Hamás responde a la muerte de su líder con promesas de venganza
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, también se ha pronunciado
un alto dirigente de Hamás, Musa Abu Marzuk, ha emitido una declaración categórica en la que prometió que el asesinato del líder del movimiento palestino, Ismail Haniyeh, «no quedará impune».
Ismail Haniyeh, quien había sido una figura central en Hamás, fue asesinado por fuerzas israelíes en un ataque dirigido. Haniyeh había jugado un papel crucial en la dirección estratégica del movimiento palestino y era visto como un símbolo de la resistencia contra Israel. Su asesinato ha sido interpretado por Hamás como un acto de provocación y una violación de los derechos de su liderazgo.
Musa Abu Marzuk, en un comunicado emitido el miércoles, calificó el asesinato de Haniyeh como un acto de «cobardía» y prometió que Hamás tomará medidas en represalia. Esta declaración de venganza refleja la determinación del grupo de responder de manera contundente y subraya la posibilidad de un aumento en las hostilidades en la región.
El asesinato de Haniyeh y la amenaza de represalias por parte de Hamás podrían tener repercusiones significativas tanto a nivel regional como internacional. En la región, la escalada del conflicto entre Hamás e Israel podría afectar la estabilidad en Gaza y las áreas circundantes, generando un ciclo de violencia que podría extenderse a otras partes del Medio Oriente.
La amenaza de represalias de Hamás sugiere que se podrían esperar nuevos enfrentamientos en Gaza y en las áreas circundantes. La situación en la región puede empeorar si se produce un aumento en los ataques y represalias, lo que podría tener consecuencias devastadoras para los civiles y para la estabilidad regional en general.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, también condenó este miércoles la muerte del líder político del grupo islamista Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán atribuido a Israel.
Abás, que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, «condenó enérgicamente el asesinato del líder del movimiento Hamás y lo consideró un acto cobarde y un acontecimiento peligroso» y llamó a «las masas y fuerzas del pueblo palestino a la unidad, la paciencia y la firmeza frente a la ocupación israelí».