El cansancio se apodera de Occidente: EE.UU. y Alemania «presionarán a Ucrania para que negocie con Rusia»
la guerra entre Israel y Hamás ha opacado por completo la contienda que se libra en el corazón de Europa entre Ucrania y Rusia. El Kremlin esperaba con ansia el momento en el que Occidente se cansara del conflicto y presionara a Kiev a negociar. Ese momento parece que, finalmente, ha llegado.
El medio alemán Bild ha hecho público lo que ha descrito como un plan «secreto» germano-estadounidense para forzar a Ucrania a iniciar conversaciones de paz, citando fuentes del Gobierno alemán. Según el plan, Washington y Berlín suministrarían a Kiev armas y blindados suficientes para mantener la actual línea del frente, pero no lo suficiente potentes como para retomar el territorio ocupado.
De esta forma, ambos países esperan empujar al presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, hacia la mesa de negociaciones con su homólogo ruso, Vladimir Putin. «Zelenski debería darse cuenta de que esto no puede seguir así», declaró a Bild una fuente gubernamental alemana, refiriéndose a la estancada contraofensiva ucraniana contra Rusia en el este.
«Tiene que, por voluntad propia, volverse para enfrentarse a su nación y explicar que es necesario negociar», recoge el diario alemán. Estas mismas fuentes del Gobierno alemán también aseguraron a Bild que la Casa Blanca compartía la opinión de Alemania sobre la necesidad de cambiar el enfoque de la entrega de armas para forzar así las negociaciones.
Por ahora, la Administración de Joe Biden no ha comentado al respecto sobre estas informaciones, pero el apoyo a Ucrania en Estados Unidos ha empezado a decaer. El suministro de armas al país europeo se ha convertido en una nueva disputa de política interna, ya que un amplio segmento de los republicanos se opone abiertamente a la financiación adicional para sostener al Ejército ucraniano.
El diario alemán también señaló que existe una fisura en el Gobierno alemán entre el canciller, Olaf Scholz, y su ministro de Defensa, Boris Pistorius, Este último no participó en la elaboración del plan para dar a Ucrania «lo suficiente [armas] para no hundirse» e incluso apoyaría la entrega de potentes misiles Taurus a Ucrania, según las fuentes.
«Desde que Scholz asumió el cargo, el Ministerio de Defensa ha estado bajo el control de la cancillería federal. Muchas decisiones se toman allí», confesó un funcionario de Defensa anónimo a Bild, en lo que parecía ser un intento de distanciar al ministro del supuesto plan germano-estadounidense.
El apoyo a Ucrania en Europa es cada vez menor y Zelenski va perdiendo aliados según se van celebrando elecciones. Primero, con Robert Fico, en Eslovaquia, y, ahora, el último golpe ha sido en Holanda, con la victoria de Geert Wilders.