentado terrorista que tuvo lugar en Bruselas el lunes pasado. Frente al creciente ambiente de inseguridad que asedia la capital europea, el gobierno ha anunciado una serie de nuevas medidas a corto plazo, que incluyen la incorporación de 50 nuevos empleados para la policía federal belga.
Sin embargo, los sindicatos policiales se han mostrado descontentos con la iniciativa, calificando estas medidas de «insuficientes» y «una gota en el océano» y destacando la necesidad de un plan a largo plazo mucho más completo, tras «más de 10 años de total mala gestión».
Los sindicatos señalan que existe un déficit del 15% en la policía federal y que el número de candidatos para los puestos de trabajo ha estado disminuyendo durante años. «Cincuenta personas más no van a suponer ninguna diferencia», afirmó Vincent Houssin, vicepresidente del sindicato policial liberal VSOA. Houssin subrayó que la policía, y en particular la policía federal, han sido «totalmente diezmada por los recortes en los últimos años».
Joeri Dehaes, del sindicato cristiano ACV Police, señaló que los oficiales tienen que trabajar en «oficinas catastróficas», con equipos obsoletos y bajo un estatuto poco atractivo. «Siempre estamos contentos cuando llega gente nueva, pero ahora esto se está presentando como una intervención muy grande» aunque en realidad es «apenas una gota en el océano».
Carlo Medo, presidente del sindicato NSPV, agregó: «Aún tenemos que encontrar a esas personas». Si son oficiales de policía que vienen de otros lugares a Bruselas, entonces simplemente se estarían trasladando las carencias. Si vienen de fuera, podrían pasar años hasta que realmente puedan empezar a trabajar en la Policía Judicial Federal.
Los líderes sindicales también criticaron la «política de anuncios» del gobierno, exigiendo resultados y señalando promesas incumplidas del pasado. «Con cada nuevo gobierno, se prometen inversiones, pero cada vez nos sentimos decepcionados después», afirmó Houssin.
Por su parte, Mathias Vanden Borre, diputado de Bruselas por el N-VA, señaló que las promesas son «poco realistas» a corto plazo y cuestionó de dónde sacará el gobierno federal a estas personas.
El sábado, tras el ataque en Bruselas, el gobierno federal anunció cinco puntos de acción, que incluyen, además de los 50 reclutamientos en la Policía Judicial Federal de Bruselas, cinco magistrados adicionales en la fiscalía de Bruselas y 25 empleados adicionales.
