Rusia vuelve a recurrir al comodín nuclear y amenaza con armas de destrucción masiva
Si la guerra de Ucrania ha traído un cambio es la ruptura del tabú nuclear en la retórica habitualmente incendiaria de los halcones del Kremlin.
Nikolai Patrushev, una de las figuras más cercanas a Putin, aunque se mantiene prudentemente en la sombra del poder, ha vuelto a amenazar con una escalada nuclear en el conflicto de Ucrania.
«El riesgo de que se utilicen armas nucleares, químicas y biológicas está aumentando», advirtió.
Patrushev es secretario y número tres del Consejo de Seguridad de Rusia, presidido por el mismo Putin y cuyo vicepresidente es el ex presidente de la Federación Dmitry Medvedev.
Es también uno de los cortesanos del presidente ruso Vladimir Putin que más ha crecido desde el 24 de febrero de 2022, cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania.
A diferencia de Medvedev, Patrushev ha mantenido un perfil bajo, alejado de las redes sociales y tratando de mostrarse discreto en sus declaraciones.
Sin embargo, Patrushev es el verdadero arquitecto de la seguridad de la Federación Rusa, mientras Medvedev cumple una función meramente protocolaria.
El poder de Patrushev ha crecido de forma desmesurada en los últimos meses, hasta el punto de que se habla de él como un sucesor natural de Putin.
Es a él a quien se debe la creciente retórica nuclear del Kremlin, partidario de amenazar con armamento nuclear de una manera explícita, pero sibilina.
Es decir, el método del Kremlin no es amenazar con lanzar un arma nuclear, sino advertir de que ha aumentado el riesgo de un conflicto nuclear. Riesgo del que se culpa a Occidente. Esa estrategia es obra de Patrushev.
En esta ocasión, repitió la misma estrategia. Afirmó que el aumento del riesgo de un conflicto nuclear «es consecuencia natural de las políticas destructivas de Estados Unidos».
Afirmó que Occidente se haya en decadencia y que, para mantener su dominio, trata de sembrar el caos en todo el mundo, señaló la agencia Reuters.
Según el perfil que la agencia ha realizado de este halcón del Kremlin, Patrushev es un antiguo oficial del KGB y amigo personal de Putin desde los años 70 del siglo XX, cuando ambos trabajaban en los servicios de seguridad soviéticos.
Desde su cargo de secretario del Consejo de Seguridad, Patrushev es el responsable de las decisiones adoptadas por Rusia en el ámbito de la seguridad.
A él se le atribuyen algunas de las decisiones más polémicas de Putin, incluida la invasión a Ucrania o la creciente represión de la disidencia ideológico-política y de los medios de comunicación.
Dentro de ese giro, es responsabilidad de Patrushev la rehabilitación de la figura de Stalin, que ha pasado a ser denostada por sus crímenes a levantarle monumentos por toda Rusia.
En definitiva, Patrushev sería el ideólogo de esa nueva Rusia resultado de la fusión de la nostalgia de las glorias imperiales zaristas y las glorias proletarias soviéticas.
En ese discurso, un acontecimiento se emplea como argamasa de ambas visiones de Rusia antagónicas: la batalla de Stalingrado, elevada en la Rusia de Putin a la categoría de acontecimiento más importante de la historia de Rusia.