Un nuevo error del Ejército ucraniano le cuesta la vida a un oficial clave en la guerra frente a Rusia
El asistente personal del comandante en jefe del Ejército ucraniano murió por la explosión de una granada que le regaló un coronel por su cumpleaños
Un exceso de confianza tras haber logrado frenar la marabunta rusa o tal vez simples hechos fortuitos facilitados por fallos humanos.
El hecho es que una serie de errores cometidos por el Ejército ucraniano en la última semana ha costado la vida a varios militares considerados esenciales para las operaciones de contraofensiva de Kiev.
El viernes 4 morían 19 soldados y oficiales –algunos de los mejores combatientes de Ucrania– durante un bombardeo ruso contra una aldea situada en el frente de guerra de Zaporiyia donde el Ejército ucraniano celebraba una multitudinaria entrega de medallas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció la apertura de una investigación penal para identificar al responsable de organizar un acto festivo en uno de los puntos más calientes del frente, objetivo de la artillería rusa.
El último error inexplicable es la muerte del mayor Hennadiy Chastiakov, asistente personal del general Valery Zaluzhny, comandante en jefe del Ejército ucraniano, después de que le estallara una granada de mano que recibió como regalo de cumpleaños.
En un primer momento, se atribuyó la explosión a un atentado ruso. Sin embargo, según informó de Kyiv Post, la investigación ha descartado una participación enemiga. Se ha tratado de un incidente mortal provocado por un regalo absurdo.
Chastiakov recibió la granada dentro de una caja de madera donde había seis granadas y una botella de whisky «Black Label», señaló el diario ucraniano.
El regalo, con motivo del 39º cumpleaños de Chastiakov, se lo entregó personalmente a la víctima el coronel Timchenko, quien le dijo: «Es difícil sorprenderte, por eso te regalo granadas y una botella de un buen whisky», detalló el Kyiv Post.
La explosión se produjo más tarde, cuando el fallecido estaba enseñando las granadas a su hijo de 13 años, que resultó gravemente herido.
El servicio de inteligencia militar ucraniano matizó más tarde las palabras de Klymenko y aseguró que el mayor Chastiakov ignoraba que las granadas fueran de verdad. Según la investigación, la víctima creía que se trataba de vasos decorados como granadas y por eso se las ofreció a su hijo.